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sábado, 24 de octubre de 2020

Cada 24 de octubre se celebra en España el Día de la Biblioteca

 

La Biblioteca Pública de Barcelona

 Viajando he conocido preciosas bibliotecas. 

Las bibliotecas de Nueva York y de Berlín, de Dublín y de Riga, de Estocolmo, de Washington, de Alejandría, de Lima... Y muchas otras maravillosas, tantas, que guardo en la memoria.

¿Qué puedo hacer si las bibliotecas me roban la voluntad?

No puedo dejar de conocerlas si estoy cerca.


Me gusta el silencio que se respira en ellas. 

Me gusta el ambiente acogedor que transmiten.

Me gusta imaginar el vasto tesoro que esconde: los millones de historias que se cobijan y nos esperan en el vientre de tantos libros bien ordenados, con solo abrir sus tapas.

Me gusta saber cuánta felicidad habrán esparcido.


Sin embargo nunca podré volver a la que recuerdo de niña.

Aquella biblioteca antigua, con baldas y pequeñas escaleras de madera, con lamparitas verdes iluminando sus mesas. Aquella biblioteca donde reinaba el silencio, había una luz tenue y un ambiente cálido. Aquella, donde mi madre nos dejó un rato mientras iba a algún recado y mi hermano leía los libros de Tintín que iba escogiendo de una de sus baldas. 

Me recuerdo mirando, leyendo en voz baja los títulos, dudando cual escoger.

Allí por primera vez sentí lo maravilloso que es sentir cerca tantos libros que apetece leer. 

Saberlos valiosos.


Estaba en un pueblo de Barcelona donde vivíamos. 

Cuando de mayor quise volver a visitarla, allí me dirigí con el recuerdo intacto dirigiendo mis pasos.

Pero no la encontré, ya no existía.


Qué íntima desilusión.

Apenas me consoló saber que mientras yo viva, 

podré seguir visitándola en mi memoria.

 

24 de octubre 2020 - Día de la Biblioteca


En la Biblioteca Pública de Nueva York

En la Trinity de Dublín

En la Biblioteca Pública Municipal Zenobia y Juan Ramón de Moguer

En la biblioteca del Instituto Cervantes de Berlín

La Biblioteca Pública de Estocolmo


lunes, 23 de julio de 2018

De imágenes que valen más que mil palabras



No lo pude evitar. Vi los dibujitos de las puertas y no tuve más remedio que traérmelos a mi blog porque provocaron una sonrisa en mí nada más descubrirlos. Ocurrió en Moguer.
La vida misma.


También me hicieron gracia los dibujitos de debajo de éstos párrafos. Esta vez fue en Conil.
Unos pececitos para una villa marinera, nada más adecuado.

Seguiremos con los ojos bien abiertos.





martes, 17 de julio de 2018

La biblioteca Pública Municipal "Zenobia y Juan Ramón" de Moguer (Huelva)


Siempre que vuelvo a Moguer me llevo algún regalo.

Me gusta mucho ese pueblo de calles blancas con ribetes de color albero. Ese pueblo de enormes ventanas con rejas negras. Ese pueblo que conjuga la historia con la poesía y en el que palpita Juan Ramón Jiménez y su maravillosa Zenobia a cada paso que uno da.

Allí, unas veces en Moguer y otras en San Juan del Puerto, vivo dias felices en los que siento que la amistad es unos de los sentimientos más transparentes, incondicionales y absolutos que existen. 

Pero además esta vez he conocido su biblioteca. Qué joyita. Con su patio interior típico andaluz, también blanca y espaciosa. Fresca y silenciosa. Es preciosa. Y el nombre que tiene: "Biblioteca Pública Municipal Zenobia y Juan Ramón". Con ese "Zenobia" primero, qué alegría.

Así que me la tenía que traer para mi colección de "La vuelta al mundo en 80 bibliotecas". Quien dice 80...

No me digais que no es acogedora. Mi blog está bien contento de tenerla. 

Pues no dejéis de visitarla si pasais por Moguer.










martes, 10 de mayo de 2016

Ruta por Moguer siguiendo a Juan Ramón Jiménez





«Esta tarde he ido con los niños a visitar la sepultura de Platero, que está en el huerto de la Piña, al pie del pino redondo y paternal. En torno, abril había adornado la tierra húmeda de grandes lirios amarillos. […] —¡Platero, amigo!—le dije yo a la tierra—; si, como pienso, estás ahora en un prado del cielo y llevas sobre tu lomo peludo a los ángeles adolescentes, ¿me habrás, quizá, olvidado? Platero, dime: ¿te acuerdas aún de mí?».


