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viernes, 31 de marzo de 2017

"Tú no eres como otras madres" Angelika Schrobsdorff





“Tú no eres como otras madres, no tienes las manos frías, ni canoso el cabello, y no me envuelves en grávidos cuidados”.

Terminé de leer "Tú no eres como otras madres" de Angelika Schrobsdorff.

Confieso que a mí me atrajo siempre el título de este libro. Me parece de lo más sugerente. Es cierto que además viene envuelto en muchas buenas críticas. Eso es peligroso, porque no siempre eso coincide con la visión de uno. Pero ahora me alegro de haberlo leído. Me he asomado al Berlín de antes y de después de la 2ª Guerra Mundial. He visto a los alemanes antes y después, los judíos antes y después. Y ha sido enriquecedor.

Pero vamos por partes.


En primer lugar hay que decir que no es ficción, sino es que una biografía, una autobiografía casi. Porque la autora ha contado la vida de su madre: Else Kirschner (Berlín, 1893 – Gauting, 1949).

Luego el argumento, o las memorias, cuentan la trayectoria vital de esta alemana judía, y escribo el "alemana" en primer lugar, porque así se sentía ella, y su familia. Una familia judía burguesa acomodada fue en la que nació a finales del siglo XIX. Vivió la primera guerra mundial, el periodo entreguerras y la segunda. Pero la protagonista pronto se rebeló contra las costumbres de su familia, que la habían buscado un judio maduro, y se enamoró de un poeta cristiano, y se casó con él y se independizó y fue repudiada a partes iguales... Luego frente a la desgracia familiar harían las paces. Pero ahí comenzó la vida de esta mujer que vivió intensamente los felices años 20 de ese Berlín que debía hervir en vida y actos sociales. No le importó nada tener a cada uno de sus tres hijos con un padre diferente porque ella quería tener uno de cada hombre al que amara, y no se le ponía nada por delante cuando de satisfacer sus deseos de libertad y sentir se trataba.


Mientras el III Reich iba ganando terreno y haciéndose fuerte contra todo pronóstico para esos alemanes un poco inconscientes. Luego vemos que además de la historia de una familia, es un libro histórico, un fresco de aquel tiempo, y creo que está tan bien ambientado, porque fue real, en ese espacio y tiempo que te llega.

Está contado en primera y en tercera persona. La primera persona de la protagonista y la tercera de su hija se van entrelazando de forma muy sincronizada. También por ello se nos ofrece un doble visión, un multiperspectivismo que nos ayuda a tener una visión más global.

Para mí el principio es lento, el arranque cuesta, pero después te va fascinando más la historia de esta mujer que no fue nada convencional, y más si sabes que existió de verdad. Cada vez este libro me iba gustando más, y tenía más ganas de continuarlo. La peripecia vital de esta mujer tan independiente, tan intensa, tan libre, y la de sus maridos, sus hijos, sus amigos, desde aquel Berlín, primero bullicioso y luego tan peligroso, a Sofía (Bulgaria) huyendo de la masacre, es lo que cuenta este libro. El cambio de actitud de la protagonista, su declive personal.

De ella dice la autora: aquella “mujer maravillosa con un hambre de vivir increíble, que siempre hacía las cosas como ella quería, a su manera”

La autora es la hija pequeña, nació en 1927, y es la que ha escrito ese devenir, primero por los recuerdos, después ayudándose por los testimonios de amigos y familiares y también de las cartas que escribía y recibía su madre. Está contado con un lenguaje sencillo, nada almibarado a pesar de ser madre e hija, claro que la historia no es para menos.

“En aquel mundo nazi mis padres hicieron de todo, todo tipo de tonterías para mantenerme alejada de lo que pasaba. Creían que era lo mejor para mí y yo no les guardo ningún rencor. Entiendo que lo hicieran. Ellos también estaban muy transtornados y no querían que aquella niña tan sensible supiese todo lo que estaba pasando en aquel momento”, confesaba en una entrevista reciente la autora antes de morir. Y, tras un suspiro, concluía: “Me aislaron de todo”. 

Esto de las lecturas es muy personal. Yo estas memorias vestidas de ficción las he disfrutado porque me ha permitido asomarme a aquel tiempo desde el punto de vista de los alemanes arios, de los alemanes judios, que no se estaban enterando de nada, que no querían enterarse de nada. Me ha gustado ver cómo evoluciona la vida de éstos últimos, cómo estalla su burbuja, y cómo tienen que escapar por salvar la vida, afortunados, mientras otros no tienen tanta suerte y mueren en campos de concentración. Esa unión de saga familiar y relato histórico me ha atrapado, además de que sus personajes, tan reales como la vida misma, eran de lo más interesantes.



2 comentarios:

  1. Gracias, jo Rocío, cada vez que leo tus entradas, me dan más ganas de leer los libros,de los que haces la reseña, sobre todo de aquellos que no he leído, Fíjate como será, que me he quedado con ganas de que escribieras más.!!Me ha encantado!!
    Y saber más cosas y máxime siendo una época que me apasiona enormemente.
    Un abrazo fuerte
    Feli.

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  2. Mil gracias Feli por tu comentario. Pero te aviso que alguien muy cercano a nosotras lo ha dejado porque no podía con él... Así es la lectura. Tan apasionante y tan personal. Y está bien que sea así porque peor sería la otra opción. Pero te agradezco muchísimo tu comentario y tu interés. Me anima mucho a seguir dedicando tiempo al blog. Un beso bien grande, Rocío

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