Un blog de literatura y de Madrid, de exposiciones y lugares especiales, de librerias, libros y let

jueves, 31 de agosto de 2017

"El día en que Francisco de Quevedo "desahució" a Góngora" Artículo del periódico



Hoy quería dejaros con un artículo de los que me gustan para nuestra colección de "El Mentidero" de la literatura.

mentidero.
De mentir y -dero.
1. m. Lugar donde se reúne la gente para conversar.
2. m. Grupo humano o ambiente en el que se comentan noticias de algunas parcelas de la actualidad. En los mentideros políticos se especula sobre las elecciones.
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Hacía tiempo que no alimentábamos esta sección de la página "rosa" de las letras, hoy vamos a "ilustrarnos" recordando el pique que había en el Madrid del Siglo de Oro de las Letras entre Quevedo y Góngora, que fueron a coincidir para desdicha de Góngora en el Barrio de las Letras de Madrid.

Ya me hubiera gustado a mí conocer ese barrio por aquel entonces ¡Cuánto de bueno había!






MADRIDIARIO, 23 de agosto de 2017

El día en que Francisco de Quevedo 'desahució' a Góngora

Por Alba Cabañero

Por las calles de Madrid han pasado numerosos artistas, escritores, pintores y poetas, pero pocos tan pintorescos como Francisco de Quevedo. El 23 de agosto de 1620, el poeta adquirió una casa al lado
de la calle Lope de Vega con un objetivo: fastidiar a Luis de Góngora.
Nacido en Madrid en 1580, Francisco de Quevedo es uno de los artistas más importantes que ha dado la capital madrileña. El poeta, cercano a la gente, se ganó el cariño y la admiración de todos aquellos que le conocían y que frecuentaban los mismos lugares que el escritor.
Fue en la Universidad de Valladolid donde se ganó su fama como poeta y su enemistad con Luis de Góngora, al que dedicó uno de sus poemas satíricos: ‘A un hombre de gran nariz’. Viajó variasveces fuera de España, —y fue expulsado del país también— pero el 23 de agosto de 1620, Quevedo compró una casa en la calle del Niño, que hacía esquina con la calle Lope de Vega y se encontraba situada frente al convento de las Trinitarias, pagando por ella 40.000 reales.
La casa se situada en el actual barrio de las Letras, que en antaño fue el barrio bohemio de la ciudad, donde artistas de diferentes disciplinas vian. La zona era lúdica y animada, con multitud de tabernas, fondas, casas de juego y prostíbulos. El poeta solía frecuentar estos lugares con asiduidad, por lo que esta casa se encontraba situada en el lugar perfecto para que disfrutase de su vida nocturna y dica.
Aunque Quevedo comprase la casa, se dice que nunca vivió en ella. ¿El motivo de la compra? Dejar a
su enemigo Góngora en la calle. El cordobés, que definió la vivienda como “una casa del tamañode un dedal y, en el precio, de plata, llevaba años viviendo de alquiler en aquel inmueble y secree que Francisco de Quevedo la adquirió solo para echarle.
Hoy en día, en el lugar donde la casa se situaba, una placa recuerda que Quevedo vivió allí. Lacalle también cambió su nombre, pasando a ser calle Quevedo, ni rastro de mención a Góngora, alque no le quedó más remedio que resignarse y preparar la mudanza, con la pluma como único arma para vengarse de Francisco de Quevedo.

lunes, 28 de agosto de 2017

"Respirar por la herida" de Víctor del Árbol


"El paisaje no miente pero la mirada lo disfraza, de modo que cada vez el mismo lugar es distinto, como si lo que vemos fuera un reflejo de nuestro estado de ánimo.
Una señal desdibujada junto a la carretera de Toledo indicaba la entrada del pueblo. No era bonito, ni siquiera tenía la igleisa románica que al menos tienen todos los pueblos feos. Pero estaba en el mapa y existía. Su existencia se adivinaba a lo lejos como una mancha pardusca en medio de la nada..."

Termino de leer "Respirar por la herida" de Victor del Árbol, y como en las ocasiones anteriores en las que concluí una de sus novelas casi suspiro de alivio, porque durante las semanas que he estado conviviendo con sus personajes me ha tenido inquieta y revuelta por su compleja trama pero desde luego y al mismo tiempo cautivada por su estilo al escribir.

Desde que le descubrí con "Un millón de gotas" he querido leer todas sus novelas. Sin embargo me obligo a leer historias más sencillas, más ligeras, hasta diría que más superficiales entre cada una de ellas porque sé que la de Victor del Árbol será dura e intensa.