Si alguna vez vas a Moguer no dejes de buscar el rastro de Juan Ramón Jiménez, y de Zenobia Camprubí. 

Las huellas del poeta onubense, nacido en ese pueblecito blanco y albero, están en muchos de sus rincones. Quería dejaros una ruta rápida pero completa que se puede hacer y que os puedo asegurar que no os defraudará. 

 1. Casa Natal de Juan Ramón Jiménez




No lleva abierta mucho tiempo. De hecho la última vez que yo estuve no lo estaba y solo la pudimos ver por fuera. Ahora ya sí que se permiten las visitas y es gratuita. Ya dedicaré una entrada más pormenorizada para contaros con más detalle.

Aquí nació el poeta el 23 de diciembre de 1881 y vivió hasta los cuatro años. A sus padres no les gustaba mucho este barrio, el de los pescadores.


2. El Museo al aire libre "Platero EScultura".

Ya tenemos una entrada en el blog sobre estas esculturas que salpican las calles de Moguer con los personajes de "Platero y yo". Podéis echar un vistazo:

 http://rociodiazgomez.blogspot.com.es/2016/04/museo-al-aire-libre-platero-escultura.html








3. Casa Museo de Juan Ramón Jiménez

De la casa natal la familia del poeta vino a vivir a ésta. Aquí vivió su infancia y juventud. Y ahora convertida en Museo es una casa preciosa llenita de recuerdos del poeta y de Zenobia, porque aquí están muchos objetos de la casa de Madrid y de su vida en pareja.

También en el blog tenemos una entrada de esta Casa.

http://rociodiazgomez.blogspot.com.es/2010/08/la-casa-de-juan-ramon-jimenez-en-moguer.html




 4. La casa de El huerto de la Piña.

Es aquí, bajo el pino de la entrada, donde se supone que está Platero enterrado. Es una pena porque está medio abandonado el lugar.





5. Y por último la tumba donde está el matrimonio en el cementerio de Moguer.

Había flores y poemas porque habían estado justo antes que nosotros un taller de Lectura.







lunes, 25 de abril de 2016

Museo al aire libre "Platero EScultura" en Moguer (Huelva)

Se titula "Asnografía" de Victor Pulido, basado en el capítulo LV. Cómo veis está hueco pero tiene escritos muchos nombres de pila



Hoy os traigo un original museo con base literaria. 

Está en Moguer, en Huelva, y se trata del Museo al aire libre "Platero EScultura", me gusta ese juego con el "ES": Platero es.

Son unas esculturas que aluden a algunos capítulos de la obra. Y cómo no podía ser de otra forma están diseminadas por Moguer, en Huelva, el lugar donde nació el autor de Platero y yo: Juan Ramón Jiménez. Ha sido un proyecto liderado por el Ayuntamiento de la localidad con motivo de la celebración del centenario de la publicación de "Platero y yo" en el año 2014. Se publicó en 1914 en una colección infantil, aunque el escritor ya dijo que en principio no era para niños,

Prologuillo
Suele creerse que yo escribí "Platero y yo" para los niños, que es un libro para niños.
No. En 1913, "La Lectura", que sabía que yo estaba con ese libro, me pidió que adelantase un conjunto de sus páginas más idílicas para su "Biblioteca Juventud" Entonces, alterando la idea momentáneamente, escribí este prólogo:

  Advertencia a los Hombres que lean este libro para niños 

Este breve libro, en donde la alegría y la pena son gemelas, cual las orejas de Platero, está escrito para... ¡Qué sé yo para quién!..., para quien escribimos los poetas líricos... Ahora que va a los niños, no le quito ni le pongo una coma. ¡Qué bien!
"Dondequiera que haya niños- dice Novalis-, existe una edad de oro". Pues por esa edad de oro que es como una isla espiritual caída del cielo, anda el corazón del poeta, y se encuentra allí tan a su gusto, que su mejor deseo sería no tener que abandonarla nunca.
¡Isla de gracia, de frescura y de dicha, edad de oro de los niños; siempre te halle yo en mi vida, mar de duelo; y que tu brisa me dé su lira, alta y, a veces, sin sentido, igual que el trino de la alondra en el sol blanco del amanecer!
El Poeta
Madrid, 1914

Pero ahora estamos ya en 2016 y en Moguer. En su día no todas las esculturas se inauguraron a la vez, sino que fue algo paulatino. Pero lo bueno de ir pasado un tiempo es que hemos podido disfrutarlas todas a la vez.

