Un blog de literatura y de Madrid, de exposiciones y lugares especiales, de librerias, libros y let

martes, 12 de noviembre de 2013

VI Certamen de Relato Breve "Relatos con zapatos" en Arnedo



Ayer estuve en Arnedo (La Rioja) en un viaje relámpago, fui y vine en el día, a recoger un premio.
Merecía la pena el viaje ¿verdad? Estoy muy contenta y quería compartir mi alegría con vosotros:
· Rocío Díaz Gómez gana el VI Certamen de Relato Breve 'Relatos con zapatos'

Fundación Caja Rioja comunica que el cuento 'Aquella manía de atarse los zapatos', de Rocío Díaz Gómez, es el ganador del VI Certamen de Relato Breve 'Relatos con zapatos'.
El fallo se ha hecho público esta tarde y la ganadora ha recibido los 600 euros con que está dotado el premio.
Un total de 90 cuentos se presentaron a este premio, la sexta edición de un concurso que este año ha conseguido atraer a amantes de la literatura procedentes de Colombia, Argentina, Reino Unido, Holanda y España.
El jurado de esta edición ha estado formado por Ernesto Pascual, periodista de Diario La Rioja y ganador de la pasada edición, el escritor Mario Pérez, la periodista de la Fundación Caja Rioja Estela Etayo, la responsable del Área de Cultura de la Fundación Caja Rioja, Carmen Fernández, y el director general de la Fundación Caja Rioja, Arturo Colina.
Este certamen de relato breve es una de las actividades impulsadas por la Fundación Caja Rioja para promover la Literatura, y se suma a las organizadas por el Área de Cultura de la entidad, organizadora de certámenes como el Premio Logroño de Novela.

El cuento ganador puede leerse aquí:
http://www.fundacion-cajarioja.es/images/pdf/ganador2013.pdf
(11/11/13)
Espero que os guste…
 Os dejo con algunos enlaces dónde ha salido la noticia:

 Es muy agradable siempre viajar, pero cuando además es por una razón cómo ésta... es una maravilla.


domingo, 10 de noviembre de 2013

La senda de los Poetas en la Sierra de Madrid



Receta literaria para un sábado de otoño

Ingredientes:

- Un sábado soleado de noviembre con el cielo muy azul.
- Unos buenos compañeros de ruta.
- Un destino literario: El Mirador de los Poetas en el valle de la Fuenfría.

No tiene mucha dificultad y os chupareis los dedos con esta receta. Es sencilla porque el terreno es cómodo. Ya veréis.



 Se puede empezar en Cercedilla, en Las Dehesas, y partir de ahí se va haciendo solo el guiso únicamente con caminar y charlar. Se trata de disfrutar de la mañana otoñal y la conversación. Aunque si lo quieres más sabroso se puede ir espolvoreándolo de contenido literario, a paradas cortas a la sombra, regadas con una bota de vino y algún tentempié.


Se pasarán un par de arroyos, se disfrutará de los colores de la vegetación, de los acebos, y casi sin darte cuenta te habrá quedado un guiso bien bueno. El colofón lo pondrán los indicadores de los miradores de Luis Rosales -al que se llega por una senda donde se pueden ir leyendo poemas del propio Rosales, Machado, García Nieto y Panero y desde donde disfrutarás de una preciosa panorámica con los Siete Picos, la Maliciosa y la Cuerda de las Cabrillas- y el mirador de Vicente Aleixandre sobre un grupo de peñas.

Os invito a que degusteis el plato en la pradera de Navarrulaque.

No dejéis de invitar a vuestros amigos a la senda de los Poetas.












viernes, 8 de noviembre de 2013

"Las escritoras no tienen quien les premie" un artículo interesante




Para que tengáis lectura para el fin de semana os copio un artículo que me había gustado y se lo pasé a mis compañeros de tertulia pero tenía pendiente dejaros aquí en el blog.
Trata sobre las escritoras y los premios literarios. La periodista va haciendo un repaso por los premios importantes en nuestro país y se va comprobando premio por premio que las mujeres hemos salido perdiendo...
A ver qué os parece... Cómo dice al final del artículo ¡¡los datos cantan!!