"-Entonces, ¿qué es exactamente? Todos somos algo, en la medida que aquello que hacemos nos explica, ¿no le parece?
A Guzmán le hizo gracia aquella digresión del anciano. Según su teoría, Guzmán debería haber contestado que era un ángel caído, un demonio, una especie de monstruo con apariencia humana. ... "

Pero estoy deseando que ahora en septiembre saque su nueva novela para leerla. Porque creo que hay que leer las novelas de Victor del Árbol.

El argumento de "Respirar por la herida" se nos presenta así: Eduardo, un pintor para quien nada tiene sentido tras la muerte de su mujer y su hija, hasta que una famosa violoncelista, Gloria Tagger, le encarga el mayor reto de su vida: pintar el retrato de Arthur, un empresario de pasado incierto. Aceptar ese encargo desencadena una espiral de emociones y acontecimientos trágicos que succiona inevitablemente a cuantas personas le rodean. Con cada pincelada, Eduardo va abriendo puertas que habría sido mejor mantener cerradas, pero que, una vez abiertas, nada ni nadie podrá volver a cerrar.

El tema principal de esta novela es la pérdida. Cómo afrontar las pérdidas de las personas que queremos. Aunque también podríamos decir que está la culpa, los remordimientos, la venganza... las heridas y las cicatrices.

La novela tiene muchas tramas que se van entrelazando, es un puzzle que hay que ir formando donde cada ficha es un personaje con una historia terrible detrás que a su vez se engarza con otro personaje con otra historia tremenda y así una y otra vez. Pero qué bien está construida esa trama, es muy consistente la urdimbre de la novela, qué bien ensambladas las historias para ofrecernos ese mosaico con un hilo común, cómo decíamos, la tristeza por la pérdida.

Cuando comencé a leer esta novela el ritmo me pareció un poco lento, sin embargo poco a poco te vas sumergiendo en ella y van apareciendo los demás personajes, cada uno con su cargamento, y comienzas a vislumbrar como el escenario de subtramas se va ensanchando y se hace grande, y todas las historias comienzan a discurrir en paralelo.  

Es un narrador en tercera persona omnisciente el que cuenta la novela. El tiempo no es lineal, va saltando, con lo cual agiliza la historia, y vas conociendo retazos de cada historia que pasaron antes y después. Está ambientado en Madrid y toca Toledo, en la actualidad.

Los personajes están bien construidos. Sabemos bien de su exterior y de su interior. Son personajes que han sufrido, que han sobrevivido, pero que quizás no han superado ese sufrimiento, sin embargo viven. Es una historia coral, porque todos son igualmente importantes y todos influyen en todos. Son personajes que te duelen. Algunos como el Señor Who me ha traspasado, qué buen personaje.

La luz sucia de la bombilla en la pared de ladrillo le sacaba punta a la miseria del callejón como a un lápiz. Un lápiz con el que trazar las cañerías goteantes, los charcos de humedad grasienta, las zonas de penumbra detrás del restaurante de Chang.
Mei tenía la mirada perdida. Nadie podía defenderse de esa mirada.
El estilo del autor es muy cuidado. Su prosa es elegante, no exenta de momentos de mucho lirismo. Descripciones minuciosas, diálogos fluidos. Una prosa que tiene ritmo pero merece la pena que te detengas a saborear sus detalles, que atiendas a los giros del lenguaje, a sus imágenes. 

Toda la novela estás "respirando por la herida" como muy bien dice su título. Qué bueno, qué bien elegido. Una novela dura e intensa pero muy bien escrita, porque te llega, trasmite, te duele. 

Merece mucho la pena.


sábado, 26 de agosto de 2017

Aureliano Cañadas - Enorme poeta y compañero de tertulia literaria de lujo




Hoy, 26 de agosto, Aureliano Cañadas cumple 81 años.

Y tendríais que verle cuando llega a nuestra tertulia literaria, nos saluda sonriente y empieza a decirnos con su vocecita queda y pausada: "Niños he tenido una idea..." Con su talante tímido y con su botín de poemas, Aureliano probablemente sea nuestro compañero más longevo, pero con seguridad también es quién más nos anima a "venir llorados" a la tertulia y dedicar todas nuestras energías a enrolarnos en nuevas aventuras literarias.

Porque Aureliano Cañadas es poeta y compañero de tertulia literaria. Pero sobre todo es nuestro ejemplo.

Poema a poema, fado a fado nuestro Aure es nuestro cable a tierra y al mismo tiempo quién nos eleva al cielo, como cometas, empujándonos a dejarnos llevar por la literatura y la poesía, por un puñado de versos y una buena metáfora.

