Un blog de literatura y de Madrid, de exposiciones y lugares especiales, de librerias, libros y let

lunes, 11 de mayo de 2015

La Residencia de Señoritas - Exposición Pioneras


Os hablaba el mes pasado de una exposición "30 Pioneras" que había estado visitando en el Centro Cultural Galileo de Madrid:


Me encantó. Os decía entonces que la exposición era un homenaje a esas mujeres del primer tercio del siglo pasado que fueron sobresalientes en muchos campos revolucionando y mejorando la vida española. La Fundación Ortega-Marañón ha colaborado y patrocinado esta esposición.

Pues bien, dicha exposición tiene una segunda parte en lo que en su día fue la Residencia de Señoritas. Se ha cumplido su centenario, pues en el 1915 se creó este grupo femenino en el primer centro creado para fomentar la educación superior de las mujeres en España.

La exposición consta de una serie de grandes fotografías en blanco y negro de aquel tiempo dispuestas en el muro exterior de lo que fue su sede, y que ahora la ocupa la Fundación Ortega-Marañón.

Os quería dejar con las fotografías que he hecho al visitarla. Este lugar de Madrid me gusta especialmente. Parece mentira pensar que hace cien años fue tan importante, tan revolucionario para todas las mujeres. 

Ya os contaba que aquí fueron residentes Victoria Kent, Josefina Carabias, Marina Romero o Dorotea Barnés. María Goyri, María Zambrano y Maruja Mallo formaron parte de su profesorado. En sus actividades participaron pioneras como Clara Campoamor, Zenobia Camprubí o María Lejárraga, además de nombres internacionales como los de Marie Curie, Gabriela Mistral, María Montessori o Victoria Ocampo.

En este blog ya habíamos hablado en dos ocasiones de este mágico lugar. Os dejo con el enlace para que podáis repasar aquellas entradas donde hablábamos de lo importante que fue en su día esta institución y de su devenir a lo largo del tiempo y hasta nuestros días:

http://rociodiazgomez.blogspot.com.es/search/label/La%20Residencia%20de%20se%C3%B1oritas%20Mar%C3%ADa%20de%20Maeztu









Podéis ver en la foto justo ese edificio que fue el último en añadirse a la Residencia. Si pinchais sobre la foto podéis verlo mejor.




La biblioteca, qué chula ¿verdad?

domingo, 10 de mayo de 2015

"El año sin verano" de Carlos del Amor, una novela recomendable


«Durante un verano que supuestamente no debió existir, y que de alguna manera no existió para mí, murió mi padre y supe que iba a ser padre».


Así comienza el último libro que he terminado de leer: "El año sin verano" de Carlos del Amor.

Me cae bien Carlos del Amor cuando presenta sus noticias culturales en televisión. Y la verdad es que leí su primer libro de relatos La vida a veces (2013) cuya reseña ya tenéis en el blog y también me gustó. 


Así que cuando ví que había sacado su primera novela no tuve más remedio que leérmela... Además me gustó el título, me parece muy sugerente.

El argumento:
El 2 de agosto dejé el coche en el garaje. Estaba desierto. Al llegar al portal, abrí la puerta y maldije una nueva avería en el ascensor, tan bonito y antiguo como poco práctico. Vivo en un sexto piso de un edificio de siete plantas, así que emprendí la escalada resignado. En el tercero, di una patada a algo, encendí la luz del rellano y vi un enorme manojo de llaves. 
Es pleno verano, Madrid está vacío y hay un periodista que tiene tiempo y ganas de curiosear. Las llaves están hechas para abrir puertas, buzones, coches, sueños. Y vidas ajenas. Aun así, lo que menos se imagina es que se va a encontrar con una historia de amor y con una misteriosa muerte que se verá inevitablemente abocado a investigar. La vida de los otros puede resultar sorprendente.
 Como veis está escrito en primera persona, y el narrador también es un periodista. Por eso al principio tenía dudas de si era una historia autobiográfica. Y no acababa de atraparme. Pero no, es ficción y poco a poco el autor consiguió que me fuera adentrando más en la historia y me fuera gustando más. 

El periodista que cuenta la historia es nuestro personaje principal, aunque luego hay otros personajes en la novela, los habitantes de los otros pisos de su bloque que es donde se desarrolla el argumento. Por ello podemos decir que es también una historia coral. Así tenemos a una portera, Noelia López, que es quién conoce más historias. Tenemos a un vendedor de muebles que tiene engañada a su familia con su profesión: Juan Muñoz y que precisamente vive en el piso que heredó de su tío Héctor que protagonizó junto a otro personaje un drama que se vivió años atrás en ese mismo bloque.

