Hay días que te levantas con una sonrisa.
Aunque estés afónica y te duela la cabeza, la sonrisa no consigues despegártela.
Hay días que te alegras de desafiar a la lluvia y la pereza. Que te alegras de haber acudido a una de esas convocatorias que solo van a ocurrir una vez en la vida. Que te sacudes de encima treinta años para alegrarte de ver a personas con las que compartiste pupitre y risas, muchas risas.
Hay días que vuelves a entrar al Instituto en el que estudiaste todo el BUP y el COU y al que no habías vuelto. Días que comentas con los demás que las paredes antes eran verde ¿verdad? y no azules, y que las vidrieras, esas sí, siguen siendo las mismas.
Y por un breve momento te alegrarías de volver a tener quince y dieciseis porque lo único que había que hacer era ir a esas clases y aprender. No había que pensar en mucho más: estudiar y divertirte. Porque con la intensidad que se vive a esa edad, lo bueno y lo malo, ya no lo vuelves a vivir.
Y tienes tantos nombres con sus dos apellidos en la memoria que de pronto te vienen así a los labios, de carrerilla, y podrías recitar la lista entera entre anécdotas y recuerdos buenos y malos que te hicieron ser quién eres hoy.
Hay días que son un ejercicio de nostalgia y de reencuentro. Días que vuelves a escuchar el sonido de una flauta que comenzó a la vuelta de una acampada. Días que los antiguos apodos vuelven a ser actuales. Días resacosos de emociones. Días que abrazas a los que eran como tú y te alegras sinceramente de verles porque aunque por fuera hayamos cambiado tanto, por dentro seguimos siendo los mismos.
50 Aniversario del Instituto Conde de Orgaz de Madrid.
17 de marzo de 2018.
Gracias Rocío por expresar con palabras todo lo que sentimos este mágico día.
ResponderEliminarUn beso.
Papi.
Ay Papi qué ilusión encontrarte en mi blog. Es como la vida se hubiera plegado de pronto por la mitad. Muchísimas gracias por dejarme aquí tu comentario. Fue muy emotivo, el hueco que dejan los sentimientos que salen me pedía una entrada. Un besazo bien grande
ResponderEliminarMuchas gracias Rocio por expresar así de bien lo mismo que yo he sentido en esta magica mañana. Me llena de alegría haberla compartido contigo. Te quiero mucho amiga.
ResponderEliminarMuchas gracias Rocío por detallar y escribir con tanto arte los mismos sentimientos que yo he tenido en esta mágica mañana. Además me ha hecho mucha ilusión haberla pasado contigo. Te quiero.
ResponderEliminarYo también a ti Blanche!! Qué bien estuvo. Pero nos queda muuuucho tiempo de compartir cosas, ya verás como sí. Un besazo
ResponderEliminarHola Rocio, soy Víctor, Victoriano González Pérez para más señas y me sentaba detrás de ti y de Paloma muchas veces.
ResponderEliminarTe he encontrado gracias a Carlos Arróniz con el que mantengo contacto.
Me avisó del encuentro que iba a celebrarse en el Instituto pero no pude ir y lo siento.
Que gran alegría me ha dado saber de tí y poder decir que yo estudié junto a una famosa escritora.
Me ha encantado ver las fotos. Tú, Paloma, Esther, Blanca y muchas caras que me suenan, pero no recuerdo sus nombres.
Decirte que me casé con Ana, la que era mi novia de toda la vida y tengo una hija de 22 años.
Ana es profesora ee Historia en el Cabrini, donde estudió siempre.
Mi hija Sandra es Geóloga y está ahora haciendo un Master.
Yo salí del Instituto y entré en la Brigada Paracaidista. Cuando salí he dedicado toda mi vida a trabsjar en Seguridad y desde hace tres años, trabajo en el Banco de España.
Bueno, ya te he dado unas pequeñas pinceladas de mi vida para ponerte al día.
Es una gran alegría reencontrarte y te envío un fortísimo beso.
Espero que este terrible momento que nos está tocando vivir no te esté golpeando en lo personal y familiar y te encuentres bien.
Saluda a Paloma de mi parte.
¡Victor! Pero qué alegría tener noticias tuyas. Claro que me acuerdo de ti, me acuerdo perfectamente. Pero por favor si nos reíamos un montón en las clases los cuatro. Yo disfrutaba un montón teniendoos a Carlos y a ti sentados detras, de verdad, me acuerdo de muchísimos ratos muy divertidos. Luego ya en tercero de BUP escogimos asignaturas diferentes y ya os fuisteis vosotros a ciencias y nosotras nos quedamos en letras, pero tengo muy buenos recuerdos contigo. Muchísimas gracias por escribirme, de verdad, me ha hecho muchísima ilusión. Y que me hayas contado de tu vida. Me acuerdo de tu Ana y ¡de las veces que escribías su nombre en los márgenes de las hojas! Pero por favor no digas que soy una famosa escritora porque no lo soy en absoluto, aunque bueno es mi pasión y la disfruto mucho aunque tendría que ser mucho más disciplinada. Pero lo importante es que me hayas escrito, me has alegrado un montón este día de confinamiento. Afortunadamente estoy bien y todos bien, me alegro que tú también y los tuyos. Muchísimas gracias por escribirme y ya sabes donde encontrarme siempre que quieras, y si no le pides mi teléfono sin ningún problema a Carlos. Se lo diré a Paloma, claro que sí, se va a alegrar. Un abrazo muy fuerte Victor, muy, muy fuerte.
EliminarBueno Rocio, lo difícil ya está hecho, que era retomar el contacto y ahora toca mantenerlo.
ResponderEliminarComo ya hemos hablado por otros cauces, tenemos que quedar todos cuando este maldito infierno acabe.
Un beso muy grande.
Por supuesto ¡eso está hecho! me alegro muchísimo de haberte reencontrado. Un abrazo muy fuerte
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