Tenerle cerca es un lujo.


Os dejo con varios poemas de Aureliano Cañadas de su poemario Doble vida, uno de mis preferidos.


IMÁGENES Y METÁFORAS

Ahórrame la imagen
de la degradación
y te ahorro metáforas
de soledad y tristeza.

Descórchame este vino,
que se me da muy mal.
Descórchame la vida,
que se me va, mi vida.



LA SED

Me enseñó la importancia de la sed,
no del agua, que puede ser tan turbia,
ni del vaso, que frágil como un nombre
tantas veces se rompe entre los labrios.

Y me enseñó a beber a lentos sorbos
el agua de su boca.




PESCADO

Y me enganchó la boca
con el terrible anzuelo de su boca,
me arrastró hasta la luz del sol, el aire,
y me dejó morir sobre la arena
                                                   despacito.



¡Felicidades Aure!

jueves, 24 de agosto de 2017

Un cementerio muy especial, muy literario, en Asturias - Niembro




A veces escapábamos a lugares que nos parecían mágicos para resguardarnos de la realidad. 

Escapábamos de la rutina, y de la vida cotidiana que empapaba todo de tanta normalidad que nos devolvía nuestra vida opaca. Necesitábamos alejarnos y pasear por lugares que de tan sugerentes se nos antojaran hasta literarios. Para una vez allí dejar de correr, respirar profundamente y sentirnos distintos y especiales.

En aquella ocasión nos escapamos a un cementerio. Sí otro, ya habiamos visitado muchos y mágicos que luego inmotalizábamos en este blog, a salvo del tiempo y la memoria. 

Pero ¿Cómo no hacerlo también con éste? si además formaba parte de una ruta cinéfila, porque había salido en El abuelo, La señora y Epílogo. 



El cementerio elegido era un lugar muy romántico. A según qué horas, con la pleamar, las aguas le rodeaban para acunarlo. Cuando varias horas más tarde volvías a contemplarlo, estaba tendido en la arena, como una barca más. Pero era un náufrago que llegó hasta esa orilla, con muchas almas dentro. Un naufrago que ya está a salvo. 









Tuvimos que llegar hasta Asturias para encontrarlo. 

Era pequeño y coqueto, sugerente y bello. Tan romántico que no pudimos dejar de fotografiarlo, a unas horas y a otras.

Aún así no nos engañaba. Tanto él como nosotros sabíamos que nunca las imágenes que nos lleváramos se podrían comparar al regalo de verlo envuelto en brumas, bajo un cielo gris, impregnado del olor al orbayo que sobre él caía despacio.


Cementerio de Niembro. Muy cerca de Llanes.





Podéis recordar otras entradas bajo este epígrafe de lugares mágicos:
http://rociodiazgomez.blogspot.com.es/search/label/LUGARES%20M%C3%81GICOS%20LITERARIOS

También otras entradas de cementerios:
http://rociodiazgomez.blogspot.com.es/search/label/Cementerios

martes, 22 de agosto de 2017

"La comedia de las mentiras" en el Festival Internacional de Teatro Clásico de Merida


Este fin de semana último he cumplido uno de esos sueños pequeñitos o deseos, no sé muy bien cómo llamarlo, que tenía desde hacía tiempo. Hacía años que quería ir a ver una obra de teatro al Teatro Romano de Mérida.

Qué bien le sientan los actores y los argumentos, las tramas y los micrófonos a este monumental teatro. ¡La de obras que habrá vivido!

Yo me escapé con mis amigas a ver "La comedia de las mentiras"
de Pep Antón Gómez y Sergi Pompermayer sobre textos de Plauto.

Llenazo en el teatro, todas las entradas vendidas.

Yo ya la había comprado hace tiempo y la verdad es que mereció mucho la pena.

No me esperaba ver una obra del tipo comedia de enredo en ese teatro, pero qué entretenida estuvo, con unos juegos del lenguaje y muchos guiños al público que consiguieron la complicidad y que la disfrutáramos mucho todos los que allí estábamos. Un público de lo más variado: Jóvenes y mayores, familias enteras y solteros, parejas y amigos. Una obra para todo tipo de público desde luego.