La historia se desarrolla en dos tiempos, el que investiga el protagonista y el actual, un verano en el que el edificio está prácticamente vacío. Eso presta a la historia un ritmo más fluido al ir saltando el argumento del presente al pasado constantemente. Además es ágil la lectura porque además de cambiar de tiempo, el autor va cambiando de personaje y de historia constantemente y claro eso hace la lectura aún más atractiva. El autor abre muchas vías que tú cómo lector quieres concluir, quieres saber a dónde te llevan. El espacio ya os he dicho que es un bloque de pisos de Madrid, en la calle de Alcalá a la altura del Parque de la Fuente del Berro en un verano.

El lenguaje es sencillo, cercano, y muchas veces entrañable. 

Qué maravilla, pensé, qué manera tan hermosa de hacer públicos los sentimientos, qué forma de intentar ganar la batalla al olvido. Un amor del que uno no puede escapar, un amor de esas parejas que desde que nacieron su misión únicamente es recorrer un camino hasta llegar al otro, seguir los pasos que tarde o temprano les lleva a unir sus manos, a ver atardeceres juntos.

La novela es una suerte de historias sentimentales entrelazadas. Y es entretenida y amena. Tiene un misterio que se va resolviendo al mismo tiempo que vas conociendo las vidas de los distintos habitantes del bloque.  Tiene misterio, amor, pasión. Y además también habla del proceso de la escritura.

A mí, ya os digo, que poco a poco a medida que lo iba leyendo me iba gustando más. Es corto y se lee muy bien, de un tirón. Me gusta mucho esa forma de contar dulce que tiene Carlos del Amor.


El año sin verano.  Carlos del Amor.  Editorial Espasa, 2015.  256 páginas.  19,90 €

viernes, 8 de mayo de 2015

La literatura y el humor



Bueno pues ya es viernes otra vez. Al final se pasan las semanas volando.

Con varios cartelitos de los nuestros quería desearos un buen fin de semana.

La foto de arriba la tomé en Madrid, por la zona de Alonso Martínez. La verdad es que me hizo gracia y no me pude resistir.

Y los dos de debajo son de esos chistecitos que mandan relacionados con la escritura  y el lenguaje que nos gustan.

Con el segundo recordamos el calambur: el juego de palabras mediante el cual se modifica el significado de una palabra o frase agrupando de distinto modo sus sílabas. 

Acordaos de Quevedo y el ejemplo de siempre: "Entre el clavel y la rosa, su Majestad escoja"



jueves, 7 de mayo de 2015

Para nuestra colección de "Nombres de las tiendas"



Hoy vamos a ampliar nuestra colección de curiosos nombres de tiendas. Ya sabéis que en este blog hacemos muchas colecciones: letreros curiosos de la calle, nombres de tiendas, nombres de librerías, bibliotecas... Así, al mismo tiempo que conocemos mundo, vamos ampliando las posibilidades que ofrece el lenguaje.

Como os decía hoy volvemos a los nombres de la tiendas. Cada vez los encontramos más originales. 

Hoy un pequeño revoltijo. La foto de arriba está cazada en Madrid, en la zona de Banco de España. Me hizo gracia: "Lola ponte lunares" para una tienda de ropa y complementos femeninos. Está curiosa ¿verdad?

La de abajo me la envió mi hermano de un viaje que hizo por Navarra. Para una tienda de perfumes "Perfumhada", un giro juguetón de las palabras. ¿Qué os parece?




Y ésta de aquí debajo la hice en Torrejón de Ardoz, la pillé por pura casualidad. Una peluquería con nombre "La están peinando". Me gustó mucho, es una frase hecha que se utiliza mucho en el lenguaje popular, pero claro nunca está mejor indicado que en una peluquería...


lunes, 4 de mayo de 2015

Ángel González - Casas de los Escritores



Hay una plaza en Madrid, la plaza de San Juan de la Cruz, por donde acostumbro a pasar muy a menudo. Una plaza que relaciono con situaciones agradables porque acostumbro a estar en ella en mi tiempo de "amigos". Por esas casualidades buenas de la vida también es la plaza donde vivió Ángel González, el poeta, uno de "mis poetas". 

Ya que ayer recordé uno de sus poemas con motivo del día de la madre, hoy siguiendo con él me gustaba hacer una entrada con su casa para nuestra colección de Las casas de los escritores. 

Ángel González fue un poeta de la llamada Generación de los 50. Escribió una poesía muy sencilla, nostálgica, social, y con un punto de ironía que me encanta. Nació en Oviedo en 1925. Estudio Derecho y periodismo y fue funcionario público en el Ministerio de Obras Públicas. Vivió en Sevilla, en Madrid, y en los setenta se trasladó a dar clases a la Universidad de Alburquerque donde impartió clases de literatura hasta 1990. Y a partir de ese momento vivía a caballo entre las dos ciudades Alburquerque y Madrid. Aquí os dejo cómo hablaba de ello, entresacado de una entrevista:

“Estados Unidos es el país de las mil caras, y no todas son hermosas. En cualquier caso, nunca me sentí fuera de España, a donde vuelvo con frecuencia y por largas temporadas, como hice siempre. En Nuevo Méjico vivo gustosamente bastante aislado y un tanto aburrido, pero eso tiene un lado positivo: me obliga a trabajar y allí hago lo poco que hago. En España, en cambio, me divierto mucho pero no sé hacer otra cosa. Necesito los dos espacios, ir y volver. Creo que ya no podría quedarme en uno de ellos para siempre”.