EL CORREO, 22 de octubre de 2013

Las escritoras no tienen quien les premie

Cuanto más alta es la dotación de un galardón, más crudo lo tienen las novelistas. Pero lo peor son los reconocimientos oficiales, ahí están todavía muy por debajo

ITSASO ÁLVAREZ | BILBAO
Alice Munro y Clara Sánchez./ Efe
En las dos últimas semanas, dos mujeres han ganado un premio literario, Alice Munro y Clara Sánchez. Toda una novedad, porque a pesar de ello, la literatura es también un reflejo de la sociedad en que vivimos y es mayoritariamente territorio masculino. Suele decirse que la mayoría de las personas que leen son mujeres, pero las editoriales y convocantes de premios no parecen darse por aludidas, porque siguen valorando, en su inmensa mayoría, a varones. Sin porcentajes, tan sólo con cifras exactos, repasaremos los números que ofrecen algunos de los premios literarios de mayor prestigio y trayectoria dilatada a ambos lados del charco… Con un matiz: dejaremos para otra ocasión los datos de la cantidad de mujeres que han quedado como finalistas de muchos de estos galardones; nos llevaríamos una sorpresa con las cifras. Pero lo peor son los reconocimientos oficiales, ahí ya están todavía mucho más por debajo: las autoras no ganan los premios que otorga el Ministerio de Cultura: Premios Nacionales (de Poesía, Narrativa, Teatro, Ensayo, Cine…), Premio de las Letras, Príncipe de Asturias, Reina Sofía (de Poesía), Cervantes… quedan casi siempre en manos de escritores. 
Premio Nobel de Literatura. Se entrega desde 1901 y está dotado con diez millones de coronas suecas, un poco más de un millón de euros, aunque en los dos últimos años esta cuantía se ha reducido un 20%. En sus 110 ediciones ha tenido 13 ganadoras. La primera fue la novelista sueca Selma Lagerlöf en 1909. Le siguieron Grazia Deledda, Sigrid Unsedt, Pearl S. Buck, Gabriela Mistral, Nelly Sachs, Nadine Gordimer, Toni Morrison, Wislawa Szymborska, Elfriede Jelinek, Doris Lessing, Herta Müller y, este año, Alice Munro. 
La Sonrisa Vertical de narrativa erótica era un concurso literario convocado y publicado por la editorial española Tusquets. Se convocó por vez primera 1979 y se suspendió en 2004. El jurado estaba presidido desde su creación por el director cinematográfico Luis García Berlanga. En sus 25 ediciones tuvo cinco ganadoras. Cinco, o siete, porque el concurso permitía la publicación por pseudónimo y nunca se supo quiénes estaban detrás de dos de ellos. Este certamen sirvió para dar a conocer al gran público a Almudena Grandes, premiada por ‘Las edades de Lulú’ en 1989.
Premios de Narrativa Torrente Ballester. Tres ganadoras en 24 ediciones (el fallo de la número 25 se dará a conocer el mes próximo). Dotado con 25.000 euros y organizado por la Diputación de La Coruña, su primera edición fue en 1989 y tuvieron que pasar 20 años hasta que una mujer, Milagros Frías Albalá (‘El verano de la nutria’), fue, a juicio de los distintos jurados, premiada con este galardón. 
Premio Alfaguara de Novela en lengua castellana. Lo creó en 1965 la editorial homónima (fundada un año antes por el escritor Camilo José Cela) y se siguió convocando hasta 1972. Su dotación económica era de 200.000 pesetas. En 1980, Alfaguara fue comprada por el Grupo Santillana y, tras veinticinco años de ausencia, en 1998 se volvió a convocar de forma anual con una fuerte vocación latinoamericana y una cuantía económica de 175.000 dólares. A lo que vamos: 24 ediciones, 4 ganadoras. La última, en 2000, Clara Sánchez, por ‘Ultimas noticias del paraíso’. Anteriores a ella fueron galardonadas Elena Poniatowska, Laura Restrepo y Graciela Montes y Ema Wolf. Para la próxima edición, la escritora Laura Restrepo presidirá el jurado, justo diez años después de que ella misma obtuviera el galardón con ‘Delirio’.
Premio Herralde, convocado por Editorial Anagrama y dotado con 18.000 euros más la publicación de la novela en la editorial convocante. 30 ediciones, dos ganadoras. Adelaida García Morales, en 1985, por ‘El silencio de las sirenas’, y Paloma Díaz-Más, en 1992, por ‘El sueño de Venecia’. 
Premio Azorín de Novela. Toda una novedad, es un galardón que trata bien a las escritoras: 20 ediciones, diez ganadoras. Su primera edición fue en 1984 y siempre ha gozado de gran prestigio. Hoy por hoy cuenta con un premio de 68.000 euros. Zoé Valdés ha sido la última premiada. Almudena de Arteaga, Pepa Roma, Begoña Aranguren, Lola Beccaria, Ángela Becerra, Eugenia Rico, Luisa Castro, Dulce Chacón y Daína Chaviano. 
Premio Biblioteca Breve, 27 ediciones, 8 ganadoras. En sus doce primeras ediciones, de 1958 a 1972, sólo ganó una escritora, la cubana Nivaria Tejera. En ese año dejó de convocarse hasta que en 1999 la editorial Seix Barral lo retomó. En sus últimas quince ediciones ha habido siete mujeres galardonadas. ‘Música de cámara’, de Rosa Regàs, ha sido la última obra premiada. 
Premio Clarín de Novela. Se rompe la estadística. 8 ganadoras en 15 ediciones. Es un premio de literatura en Lengua Española concedido anualmente por el Grupo Clarín de Argentina. Fue creado en 1998 y su primer galardonado fue Pedro Mairal por ‘Una noche con Sabrina Love’. El ganador recibe 150.000 pesos y la publicación de su novela por el sello Clarín Alfaguara. Se falla a finales de año y cada año recibe cientos de originales procedentes de de Latinoamérica, Estados Unidos y Europa. 
Premios de la Crítica. Data de 1956 y no tiene dotación económica, pese a lo cual está considerado uno de los galardones más prestigiosos de España. Su jurado está compuesto por 22 miembros de la Asociación Española de Críticos Literarios, prácticamente todos varones. No extraña por ello la proporción de ganadoras: tres en 56 ediciones. Clara Usón, Elena Quiroga y Ana María Matute. 
Premio Felipe Trigo de Novela del Ayuntamiento extremeño de Villanueva de la Serena. Otorga 6.500 euros para la Narración Corta y 20.000 para la Novela. Empezó su recorrido reconociendo la obra de una mujer, Esperanza Cifuentes, en 1981. Dos años después premió a Elena Santiago (‘Manuela y el mundo’) y luego hubo que esperar 28 años para reconocer a la tercera de las cuatro ganadoras en sus 31 ediciones, Noemí G. Sabugal, por ‘Al acecho’. La última galardonada fue, el año pasado, Marisol Ortiz de Zarate. En resumen: cuatro escritoras en 32 ediciones, en la categoría de Narración Corta. En la categoría Novela ha habido seis ganadoras, cinco, en realidad, porque destaca la doble mención de Dolores Soler-Espiauba en 1987 y en 1988. 
Premio Café Gijón. Tomó su nombre de la tertulia del Café Gijón de Madrid de la mano del actor y escritor Fernando Fernán Gómez en 1949. El premio era gestionado por el propio Café Gijón y su prestigio tuvo que ver más con la difusión y calidad de los autores que con la retribución que por él se recibía, dado que en muchas ocasiones las obras galardonadas no eran publicadas por falta de fondos. La revitalización del premio se produjo en 1989, cuando el Ayuntamiento de Gijón se hizo cargo de la organización. Diez mujeres han resultado ganadoras en sus 63 ediciones.
 