El argumento se desarrolla en Atenas. "Dos hermanos, Hipólita y Leónidas, están enamorados. Ella de un joven llamado Tíndaro, él de una joven llamada Gimnasia, que, sin embargo, es... flautista. Pero ni Tíndaro ni Gimnasia son las parejas que el padre de Hipólita y Leónidas, un avaro recalcitrante, comerciante de vinos, paños y liras, desea para sus hijos. Actualmente, se encuentra de viaje de negocios. Y ha dejado a cargo de la casa a su hermana Cántara, la tía solterona que lleva más de cuarenta años esperando a Filemón, su amor de juventud, que un día salió a comprar higos y ya no volvió... "

Y a partir de ahí todos los personajes tienen su propio conflicto que aspiran a resolver mintiendo. Aquí todo el mundo miente y la madeja de las mentiras cada vez es más grande y más grande...

Una obra que habla mucho de Safo y de la antigua Grecia, de sus "costumbres" y la búsqueda del amor.
 Los actores todos estupendos, la verdad. De María Barranco y Pepón Nieto qué vamos a decir, si ya lo han demostrado sobradamente. Pero todos los demás también estuvieron a su altura. Los actores eran como hemos dicho Pepón Nieto, María Barranco y Canco Rodríguez, Paco Tous, Raúl Jiménez, Angy Fernández y Marta Guerras. Ésta última, que hacia de Gimnasia, la flautista, nos sorprendió muy gratamente.

Creo que alguna vez en la vida hay que ir a ver teatro en este lugar único y especial.

Si yo fuera actriz y me viera actuando en el Teatro romano de Mérida con todas las butacas llenas yo creo que sería feliz. Y desde luego siendo público también es muy recomendable. Mucho.









lunes, 21 de agosto de 2017

"Pasarlo bomba" y otras frases hechas para pasarlo bien





Hoy quería que dedicáramos esta entrada del blog a todas esas expresiones que tenemos en español para expresar lo bien que nos lo estamos pasando.

Una de esas expresiones que me hacen gracia es "pasarlo bomba". Un día charlando con mis amigas hablábamos de ella, y yo les decía que creía que estaba ya un poco pasada de moda. ¿No creeis que ahora no se escucha tanto ésta y sí otras que quieren decir lo mismo? Desde esa día nosotras volvemos a "pasárnoslo bomba" cada dos por tres, haciéndonos un guiño.

Esta expresión la recogen varios diccionarios:

El diccionario de la RAE:
bomba
Del lat. bombus 'ruido'.

21. adv. coloq. Muy bien. Se lo pasan bomba en la piscina.

El DUE de María Moliner la recoge:

Pasarlo bomba (inf.) Pasarlo estupendamente: "Fuimos a bailar y lo pasamos bomba".

También la encontramos en el diccionario Clave:

 Pasarlo bomba col. Pasarlo muy bien y divertirse mucho: "En tu casa siempre lo pasamos bomba".


No está muy claro, o al menos yo no la he encontrado por más que he buscado, la etimología de esta frase: "Pasarlo bomba". La palabra parece que procede de la palabra latina "bombus" que significa ruido, estrépido, sonido profundo o intenso. Seguramente la latina procedería de la griega "bombos" que significaría también: fuerte ruido.

De ahí frases como "pasarlo bomba" o que algo se hizo "a bombo y platillo". Todas tendrían la misma raiz en la palabra que significa ruido intenso.


El lenguaje coloquial es muy rico, pero también es muy variable, se alimenta mucho de las modas. Y qué mejor expresión para ver esta evolución que en la forma de decir que nos lo pasamos bien. Igual que cambian las formas de divertirse, cambiar el modo en que lo verbalizamos.


Pasarlo d`abuten
Pasarlo molón
Pasarlo a tope
Pasarlo chupi o chupi lerendi
Pasarlo chachi
Pasarlo guay (del Paraguay)
Pasarlo fetén 
Pasarlo ¡qué te cagas!
Pasarlo bien no, lo siguiente...

 
Hay expresiones con el mismo significado que están claramente también pasadas de moda o lo van estar próximamente. Aunque por supuesto que habrá quién todavía utilice cualquiera de éstas, lo bueno del lenguaje coloquial es que es gratis y es de todos.

Lo que está claro es que nosotros tenemos mil expresiones para contar lo bien que nos lo pasamos:

Pasarlo pipa
Pasarlo teta
Pasarlo de cine, de película
Pasarlo de miedo
Pasarlo de muerte
Pasarlo como un enano (no sé qué opinarán los enanos de esta expresión...) He leído que el origen puede estar en asociar a los enanos con el circo, la diversión...
Pasarlo bestial
Pasarlo genial
Pasarlo de escándalo
Pasarlo de lujo
Pasarlo de vicio 

¿Quién da más?


Ya, ya sé que por supuesto se podrían incluir todas las que llevan después un taco y conocemos todos, así que no os las reproduzco ¿Para qué?

