Un blog de literatura y de Madrid, de exposiciones y lugares especiales, de librerias, libros y let

viernes, 29 de julio de 2011

Exposición "Retratos" en la azotea del Círculo de Bellas Artes hasta el día 31 de julio



No se necesita excusa para ir al Círculo de Bellas Artes de Madrid, siempre me ha gustado ese lugar, tan empapado de cultura y con esa elegancia añeja.

Pero además tiene el aliciente de su terraza. Cuánto me gusta. Siempre merece la pena. Ver el atardecer desde allí echarse sobre Madrid, con esa brisa que comienza a esas horas, qué gusto.

El fin de semana pasado volví a repetir la visita con la excusa (innecesaria cómo os decía) de ver una exposición de fotos que hay hasta el día 31. Por eso quería hablaros de ella hoy.

Se trata de una colección de retratos a cargo de los estudiantes del Master de Fotografía de la Escuela de Fotografía y Centro de Imagen de Madrid (EFTI).  Y están bien, la verdad. Algunas on muy curiosas.

Aún tenéis tiempo. 

Todavía estará el fin de semana. Y de paso que veis las fotos admirais ese Madrid que tiene a su alrededor el Círculo. ¿O era al revés? 

¿Se trataba de ver las fotografías y de paso Madrid, o de ver Madrid y de paso las fotos?




Ya sabéis que si hacéis doble click sobre las fotos se ven más grandes...

Esta era muy curiosa por lo actual, es un pantallazo del facebook...




















jueves, 28 de julio de 2011

Arcos de la Frontera y los escritores



Debe ser que de tanto trabajar y trabajar, me ha entrado nostalgia porque de pronto me he acordado de que no os había hablado de un pueblo que he vuelto a visitar (ya lo conocía) en estas últimas vacaciones.

Me refiero a Arcos de la Frontera en Cádiz. Bien bonito.

En lo alto de un desfiladero que hay sobre un río se agrupa y se derrama todo un pueblo blanco. Así es por fuera. Por dentro es un laberinto de calles muy estrechas que suben y bajan adaptándose al cerro en el que están, alternándose las casitas blancas con las fachadas de casas más señoriales.  Y en lo más alto una plaza con la Iglesia, el Parador, algunos monumentos más y una vista preciosa.

Por supuesto que merece la pena ir. Pero además es que a lo largo de sus calles había un montón de cartelitos con poemas dedicados al pueblo que es lo que yo en definitiva os quería enseñar...















miércoles, 27 de julio de 2011

"La llama" de Arturo Barea


El último libro que he terminado de leer ha sido la tercera parte de "La forja de un rebelde" de Arturo Barea, el que se titula "La llama".

En este libro, que termina con la saga, Barea nos habla de los años de la guerra civil española. Sobre todo del sitio de Madrid. Ahora que uno pasea tan bien por la Gran Vía madrileña atestada de coches y peatones la verdad es que cuesta pensar que durante mucho tiempo, muchos meses, el frente de batalla del asedio de Madrid estaba a muy pocos kilómetros y cada dos por tres estaba siendo bombardeada. De hecho se la conoció como "Avenida de los obuses".

Arturo Barea nos cuenta en primera persona como fueron aquellos años, y mientras lo hace vas viendo como la decepción se va apoderando de él, y mientras se va derrumbando España dividida en dos posturas irreconciliables, también lo va haciendo él a la vista de tanta violencia:

"Le hablé de la guerra, repugnante, porque enfrentaba a hombres de la misma sangre unos contra otros, en una guerra de dos Caínes. Una guerra en la cual sacerdotes eran fusilados en las afueras de Madrid, y sacerdotes daban su bendición al fusilamiento de pobres labradores (...) Millones como yo, que amaban a sus gentes y a su pueblo, estaban destruyecto o ayudando a destruir, aquel pueblo y aquellas gentes tan suyas. Y lo peor es que ninguno de nosotros tenía el derecho de permanecer neutral..."

Comienza la narración cuando nos cuenta el autor que se ha comprado una casa en un pueblecito de Toledo, en Novés. Allí es donde se ve inmerso a pequeña escala en el conflicto que se está viviendo en toda España. Las contradicciones de la República, con buenas intenciones, pero que no llegaba a todos. Y en la sombra los más poderosos conspirando para que hubiera un golpe de Estado. Barea en ese pueblo está entre los unos y los otros, pero consigue organizar un mitin, subrayándose su postura de izquierdas.

La verdad es que vas leyendo y se puede percibir muy bien el momento que estaba atravesando España, como si hirviera, a punto de estallar. Las izquierdas estaban divididas y por otro lado la derecha junto con la Iglesia se preparaba para levantarse.