Premio FIL de literatura en lenguas romances. Creado en 1991 con el nombre de Premio de Literatura Latinoamericana y del Caribe Juan Rulfo, se otorga a escritores de cualquier género de la literatura (poesía, novela, teatro, cuento o ensayo literario) que tengan como medio de expresión artística alguna de las lenguas romances: español, catalán, gallego, francés, occitano, italiano, rumano o portugués. 23 ediciones, tres ganadoras. Margo Glantz, Olga Orozco y Nélida Piñón.
Premio Planeta de Novela. 60 ediciones, seis ganadoras, si bien 17 mujeres han resultado finalistas a lo largo de su historia. Su primera convocatoria tuvo lugar en 1952. Es el segundo premio literario mejor dotado del mundo después del Premio Nobel de Literatura, con 601.000 euros para el ganador y 150.250 para el finalista. Se falla cada 15 de octubre, festividad de Santa Teresa (onomástica de la esposa del fundador, María Teresa Bosch). La ganadora de este año es Clara Sánchez y la finalista Ángeles González-Sinde.
Premio Internacional de Novela Rómulo Gallegos. Su primera edición fue en 1967 y se otorgaba cada cinco años, pero es bienal desde 1987. Tiene una dotación de 100.000 euros y gran prestigio. 17 ediciones, dos ganadoras.
 