Y si ya vamos haciendo un recorrido por los demás países que hablan español, la variedad es infinita: Chévere, pura vida, padrísimo, bárbaro, bacán...

En fín, lo digamos cómo lo digamos, lo que está claro es que hay que seguir ¡pasándolo bomba!


jueves, 17 de agosto de 2017

martes, 15 de agosto de 2017

lunes, 14 de agosto de 2017

Oporto y sus murales

Oporto. Mayo 2017


Oporto, aquel mayo luminoso del 2017, también nos prestó unos cromos para nuestra colección de "Murales y trampantojos".

Era una ciudad tan paseable, con tantos rincones bellos... Sus preciosas iglesias de azules azulejos y sus vistas al atardecer sobre el río Duero, sus elegantes escaparates y sus librerías. ¡Sus librerías! ¿Os acordáis de la librería Lello?

Pero había otro Oporto, el que descubrías paseando, el que te atrapaba con su explosión de colores como en la fachada de la fotografía que encabeza esta entrada, de un restaurante. O el Oporto en blanco y negro de sus delicados dibujos en cualquier rincón, cualquier mueble urbano, como en la foto de debajo de este párrafo.

Oporto. Mayo 2017


Y ese otro Oporto que no era turístico, pero que seguía siendo el de las calles adoquinadas y tranvías, el de las flores en los balcones de las casas y las murales en cualquier recodo. 

Oporto. Mayo 2017

 Oporto, qué buena escapada en cualquier estación.


Si quieres ver los murales de otras ciudades, ya sabes que están todos en la pestaña de "Murales y trampantojos". Te dejo un enlace por si quieres recordarlos:



viernes, 11 de agosto de 2017

Los regalos de las Palabras, de los nombres de las tiendas




A mi blog le gustan mucho los regalos.

Cómo él no los puede desenvolver le llegan con papeles de regalo imposibles en estos tiempos digitales de hoy en día. 

Pero a ninguno le falta un enorme lazo de raso tan trasparente que ni se ve pero que lleva el nombre escrito de quién se lo ha regalado, con la misma tinta indeleble con que llevo escrito yo el nombre de mis amigos en la memoria. 

En éstos últimos días a mi blog le han llegado tres regalos estupendos de mi amigo Salvanés. 

¿¡No me digáis que no lo son!?

 - Una tienda de "Helados a la plancha" - Buenísimo.

- Otra tienda que lleva por nombre "El buen trato" porque en ella el trueque del dinero por la mercancia siempre resultaba ser un buen trato para comprador y vendedor y siempre los clientes salían pensando lo "bien tratados" que se habían sentido.

- Y la última: Un restaurante llamado "Los amantes", para los amantes de la buena mesa, para los que se aman, para los amantes de los buenos nombres .

¡Mil gracias amigo!

Mi blog está encantado con sus regalos.




jueves, 10 de agosto de 2017

Faros de Asturias: Cudillero y Luarca

Faro de Cudillero (Asturias)


Nos gustaban los faros.

Sabíamos que desde su posición privilegiada y solitaria estaban vigilantes custodiando algún fantástico tesoro. Solo había que buscarlos, acercarse a ellos y descubrir cual era ese tesoro.  

Por eso salíamos todos los veranos a buscarlos.

Aquel año nos decidimos por los de Asturias.

En primer lugar descubrimos al faro que encabeza esta entrada: el Faro de Cudillero. Cuando aún no existía este faro se hacían unas fogatas que prendía el Gremio de Mareantes en la zona de La Garita. Después en el 1858 se inauguró el faro de Cudillero a 75 metros sobre un acantilado. Pero si te acercabas solo podías acceder hasta su verja. Siempre cerrada. Atisbabas dentro unas frondosas palmeras que lo medio escondían. A los faros paradójicamente les cuesta dejarse ver, ellos que iluminan a tantos... 

El Faro de Cudillero guarda el tesoro de ese pueblo de colores que a ido creciendo mientras sus casas iban trepando las montañas. Casas que querían colocarse bien para admirar el paisaje, y se habían ido posicionando como en unas gradas con vistas al mar Cantábrico.


Faro de Cabo Vidio (Asturias)


Muy cerca del anterior está el Faro del Cabo Vidio.

No pudimos resistirnos y también fuimos en su búsqueda.

Situado a 89 metros sobre el nivel del mar, era el último faro construido hasta la fecha en Asturias y uno de los más nuevos de España, ya que se construyó entre los años 1948 y 1950. Esta formado por el faro y dos viviendas que sustituyó a la antigua señal de aviso.

