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jueves, 18 de agosto de 2011

Cuatro poemas para adultos de Gloria Fuertes



Ayer tropecé de nuevo con la poesía de Gloria Fuertes. Con esa poesía para adultos que a mí, que crecí oyendo sus poemas para niños, me sorprende y me emociona...

En julio hizo años que nació, vamos a recordarla releyendo algunos de esos poemas que tanto merecen la pena.


Escribo
Escribo sin modelo
a lo que salga,
escribo de memoria
de repente,
escribo sobre mi,
sobre la gente,
como un trágico juego
sin cartas solitario,
barajo los colores
los amores,
las urbanas personas
las violentas palabras
y en vez de echarme al odio
o a la calle,
escribo a lo que salga.



Algo sucede
Algo me pasa que en mi pecho existe.
Vuelan hormigas y discurren peces.
Suena la sangre y el tambor convoca.
Hay un incendio cerca de mi pulso.
De nuevo el tigre lanza su mensaje.
Tiene mi cama sed de otra figura.
Vuelven las venas a cantar presagios.
Torna el insomnio con sus mil disfraces.
Lavo mis manos para hacerlas suyas,
peino el cabello, río a las vecinas.
Y cuanto miro se convierte en agua.

¡Esto es amor y lo demás miseria! 





Las cosas, nuestras cosas...

Las cosas, nuestras cosas,
les gustan que las quieran;
a mi mesa le gusta que yo apoye los codos,
a la silla le gusta que me siente en la silla,
a la puerta le gusta que la abra y la cierre
como al vino le gusta que lo compre y lo beba,
mi lápiz se deshace si lo cojo y escribo,
mi armario se estremece si lo abro y me asomo,
las sábanas son sábanas cuando me echo sobre ellas
y la cama se queja cuando yo me levanto.
¿Qué será de las cosas cuando el hombre se acabe?
Como perros las cosas no existen sin el amo.





Sale caro, señores, ser poeta.
La gente va y se acuesta tan tranquila
−que después del trabajo da buen sueño−.
Trabajo como esclavo llego a casa,
me siento ante la mesa sin cocina,
me pongo a meditar lo que sucede.
La duda me acribilla todo espanta;
comienzo a ser comida por las sombras
las horas se me pasan sin bostezo
el dormir se me asusta se me huye
−escribiendo me da la madrugada−.
Y luego los amigos me organizan recitales,
a los que acudo y leo como tonta,
y la gente no sabe de esto nada.
Que me dejo la linfa en lo que escribo,
me caigo de la rama de la rima
asalto las trincheras de la angustia
que nombran su héroe los fantasmas,
me cuesta respirar cuando termino.
Sale caro señores ser poeta.

2 comentarios:

  1. Bueno como era esta mujer, me han gustado mucho esos poemas que has puesto, que realista y que buena escribiendo, tanto para mayores como para pequeños, lastima que se la recuerde tan poco, porque sus poemas para peque eran fantasticos.

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  2. La verdad es que sí, tanto sus poemas para los pequeños como los que tenía para los mayores están muy bien y deberíamos recordarlos a menudo. También sus cuentos para niños son muy originales y divertidos. Era una maestra escribiendo. Muchas gracias por tus comentarios María José, un abrazo, Rocío

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