Premio Fernando Lara de Novela. Es otro premio del Grupo Planeta, instaurado en 1996. Mejora al anterior, con 5 premiadas en 17 ediciones. 
Premio Miguel de Cervantes, considerado el Premio Nobel en castellano porque trata de premiar una carrera literaria y no una obra en concreto. Su primera entrega fue en 1976 y las personas candidatas al premio las propone la Real Academia de la Lengua Española. María Zambrano, Dulce María Loynaz y Ana María Mature figuran entre los galardonados en sus 38 ediciones. 
Premio Nacional de las Letras Españolas. Otorgado por el Ministerio de Cultura en reconocimiento del conjunto de la obra literaria de un escritor español, en cualquiera de las lenguas españolas. Está dotado con 40.000 euros y fue creado en 1984. Tres ganadoras en 29 ediciones. Ana María Matute, Carmen Martín Gaite y Rosa Chacel.
Premio Príncipe de Asturias de las Letras. 33 ediciones, seis ganadoras. De ellas, tan sólo una de nacionalidad española, Carmen Martín Gaite. Se concede desde 1981 a la persona, grupo de personas o institución cuya labor creadora o de investigación represente una contribución relevante a la cultura universal en los campos de la Literatura o de la Lingüística. A día de hoy, su dotación es de 50.000 euros. 
Premio Nacional de Narrativa de España, otorgado por el Ministerio de Cultura. 58 ediciones, cuatro ganadoras. 
Premio Nadal de Novela. Convocado por la editorial Destino, es el premio más veterano de España. La primera edición la ganó una mujer, Carmen Laforet, por ‘Nada’. No significó nada. En 70 ediciones ha habido 13 ganadoras. Dotado con 18.000 euros. 
Premio Primavera de Novela. Lo ganó Rosa Montero en 1997, en su primera convocatoria, y después lo han hecho Lucía Etxebarría y Nativel Preciado. Ninguna mujer más en sus 16 ediciones. 
Premio Tigre Juan. 33 ediciones, seis ganadoras. Nació con el objetivo de premiaba la mejor novela corta inédita, independientemente de si el autor era novel o consagrado. 
Premio Internacional Alfonso Reyes. Galardón mexicano que se otorga por la distinción a la trayectoria, los méritos y las aportaciones dentro de la investigación literaria. El año pasado se lo llevó Ignacio Bosque, académico de la RAE autor del polémico artículo ‘Sexismo lingüístico y visibilidad de la mujer’, en el que critica las directrices contenidas en nueve guías sobre lenguaje no sexista elaboradas por comunidades autónomas, sindicatos y universidades. Quizá no debería sorprender, por ello, que en 41 ediciones, el Premio Internacional Alfonso Reyes se lo hayan llevado tan sólo tres mujeres. 
¿Seguimos? Premio de Novela Ateneo de Sevilla: 43 ediciones, 5 ganadoras. Premio de Relatos Cortos La Felguera: 57 ediciones, 8 ganadoras. Premio de Literatura Infantil El Barco de Vapor: 35 ediciones, 12 ganadoras (y eso a pesar de tratarse de un territorio en el que, aparentemente, las mujeres tienen cabida). Premio Lazarillo de Literatura Infantil y Juvenil: 55 ediciones, 23 ganadoras (se confirma lo dicho). Premio Gran Angular: 34 ediciones, 7 ganadoras. Premio Edebé de Literatura Infantil: 21 ediciones, 9 ganadoras. Premio Edebé de Literatura Juvenil: 21 ediciones, 6 ganadoras. 
Los datos cantan.