Nada más verlo, nos pareció que el faro languidecía como venido a menos. Pobre faro rodeado de veraneantes bulliciosos en bicicleta y mesas de bar ocupadas por turistas perezosos. Pero estábamos equivocados. Porque aunque de frente solo viéramos que estaba ocupado por una terraza de refrescos, también guardaba su propio tesoro.

No había más que rodearlo, recorriéndo despacio su perímetro para darse cuenta de que, a su espalda, el tesoro que guardaba se resumía en las preciosas vistas que hay desde su privilegiada posición.

Miras a un lado y al otro del faro y distingues todo el perfil rocoso de nuestro país en esa costa Asturiana. Qué belleza de acantilados. A lo lejos Estaca de Bares y Cabo de Peñas.

Paisaje desde el Faro de Cabo Vidio



Y finalmente en aquella ocasión cazamos un último Faro, el Faro de Luarca que nos esperaba al atardecer semiescondido al final de la Atalaya.

Ese era su tesoro: Esa Atalaya, vestigio del pasado, porque en los siglos XVI y XVII era un fuerte defensivo para proteger la villa de los ataques franceses e ingleses. Antes de que se construyera el faro en el año 1862, se hacían fogatas para orientar a las embarcaciones. Ahora todavía conserva la Capilla  de la Atalaya o de la Virgen de la Blanca y un precioso cementerio también blanco donde está enterrado el Premio Nobel de Medicina D. Severo Ochoa y su esposa.



Faro de Luarca
Cementerio de Luarca

Tumba de Severo Ochoa en Luarca (Asturias)

Tres faros, tres tesoros: un pueblo tan precioso como Cudillero, unas vistas tan bellas como las del Cabo Vidio, una Atalaya como la de Luarca.

Un inmejorable botín para un solo día cazando faros.

martes, 8 de agosto de 2017

"Un hijo" de Alejandro Palomas





«–A ver, Guillermo, cuéntame eso de que te gustaría ser Mary Poppins cuando seas mayor…».

Estos últimos días he estado leyendo “Un hijo” de Alejandro Palomas.

No es el primer libro que me he leído de este autor, es el tercero o el cuarto. Este autor me ganó con “El tiempo que nos une” en el año 2014. Desde entonces, y de vez en cuando me gusta volver a él, porque tengo la seguridad de que pasaré unos días con una lectura apacible, agradable, que me removerá por dentro, que me contará de sentimientos. Después de esa primera novela, me leí "El alma del mundo" y "El perro". Cada una en un año diferente. De todos ellos tenemos reseña literaria en el blog en la pestaña "Mis autores Alejandro Palomas". Por si queréis consultarlas.


Y ahora en el 2017 he leído "Un hijo".


Lo primero que quiero decir es que me ha gustado mucho la portada de esta novela. Qué importante es esto. La portada y el título, es la presentación, la invitación a la lectura. Son importantes, se merecen cuidarlas, necesitan de su reflexión detrás. Ésta portada en concreto a mí me atraía, tiene algo de misterioso y de mágico.

Y luego resulta que “Un hijo” es un libro que habla de la palabra “supercalifragilísticoespialidoso”. Os suena ¿verdad? De hecho en el blog hasta tenernos una entrada dedicada a esta palabra mágica.

Pues bien el argumento de esta novela gira en torno a esta palabra. Ya con eso te sonríes. El protagonista de nuestra historia, Guille, cree que cuando pronuncie la palabra en cuestión, las cosas, su mundo, volverá a estar bien. Porque Guille de mayor quiere ser Mary Poppins. La novela arranca cuando su profesora Sonia piensa que sería bueno que Guille visitara a la orientadora María, porque tiene miedo de que tras su sonrisa, y su tranquilidad, haya algún problema o cuestión grave.

El tema que subyace a este argumento es el de superar una pérdida sobre todo. Es un tema duro, profundo. Poco a poco el autor nos va a ir dando pistas desde la voz del protagonista de cómo es esa pérdida, porque aunque existe no sabemos los detalles.

Es una novela coral, hay varios protagonistas que van tomando la palabra. Los personajes están muy bien definidos: Guille, nuestro protagonista de nueve años, es hipersensible y especial. Es tranquilo, bueno, muy frágil. Su padre, Manuel, que sabe que su hijo es diferente a los demás, porque no le gustan los deportes ni los juegos rudos, solo juega solo con una niña, Nazia, su vecina. Nazia es la otra niña nueva de la clase, única amiga de Guille, e hija pequeña de una familia de pakistaníes que regentan el súper del barrio. También están Sonia, la profesora de Guille. Y María, la orientadora de sustitución, del cole de Guille.

