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lunes, 6 de junio de 2016

"Las sinsombrero" de Tania Balló



Acabo de terminar un libro que todas las mujeres deberíamos leer. Máxime si nos dedicamos a cualquier disciplina artística.  

Me estoy refiriendo a "Las sinsombrero" de Tania Balló. 

No es una novela. Es un reconocimiento, un homenaje a un grupo de mujeres que convivieron por edad y proximidad con los artistas de la Generación del 27, y que sin embargo apenas conocemos. 

Son mujeres que tuvieron relación con hombres de esta Generación, como los poeta Lorca o Alberti, con otros escritores con Juan Ramón Jiménez u Ortega y Gasset, con cineastas como Buñuel, o pintores como Picaso, Miró o Alfonso Ponce de León. Tuvieron relación porque compartieron amores o amistad con ellos. Trabajaron, vivieron, sintieron a su lado, pero los nombres masculinos nos han llegado a todos, sin embargo los femeninos se han ido perdiendo en el olvido. Incluso en las entrevistas que les han hecho a ellos, a la vuelta del exilio, o pasado ese tiempo tan creativo que fueron los años anteriores a la Guerra Civil, no aparecen, cuando estuvieron tan próximos por relaciones sentimentales, amistad, o de forma artística. 

Mujeres geniales que hay que recordar: Margarita Manso (1908-1960), Marga Gil Roesset (1908-1932), Concha Méndez (1898-1986), Maruja Mallo (1902-1995), Angeles Santos (1911-2013), María Zambrano (1904-1991), María Teresa León (1903-1988), Rosa Chacel (1898-1994), Ernestina de Champourcin (1905-1999), y Josefina de la Torre (1907-2002).



El nombre de Las sinsombrero viene de un gesto rompedor que hicieron en su día Maruja Mallo (pintora muy reconocida en Nueva York y Argentina, aunque muy poco aquí), Margarita Manso (también pintora y con quién dicen que Lorca tuvo un encuentro sexual y a quién dedicó un poema), el mismo Lorca y Dalí. Cierto día del 1927 tuvieron la idea de que ellas se quitarían el sombrero como signo de emancipación para atravesar la Puerta del Sol. En esa época fue toda una provocación y los que pasaban por allí comenzaron a apedrearles hasta que se metieron en el metro. 

Como vemos eran del mismo grupo de amigos, ellas se habían conocido en la Academia de Bellas Artes de San Fernando como a Dalí. 

Por otra parte, Gerardo Diego publicó una primera antología de poetas en el año 1932 en la que no aparece ninguna mujer. En el año 1934 publicó la siguiente, en la que incluyó ya a dos de éstas mujeres: Josefina de la Torre y Ernestina de Champourcín. Las dos únicas mujeres y porque venían avaladas por dos hombres influyentes, uno de ellos Juan Ramón Jiménez. ¿Cuántas veces hemos escuchado a hablar de estas poetas? Pues eran también de la Generación del 27.

Concha Méndez es quién lo contado: “… eso no se podía hacer, dice que le dijo además de  “Tú nos excluirás, pero yo debajo de esta falda llevo pantalones”. Aludiendo a su labor de editora junto a su marido, el también poeta Manuel Altolaguirre. Concha Méndez, fue también poeta.

También como literatas podemos hablar de Rosa Chacel (novelista) y María Zambrano (filósofa), discípula brillante de Ortega y Gasset. También escritora era María Teresa León, que emparejada con Alberti, llegaron a entrevistarse con Stalin para convencerle para que vinieran escritores revolucionarios a Madrid, sitiada en esos momentos.

Josefina de la Torre fue una artista polifacética, fue escritora y actriz, con 20 años la incluyó ya Gerardo Diego en su antología de 1934 y su último papel como actriz fue en Anillos de Oro. La poetisa Ernestina de Champourcín, discípula de Juan Ramón Jiménez, es considerada una de las personalidades más brillantes del 27, aunque ni su propia familia lo sabía hasta que fue bien mayor, según cuenta su sobrino.

Marga Gil fue escultora, una buenísima y precoz escultora, que murió trágicamente, se suicidó muy joven, dicen de amor por Juan Ramón Jiménez. Y Ángeles Santos, también muy buena pintora, entre el surrealismo y el expresionismo, y gran amiga de Gomez de la Serna.

Sus biografías, con todo detalle, son las que nos cuentan este libro.



Este libro es de esos que una tiene que tener cerca, para releerlo muchas veces, para que no se nos olviden estas mujeres que vivieron en una época muy dificil política y socialmente pero sin embargo muy, muy rica, casi efervescente creativamente hablando. A mí me resultan muy interesantes esos años tan prolíficos, tan ricos culturalmente hablando. Y fue en ésta época cuando ellas, que tenían tanto talento, lucharon por hacerse un nombre y un lugar en las artes.  

He disfrutado mucho con este libro, y lo he leído muy despacio en un intento de interiorizarlo lo máximo posible. Me ha dado la oportunidad de conocer a mujeres admirables de las que ni siquiera había oído hablar, o he profundizado en las vida de otras de las que solo conocía algún detalle. Que injusto ha sido el tiempo con muchas de ellas. La labor de investigación que ha hecho la escritora en torno a sus vidas buceando en entrevistas, en libros, en fotos, es muy de agradecer. Es nuestro pasado, nuestra historia, nuestra cultura.

Muy recomendable.


4 comentarios:

  1. Rocío, libro más que interesante, ciertamente son un puñado de mujeres que marcaron un antes y un después en la cultura de España y que es necesario reivindicar.

    Un beso amiga
    Javier

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  2. Me alegro de que te parezca interesante, yo creo que sí que lo es. Ojalá nuestra memoria nos guardara todo... Muchas gracias por tu comentario. Un beso

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  3. Muchas gracias por tus palabras Rocío. Sobretodo por ellas. Aún hay mucho por descubrir de las Sinsombrero. Un abrazo y gracias de nuevo.
    Tània

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  4. Muchas gracias a ti Tania. Es un libro necesario, es que has escrito. Un beso y mil gracias por tu comentario, Rocío

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