miércoles, 6 de noviembre de 2013

"Una familia feliz" de David Safier



En el batiburrillo de libros que me he leído durante estos dos últimos meses está otra novela de David Safier: “Una familia feliz”.
Se lee muy rápido. Es una novela ligera, entretenida, ingeniosa. Es la segunda novela que me leo de este autor. La primera fue “Maldito karma” que me encantó. Tenéis la reseña en este blog. En este caso también me ha gustado, pero no tanto. “Maldito Karma” me gustó mucho.
El argumento de “Una familia feliz” arranca de un momento vital de la familia Van Kieren, los protagonistas. Emma, la madre, siente que ha fracasado, su librería está prácticamente en la bancarrota, con sus hijos no se entiende, tanto con su hija adolescente como con el más pequeño, y además con su marido casi no se ve. Por eso cuando le invitan a una fiesta, que se supone que es de disfraces, se empeña en ir con toda la familia junta para hacer una actividad común. Y allí que se presentan ella vestida de vampiro, su marido Frank de Frankestein, su hija de la momia y el pequeño de hombre lobo. Lo malo es que se cruzan con una bruja que les lanza una maldición convirtiéndolos realmente en esos monstruos. Y aquí empieza la aventura…
No se puede negar que el argumento es original. Y promete… Por supuesto hay momentos divertidos en la novela, surrealistas claro. Pero se hace muy amena la lectura.
Pero el tema va mucho más allá del mero entretenimiento y la risa. Porque en el fondo hay una crítica a la sociedad de hoy. Es una excusa este argumento para reflexionar sobre la familia y la felicidad. Sobre el amor y el perdón.
Los personajes están bien caracterizados. Yo creo que son bastante creíbles, incluso cuando son unos monstruos.
El ritmo de la novela es ágil, la prosa es rápida, sencilla y directa. Y el argumento está lleno de giros y nuevos conflictos que los personajes tienen que resolver. Eso hace que la lectura se vuelva entretenida y distendida.
Está bien la novela. Es surrealista, con personajes y situaciones fantásticas que el autor resuelve con cierto éxito. En ocasiones se te escapa una carcajada y en muchas no dejas de sonreír porque es todo tan absurdo… Y está bien porque la imaginación no deja de trabajar.
Aunque también es cierto que a mí me gustó más “Maldito karma”. En ambas la novela se va volviendo un poco más seria hacia al final, pierde un poco esa cualidad hilarante del principio.
En cualquier caso está bien la novela. Y puede venir muy bien para leerla intercalándola entre lecturas más complejas o densas porque puede suponer un desahogo.

lunes, 4 de noviembre de 2013

Cincuenta años sin Cernuda - 5 Noviembre



Mañana, día 5 de Noviembre, se cumplen cincuenta años de la muerte del poeta Luis Cernuda.

Era un 5 de noviembre de 1963. Luis Cernuda se hospedaba en casa de su gran amiga la poeta Concha Méndez, esposa del también poeta Manuel Altolaguirre, muerto en 1959 en España cuando asistía al Festival de San Sebastián. Aquella mañana, en esa casa de Coyoacán, en México, don Luis no bajaba a desayunar. Paloma Altolaguirre, hija de Manuel y Concha, subió a buscarlo a su habitación en la segunda planta. Cernuda, con las cerillas y su pipa en la mano, y un libro de Emila Pardo Bazán en la mesilla, parecía simplemente dormido, pero acaba de viajar definitivamente a ese lugar donde quizá habite el olvido, «más allá de los vastos jardines sin aurora, / donde yo sólo sea / memoria de una piedra / sepultada entre ortigas / sobre la cual el viento escapa a sus insomnios». Luis Cernuda, uno de los más grandes poetas contemporáneos españoles, había muerto. 



No decía palabras...
 
No decía palabras,
acercaba tan sólo un cuerpo interrogante
porque ignoraba que el deseo es una pregunta
cuya respuesta no existe,
una hoja cuya rama no existe,
un mundo cuyo cielo no existe.