Está contado en primera persona por eso sabemos mucho de estos personajes. El autor ha elegido la técnica del multiperspectivismo para contar la historia, cada uno de los implicados en ella nos van a ir contando desde su posición cómo sienten lo que ocurre. Es una técnica original la que ha utilizado el autor. Vemos las voces de cada uno de los protagonistas, cómo cuentan, cómo sienten. En el caso de Guille vemos sus muletillas al hablar, sus temores, sus deseos. Ese es un punto a favor de este libro, lo bien que el autor refleja a cada personaje.


Es una narración sencilla, ágil, debido a que la estructura de la novela está repartida en capítulos cortos protagonizados por los distintos narradores: Guille, Sonia, María... Está además salpicado con los dibujos que María, la orientadora, le encarga hacer a Guille.  Eso rompe también la prosa, la ilustra, la agiliza, y la hace más original. Es otro punto a favor del autor y su prosa.


Durante toda la narración el tono es distendido y cercano.

Y ya como otro punto positivo me ha gustado mucho el final de la novela. Esa escena de unos personajes alejándose y recortándose en la luz, cómo te cuenta lo que parecen. Me parece que le ha dado un final muy bueno, muy logrado.


No busquéis en esta novela la gran intriga, es predecible. Pero es una novela de sentimientos. emotiva, que nos recuerda al niño que tenemos dentro y que aún quiere creer que la magia existe.



Alejandro Palomas (Barcelona, 1967) es licenciado en Filología Inglesa y Master in Poetics por el New College de San Francisco. Ha compaginado sus incursiones en el mundo del periodismo con la traducción de importantes autores. Entre otras, ha publicado las novelas El tiempo del corazón, Tanta vida, El secreto de los Hoffman (finalista Premio de Novela Ciudad de Torrevieja 2008 y adaptada al teatro en 2009), El alma del mundo (finalista del Premio Primavera 2011), El tiempo que nos une y Una madre. Su obra ha sido traducida a diez lenguas.

domingo, 6 de agosto de 2017

"Los justos" de Jorge Luis Borges




LOS JUSTOS, de Jorge Luis Borges

Un hombre que cultiva un jardín, como quería Voltaire.
El que agradece que en la tierra haya música.
El que descubre con placer una etimología.
Dos empleados que en un café del Sur juegan un silencioso ajedrez.
El ceramista que premedita un color y una forma.
Un tipógrafo que compone bien esta página, que tal vez no le agrada
Una mujer y un hombre que leen los tercetos finales de cierto canto.
El que acaricia a un animal dormido.
El que justifica o quiere justificar un mal que le han hecho.
El que agradece que en la tierra haya Stevenson.
El que prefiere que los otros tengan razón.
Esas personas, que se ignoran, están salvando el mundo.

sábado, 5 de agosto de 2017

Cuando la poesía sale a tu encuentro: Oporto y Ribadeo






A veces vas caminando por la calle, por cualquier calle del mundo y la poesía sale a tu encuentro.

¡Cómo no vas a pararte! Es una llamada de atención, un dejar de mirar fuera para mirarse dentro.
Hoy os traigo dos ocasiones en que ocurrió.

La foto que encabeza la entrada está tomada en Oporto. De pronto ahí estaba el poema decorando el mobiliario urbano. Otra vez se nos cruza en nuestro camino la poeta portuguesa Florbela Espanca, una poeta que conocimos porque también tropezamos con ella por las calles de Lisboa. ¿Os acordáis? También hice una entrada a propósito de ese encuentro.

Florbela Espanca (1894-1930) nació un 8 de diciembre, se casó otro 8 de diciembre y murió aún otro 8 de diciembre, porque se suicidó. La llaman la Dama del Alentejo, y el pueblo portugués convirtió muchos de sus poemas en la letras de sus fados. Fue valiente para su época, decidida, liberal, se casó varias veces y buscó incansable la felicidad entre sus desdichas amorosas.


La foto de debajo está tomada ya en nuestro país, en Galicia, en Ribadeo. Y también fue así, íbamos descubriendo la ciudad y allí estaba la pintada, en una pared cualquiera, de una calle cualquiera: ¡Sin poesía no hay ciudad!

Ahí queda eso.





viernes, 4 de agosto de 2017

"El desorden que dejas" de Carlos Montero





“¿De verdad alguien así de bello quiso matarse? Sé que es una frivolidad lo que acabo de pensar, que la belleza no te garantiza un salvoconducto para la vida, pero digamos que ayuda. El mundo es más amable con los guapos. Hasta el racismo más recalcitrante se disipa ante la belleza.”