Estuvo visitando Moguer en el fin de semana y la verdad es que merece mucho la pena.

Os dejo con este original museo.



"Asnografía"
 
En dicho capítulo, el LV, Juan Ramón reflexiona sobre la palabra 'Asnografía' y su definición en el diccionario cuestionando el por qué un animal como el asno no merece "una descripción seria" cuando es "tal intelectual, amigo del viejo y del niño, del arroyo y de la mariposa...".
Pulido ha logrado un espectacular efecto en tres dimensiones de la figura de un asno a partir de los sencillos trazos de letras, palabras y nombres que acaban componiendo la figura del personaje.




"El niño y el agua" delante de la Casa Natal de Juan Ramón Jiménez
Se trata de un trabajo en bronce realizado por el artista extremeño afincado en Málaga Francisco Martín Molina, que representa al niño protagonista del capítulo en el que Juan Ramón Jiménez describe el modo en el que un chiquillo del Moguer de la época queda absorto ante el agua que fluye de una fuente. La obra, además de sus valores artísticos, se ha diseñado también como una fuente pública de agua potable, lo que la dota sin duda de un valor añadido.
 




"La miga"

 "Si tú vinieras, Platero, con los demás niños, a la miga, aprenderías el a, b, c, y escribirías palotes" Inspirado en el capítulo VI de Platero y yo.
 
 "La miga" es la clase de los párvulos. Y esta obra de María José Díaz Olivares rinde homenaje a la figura del maestro, lo que justifica la ubicación de la escultura en la Plaza de la Soledad, junto a la entrada del antiguo colegio Pedro Alonso Niño, cuya entrada en funcionamiento a finales de los años 50 del pasado siglo, supuso el inicio de la educación moderna para los moguereños y moguereñas.




"Darbón"

Esta  pieza está dedicada a Darbón, el entrañable veterinario de Platero, un personaje histórico que desempeñó su labor en Moguer a finales del siglo XIX y principios del  XX, al que Juan Ramón eleva a la categoría de universal al dedicarle el capítulo XLI del libro, y al mencionarlo en otros. El escultor ha sido José Manuel Díaz Benítez, conocido en el mundo de la escultura como Chiqui Díaz.




"Platero" en la Plaza del Ayuntamiento de Moguer junto a la escultura de su creador al fondo.

Esta escultura de "Platero" del escultor sevillano Álvaro Flores fue la primera pieza que formó parte del museo al aire libre de Moguer (Huelva).



"Aguedilla"

He leído que Monika Rasco, la escultora onubense, ha querido simbolizar en la figura de Aguedilla el abrazo agradecido de un pueblo a su poeta. Este complejo escultórico, levantado precisamente en la calle Rábida, conocida antiguamente como calle del Sol, se ve enriquecido con un sendero de plantas y flores típicas de la zona que circundan la figura central, y que como el mismo personaje, están realizadas en hierro reciclado




"El tío de las Vistas" está situado en la Plaza del Marqués de Moguer


En ‘El Tío de las Vistas’, Juan Ramón Jiménez describe la llegada al pueblo de este personaje, tocando su tambor y portando su caja de imágenes en las que los niños y niñas del Moguer de entonces miraban ilusionados esas «vistas» de distintos lugares y personajes del mundo, que les permitían echar a volar su viva imaginación. El escultor es Martín Lagares y realiza un complejo escultórico en bronce a tamaño real, que representa al personaje del Tío de las Vistas con el tambor y la caja descritas por el poeta, y acompañado por las figuras de un niño y una niña que, a ambos lados del motivo central, parecen querer descubrir la magia que encierra el singular artefacto.





"Idilio de Abril"


El autor, Pedro Requejo Novoa, recrea el ‘Idilio de Abril’ de Juan Ramón dando forma a un simpático burrillo, algo mayor y más travieso que el protagonista del primer capítulo de la obra, que está acompañada por dos pequeños; una niña que, a lomos de Platero, abre sus brazos y su alma al fresco encanto de la lluviosa primavera, y un niño que parece realizar una amistosa confidencia al borrico, mientras éste mastica todavía ‘las flores a las que su bocota alcanza…’.