La angustia se abre paso entre los huesos,
remonta por las venas
hasta abrirse en la piel,
surtidores de sueño
hechos carne en interrogación vuelta a las nubes.

Un roce al paso,
una mirada fugaz entre las sombras,
bastan para que el cuerpo se abra en dos,
ávido de recibir en sí mismo
otro cuerpo que sueñe;
mitad y mitad, sueño y sueño, carne y carne,
iguales en figura, iguales en amor, iguales en deseo.

Aunque sólo sea una esperanza,
porque el deseo es una pregunta cuya respuesta nadie sabe.


 Luis Cernuda


Bidón era su segundo apellido, una mácula imperdonable que intentó siempre eludir escondiendo el acento, y convirtiendo esa palurda ene en una u francesa que lo transformaba en un cómodo Bidou, un tanto aristocrático y esnob, mucho más acorde con la traza habitual, elegante y distante, de Cernuda.
Porque es unánime que lo que llamaba la atención del poeta, antes que nada, era su natural dandismo: la trinchera abotonada, el nudo impecable de la corbata, el pelo, oscuro, engominado... Cuenta Adriano del Valle que cuando participó en las Misiones pedagógicas, a mediados de los años treinta, llevaba un monóculo que nadie había vuelto a ver desde Azorín; guantes amarillos y zapatos brillantes como el charol, que refulgían en la polvorienta España como un par de diamantes de las minas de Suráfrica.

Cernuda en su Laberinto
39 escritores y medio - Jesús Marchamalo y Damián Flores


...La mañana anterior al día de su muerte, el poeta había ido al cine. Era una de sus aficiones preferidas. En el cine de Coyoacán vio Divorcio a la italiana, de Pietro Germi, con Marcello Mastroianni, y le gustó tanto que durante el almuerzo propuso a Paloma Altolaguirre volver a verla con ella. Luego se retiró a su habitación como hacía todas las tardes. (...)
 Sin embargo, este perfil de raro e intratable contrastaba con la estupenda relación que mantenía con Concha Méndez y su familia. De hecho, los hijos de Paloma Altolaguirre adoraban al poeta, jugaban con él a menudo y además era el encargado de llevarlos cada mañana al colegio. Para evitar que los niños lloraran por su muerte les dijeron que Cernuda había tenido que marcharse para impartir unas conferencias en Veracruz, pero que regresaría por Navidad.






Si el hombre pudiera decir lo que ama...
 
Si el hombre pudiera decir lo que ama,
si el hombre pudiera levantar su amor por el cielo
como una nube en la luz;
si como muros que se derrumban,
para saludar la verdad erguida en medio,
pudiera derrumbar su cuerpo,
dejando sólo la verdad de su amor,
la verdad de sí mismo,
que no se llama gloria, fortuna o ambición,
sino amor o deseo,
yo sería aquel que imaginaba;
aquel que con su lengua, sus ojos y sus manos
proclama ante los hombres la verdad ignorada,
la verdad de su amor verdadero.

Libertad no conozco sino la libertad de estar preso en alguien
cuyo nombre no puedo oír sin escalofrío;
alguien por quien me olvido de esta existencia mezquina
por quien el día y la noche son para mí lo que quiera,
y mi cuerpo y espíritu flotan en su cuerpo y espíritu
como leños perdidos que el mar anega o levanta
libremente, con la libertad del amor,
la única libertad que me exalta,
la única libertad por que muero.

Tú justificas mi existencia:
si no te conozco, no he vivido;
si muero sin conocerte, no muero,  porque no he vivido.

Luis Cernuda

domingo, 3 de noviembre de 2013

Puente de Todos los Santos: Panteón de Hombres Ilustres de la Sacramental de San Justo


 En este puente de Todos los Santos, como muchos de vosotros, he estado en algún que otro cementerio visitando a los míos.

Pero en lo que se refiere al blog, en uno de ellos, en la Sacramental de San Justo, he tomado algunas fotografías del Panteón de Hombres Ilustres al que todavía no le habíamos dedicado propiamente una entrada. Qué mejor época que éstos primeros días de noviembre para hacérsela.