He terminado “El desorden que dejas” de Carlos Montero, Premio Primavera de novela 2016.
Me ha parecido muy entretenido, muy ágil, creo que esa es su mejor característica.
El argumento: Raquel, un joven profesora de literatura, acepta una suplencia en un instituto del pueblecito donde nació su marido, Novariz. Nada más llegar se entera de que su predecesora, Viruca, se ha suicidado y además cuando finalizan las clases se encuentra un anónimo que dice: “¿Y tú cuánto vas a tardar en matarte?”.
La verdad es que el arranque de la novela promete. Está muy conseguido. Estamos ante una historia de intriga que tiene bien dosificados sus ingredientes para mantenerte enganchado a la trama.
Está contada en primera persona, lo cuenta Raquel. Así que sabemos lo que sabe el narrador, un narrador interesante y atractivo con el que conectas, muy habitual en este tipo de novela. Vamos descubriendo a medida que él descubre y eso te mantiene intrigado.
“Y no me lo perdoné. No me perdoné haberme dejado llevar por esa bronca tonta, que ya ni casi recuerdo por lo que fue, bueno, sí, pero qué más da, y no haberla llamado, no haber intentando tender un puente. Pero para eso éramos las dos orgullosas. Tanto que mi madre se murió sola. Sin mí.”
Los temas que subyacen al argumento no se puede negar que son muy actuales y muy duros: El acoso escolar, la privacidad en las redes sociales, la crisis, la muerte de los seres queridos y alguno que otro más tan o más fuerte que éstos que no desvelo porque se averigua más tarde.
Los personajes principales son la protagonista, su marido Germán, y su perro por un lado. Además de su amiga Tere que vive en La Coruña donde Raquel conserva la casa de su madre. Por otro lado está la familia de su marido, su madre Claudia, sus hermanos. Y después los alumnos de su clase, el marido de la profesora que se suicidó y demás personas del pueblo. Algunos de ellos están bien perfilados pero no todos. He echado de menos que estuvieran más definidos algunos de esos personajes.
El ritmo de la narración cómo ya he comentado está bastante conseguido porque te atrapa nada más comenzar la historia. Está bien dosificada la intriga y hay bastante acción. El lenguaje es muy sencillo, muy coloquial, con frases hechas y coletillas que lo hacen muy creíble. Los diálogos fluyen y están logrados. Aunque yo creo que se nota un poco que el autor es guionista más que narrador, hay más rapidez, más escenas fijas unas detrás de otras.
La ambientación también está conseguida, se ve muy bien el ambiente de los pueblecitos del norte de España, ya que se desarrolla en un pueblo de Orense y que se trata de una historia actual. Está contado en forma lineal, el tiempo solo va hacia adelante, nos vamos enterando del pasado por los pensamientos de la protagonista.
“Y luego, cuando pasa, cuando llega el momento, es peor, mucho peor de todo lo que imaginaste y te das cuenta de que los ensayos no sirvieron para nada. Pero también, no sé cómo decirlo, por otro lado tampoco es para tanto. Qué cosas, ¿eh? ¿Cómo puede ser que sea más terrible de lo que imaginaste y a la vez no sea para tanto?”
El título es muy atractivo, con esa segunda persona del singular que parece que te está apuntando. Luego nos lo encontraremos al leer la novela, pero está muy bien escogido, una buena elección.
Lo que menos me ha gustado es que yo creo que es un poco previsible el desenlace. Me refiero a que te vas imaginando quiénes son los malos o el malo de la historia. También es verdad que al final te cuenta mucho sobre uno de ellos y de esa información no te da ni una pincelada a lo largo del desarrollo. Yo creo que tendría que haber dado alguna pista, para que no parezca que se saca de debajo de la chistera demasiados datos justo al final.
Pero en general me ha gustado porque me ha absorbido, tenía muchas ganas de seguir leyendo, de saber qué pasaba. Y no es fácil, aunque parezca según lo lees debido a su lenguaje sencillo, no es fácil atrapar al lector de esa forma.




Carlos Montero (Celanova, Orense, 1972), que publicó su primera novela, «Los tatuajes no se borran con láser», en 2012, es licenciado en Ciencias de la Información y trabaja desde 2000 como guionista de cine y televisión, en la que ha firmado series como «El Comisario» y «Física o Química» y ha adaptado las novelas «El tiempo entre costuras», de María Dueñas, y «Apaches», de Miguel Sáez.