Para despedir esta breve entrada sobre Ángel González y sus casas, se me hace dificil elegir algún poema suyo con el que ilustrar esta entrada. Pondría cualquiera de los del disco que musicó Pedro Guerra que me encanta "La palabra en el aire". Pondría "Me basta así" o "Mientras tú existas" seguro. Pero claro siempre pongo los mismos. Así que hoy elegiré, un poco al azar, algún otro:


 TODO AMOR ES EFÍMERO
 
Ninguna era tan bella como tú
durante aquel fugaz momento en que te amaba:
                                            mi vida entera.



INMORTALIDAD DE LA NADA
 
Todo lo consumado en el amor
no será nunca gesta de gusanos.
Los despojos del mar roen apenas
los ojos que jamás
—porque te vieron—,
                                        jamás
se comerá la tierra al fin del todo.
Yo he devorado tú
me has devorado
en un único incendio.
Abandona cuidados:
lo que ha ardido
ya nada tiene que temer del tiempo.



ESTOS POEMAS
 
Estos poemas los desencadenaste tú,
como se desencadena el viento,
sin saber hacia dónde ni por qué.
Son dones del azar o del destino,
que a veces
la soledad arremolina o barre;
nada más que palabras que se encuentran,
que se atraen y se juntan
irremediablemente,
y hacen un ruido melodioso o triste,
lo mismo que dos cuerpos que se aman.

Todos de Ángel González




domingo, 3 de mayo de 2015

Día de la madre - 3 de mayo 2015 - Ángel González







Primera evocación


Recuerdo bien a mi madre.
Tenía miedo del viento,
era pequeña de estatura,
le asustaban los truenos,
y las guerras
siempre estaba temiéndolas
de lejos,
desde antes de la última ruptura
del Tratado suscrito
por todos los ministros de asuntos exteriores.

Recuerdo que yo no comprendía.
El viento se llevaba
silbando
las hojas de los árboles,
y era como un alegre barrendero
que dejaba las niñas
despeinadas y enteras,
con las piernas desnudas e inocentes.

Por otra parte, el trueno
tronaba demasiado, era imposible
soportar sin horror esa estridencia,
aunque jamás ocurría nada luego:
la lluvia se encargaba de borrar
el dibujo violento del relámpago
y el arco iris ponía
un bucólico fin a tanto estrépito.

Llegó también la guerra un mal verano.
Llegó después la paz, tras un invierno
todavía peor. Esa vez, sin embargo,
no devolvió lo arrebatado el viento.
Ni la lluvia
pudo borrar las huellas de la sangre.
Perdido para siempre lo perdido,
atrás quedó definitivamente
muerto lo que fue muerto.

Por eso (y por más cosas)
recuerdo muchas veces a mi madre:

cuando el viento
se adueña de las calles de la noche,
y golpea las puertas, y huye, y deja
un rastro de cristales y de ramas
rotas, que al alba
la ciudad muestra desolada y lívida;

cuando el rayo
hiende el aire, y crepita,
y cae en tierra,
trazando surcos de carbón y fuego,
erizando los lomos de los gatos
y trastocando el norte de las brújulas;

y, sobre todo, cuando
la guerra ha comenzado,
lejos —nos dicen— y pequeña
—no hay por qué preocuparse—, cubriendo
de cadáveres mínimos, distantes territorios,
de crímenes lejanos, de huérfanos pequeños...





Para escuchar en la voz del poeta el poema:

http://palabravirtual.com/index.php?ir=ver_voz1.php&wid=1171&t=Primera+evocaci%F3n&p=Angel+Gonz%E1lez&o=%C1ngel+Gonz%E1lez

sábado, 2 de mayo de 2015

Trampantojos y murales de Madrid




Ya hace un buen montón de entradas hablamos de la palabra "Trampantojo", exactamente fue el 14 de octubre de 2013, no creía yo que hacía tanto tiempo... Os dejo con el enlace a aquella entrada:



trampantojo.
(De trampa ante ojo).
1. m. coloq. Trampa o ilusión con que se engaña a alguien haciéndole ver lo que no es.

 
Pues bien, hoy quería traeros unos pocos más de los que voy cazando por ahí al vuelo.Tampantojos y murales. 

Como estamos en un fin de semana largo, una entrada con poca palabra y más imágen.





Estas fotos las he tomado yo todas en Madrid. Las de arriba son por la zona de La Latina y alrededores. Y ésta de abajo es por la zona de San Bernardo, el barrio de Universidad.