La Asociación de Escritores y Artistas, fundada durante el reinado de Alfonso XIII, creó por iniciativa de D. Gaspar Nuñez de Arce, el Panteón de Hombres Ilustres en el año 1902. Está en el Patio de Santa Gertrudis, en la tercera sección.

En este Panteón hay diez sepulturas ocupadas por escritores y actores.
En la primera está Blanca de los Ríos (Sevilla 1862- Madrid1956) Novelista academicista. En la segunda está Carlos Latorre, actor. En la tercera Manuel Bretón de los Herreros (Quel 1796 - Madrid 1873): poeta muy fecundo, escritor de teatro y director de la Biblioteca Nacional en 1847 así como secretario de la Academia Española. En la tercera también está el escritor Francisco Villaespesa y Eduardo Marquina, menos conocidos.



En la cuarta está Mariano José de Larra (Madrid 1809- 1813). De sobra conocido también por su seudónimo Fígaro y por su producción literaria. Ya sabemos también que se suicidó a raíz de que Dolores Armijo diera por terminada su relación. Primero se le enterró en el cementerio de Fuencarral y en 1902 se trasladan aquí sus restos.

También aquí está el escritor Ramón Gómez de la Serna (1888-1963). Personalidad muy interesante en el Madrid de antes a la guerra civil. Ingenioso y brillante en sus conferencias, presidente de la tertulia literaria de el Café del Pombo. Inventor de la gregeria: fusión del humorismo y la metáfora, según él mismo.



En la quinta lápida está José Espronceda (Almendralejo de los Barros 1808- Madrid 1842).Poeta también de sobra conocido murió a causa de una cabalgada fatal. Tenía relaciones con una señorita llamada Doña Bernarda de Beruete a la que un día de mayo fue a ver a Aranjuez donde residía en verano. Pero tuvo que volver a Madrid para tomar parte de una votación del Congreso pues también era diputado esparterista. Dicen que la cabalgada bajo el sol le puso enfermo y murió poco después. Le enterraron en el cementerio de San Nicolás donde dicen que durante años no faltó una corona de Bernarda que no se casó jamás... En el año 1902 le trasladaron a este Panteón.
 

En la sexta lápida está Eduardo Rosales (Madrid 1836-1873). Un pintor con muchísimo talento que también murió jóven.

En la séptima está Gaspar Nuñez de Arce. Escritor y político, fue Presidente de la Asociación de Escritores y Artistas. También está aquí Manuel de Palacio, poeta y Juan Eugenio Hartzenbusch, escritor romántico muy prolífico conocido entre otros por su drama Los amantes de Teruel. También fue director de la Biblioteca Nacional.

En la octava lápida está Antonio Vico (Jerez de la Frontera 1840-Madrid 1902) actor que tuvo grandes exitos en la compañía del Teatro Español de Madrid. Murió en Cuba pero se le trasladó aquí en 1907. También aquí está Rafael Calvo (Sevida 1942-Cádiz 1888). También actor, en Madrid hay una calle que lleva su nombre porque vivió en ella.


En la novela lápida está Joaquín Arjona, también actor y profesor del Conservatorio de Madrid.

En la décima: Fernando Ossorio, autor y sobre todo actor también que murió jóven. Además está Antonio Guzmán, actor cómico, y Jerónima Llorente, actriz muy conocida del siglo XIX. Se les trasladó a este Panteón en 1934.
 

 Tambien cerca, tenemos las tumbas de más escritores famosos. Como las de los Hermanos Alvarez Quintero, creadores del teatro costumbrista andaluz y académicos de la Real Academia Española: creadores de comedias, sainetes y obras diversas con diálogos agudos.


 


Muy cerca también tenemos la tumba del poeta Ramón de Campoamor.
 

En otro Patio, en el de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, en el tercero exactamente, en un nicho con una lápida bastante sencilla de marmol está el poeta Manuel Altolaguirre. Poeta intimista y director de revistas tan conocidas como Litoral (1927-29) y Caballo Verde para la poetisa (1936). Emigró tras la guerra civil a México.

No sé ve ya muy bien pero dice el epitafio:

MANUEL ALTOLAGUIRRE BOLIN
POETA
MCMV-MCMLIX
QUE MI ALMA NO PRECISA SEPULTURA
NI EL TIEMPO QUIERE LIMITACIONES
HORAS Y MUROS PARA MI ACABARON

sábado, 2 de noviembre de 2013

"Una semana... nada más" en el teatro La Strada



Ayer estuve en el teatro viendo la obra "Una semana... nada más".

El argumento cuenta la historia de una pareja formada por Pablo (Antonio Hortelano) y Sofia (María Castro) que llevan cuatro meses viviendo juntos. Pero ahora Pablo quiere romper con ella porque cree que ya no la quiere, no la aguanta. Para ello, como es un cobarde y no se atreve a decírselo y ya está, decide romper la relación invitando a su amigo Martín (Cesar Camino) que se vaya a vivir una semana a su casa (de ahí el título) porque como ha dicho su novia en un momento dado con tres viviendo juntos al final uno no lo aguanta (Sofía según Pablo) y se termina yendo de casa...

A mí me gustó. No es que piense que es la gran obra de teatro, pero tampoco lo pretende en absoluto. No es una obra sesuda sino distendida, fácil. Yo la verdad es que estuve muy entretenida toda la obra y me reí en muchas ocasiones. Es una comedia ligera que progresa en espiral con varios giros que hacen que la atención no decaiga.

Los actores no lo hacen mal. En mi opinión Cesar Camino, el actor que encarna a Martín, es el que lo hace más natural, a mí es el que más me gustó. Interpreta sobresaliendo sobre los otros dos. Aunque éstos últimos tampoco es que lo hagan mal.Yo les había visto en otros papeles sobre todo a María Castro más serios y la verdad es que no lo hace nada mal en un papel mucho más de comedia, más bobalicona e ingenua. A los tres los conocía ya de series de televisión y me gustaban como actores. También es verdad que el papel más agradecido lo tiene Cesar Camino, y eso hace que llegues a tener más empatía con él porque interpreta a un amigo un poco débil, que se deja llevar, mientras que el papel de Antonio Hortelado es mucho más egocéntrico y manipulado, bueno, hace una interpretación correcta. Los tres hacen muchísimos gestos, la comunicación no verbal está muy lograda y en muchas ocasiones te lleva a la risa, incluso la carcajada.

Está bien la trama, es original, porque la historia ya os digo que va girando y girando en redondo hasta un desenlace brusco, efectivo. Es del dramaturgo Clément Michel, es su cuarta obra de teatro.

Toda la historia se desenvielve en un único escenario, una sala de estar de un piso. Los actores entran y salen de forma agil y con soltura. Y los juegos de luces ayudan mucho a que el espectador se sitúe y se crea más los cambios de tiempo. La historia se desarrolla en una semana. La escenografía destaca, es moderna, colorista.

Pues eso, que es una obra ligera, dinámica, ágil, fresca en la que pasas un rato entretenido.

Me gustó que el público de la obra fuera jóven. Eso está muy bien para el teatro que normalmente le suele gustar a personas más mayores. No, en ésta obra predominaban los treintañeros.

Lo que menos me gustó de todo fue mi butaca. Un poco incómoda la verdad y encima tenía que andar sorteando la cabeza del de delante. Una pena, porque estaba en la fila 7, una buena fila.

Estuvimos en el Teatro La Strada, que es el antiguo Teatro Arlequín. Lo iban a cerrar y ha vuelto con éste nuevo nombre gracias a la gestión del grupo teatral Jamming. He leído que se dedican a la improvisación. Está muy bien que hayan hecho porque no se cerrara un teatro. Y se ve que lo han pintado y le han lavado la cara un poco. Pero las butacas... por lo menos la mía es un poco incómoda.

De todos modos este teatro nunca fue de mis preferidos porque está demasiado profundo y hay que bajar escaleras y salir haciendo unos recovecos que no me gusta mucho. Pero bueno también es cierto que no nos salió nada cara la entrada.

En fin que si queréis pasar un rato distendido viendo en el teatro una obra desenfadada ya sabéis que tenéis esta opción, creo que hasta finales de noviembre.