Arturo Barea, pertenecía a la UGT, y trabajaba en el edificio de la Telefónica como censor de la prensa. Me ha gustado mucho saber de forma tan concisa lo que se hacía en la Oficina de Prensa que había allí establecida. A propósito de ésto Ignacio Martinez de Pisón tiene un artículo donde habla de ello, un artículo titulado "Un ejercito de poetas" del que os copio un par de párrafos porque habla de este libro de Arturo Barea:

"Parece ser que toda la documentación de la Oficina de Prensa Extranjera acabó perdiéndose. Sé de algún investigador que ha tratado infructuosamente de localizarla en diferentes archivos, y es una lástima porque la información allí contenida sería de gran utilidad para los historiadores que tratan de reconstruir la experiencia de los corresponsales extranjeros durante la Guerra Civil. La Oficina de Prensa Extranjera era el negociado oficial por el que todo periodista o escritor extranjero estaba obligado a pasar. Allí conseguía la pertinente acreditación y solicitaba todo aquello que pudiera necesitar para su trabajo: guías, intérpretes, autorizaciones, pases para el frente, entrevistas con personalidades republicanas...
Sin esa documentación, el historiador debe recurrir a otras fuentes vinculadas a la Oficina, y entre ellas destacan los libros autobiográficos de Constancia de la Mora y Arturo Barea. «Connie» de la Mora, que empezó a trabajar en la Oficina a comienzos de 1937 y no tardó en dirigirla, recuerda en Doble esplendor la atmósfera que se respiraba en aquellas dependencias, una atmósfera en la que la entrega y la fe de los colaboradores trataban de compensar la improvisación generalizada y la precariedad de medios. Pero la sección del libro consagrada a la guerra está llena de calculados silencios, y de todo lo que cuenta sobre esa etapa lo más interesante es su descripción del funcionamiento mismo de la Oficina, que ejercía a la vez labores de propaganda y de censura..."


En "La llama" desde esa posición privilegiada en plena Gran Vía que tenía el trabajo de Arturo Barea, nos va narrando al principio los primeros días de guerra en Madrid, cuando aún nadie era muy consciente de lo que estaba pasando y todavía la gente sale a comer el domingo al campo (como él y su amiga), o a la verbena... Sin embargo, poco a poco con tantos tiroteos en las calles o los bombardeos que comienzan no les queda más remedio que hacerse a la idea. Y comienza el desastre del asedio.

Aunque políticamente ya lo era. La Republica dividida, sus Ministerios totalmente ineficaces, los milicianos descontrolados. El pueblo quiere luchar por mantener la República pero los de arriba les decepcionan. También habla Barea de la "no intervención" de los países europeos.

"Nuestras órdenes eran más que simples: ¡teníamos que suprimir todo lo que no indicara una victoria del Gobierno republicano! (...) Pero cuando me enfrenté con los periodistas, me encorajinó la seguridad cínica con que daban nuestra derrota por cierta..."

A mí, claro lo que me gusta también de este libro, es cuando desde su puesto en la Oficina de Prensa Extranjera Barea habla de conocidos escritores. Os dejo con otro párrafo del artículo de Martinez de Pisón donde también alude a ésto:

"Por su parte, Arturo Barea (que acabaría detestando a Connie por su dogmatismo comunista) quedó al frente de la Oficina de Prensa Extranjera madrileña cuando, en noviembre de 1936, el Gobierno republicano se trasladó a Valencia, y en La llama, tercer volumen de La forja de un rebelde, nos dejó un pormenorizado relato de sus experiencias de la época. Por sus páginas desfilan los nombres de algunos corresponsales extranjeros. Aparece Ernest Hemingway presentándole a la que sería su tercera mujer, Martha Gellhorn: «Ésta es Martita. Tratadla bien, que escribe para Collier's. Una tirada de un millón...». Aparece John Dos Passos, «que hablaba de nuestros campesinos con una comprensión gentil y profunda». Aparece Josephine Herbst, que sería una espectadora privilegiada de la ruptura de la antigua amistad entre Hemingway y Dos Passos."
(Ignacio Martinez de Pisón "Un ejercito de poetas")

Y lo que se ve muy bien es la vida cotidiana durante la guerra, muy bien te puedes hacer una idea con las descripciones que se hacen en el libro. La violencia en las calles, la brutalidad de los bombardeos, los caídos en plena Gran Vía al cruzar la calle, el hambre que estaban pasando los madrileños, en intenso contraste con las visitas de las damas de la alta sociedad inglesa que venían de turismo. Eso es lo que más me gustaba del libro, lo bien que refleja cómo era la vida cotidiana en tiempo de guerra.

"Un día en mi desesperación, llevé conmigo a María para investigar el daño que había un solo avión Junker volando bajito sobre las casuchas de Vallecas en la tarde del 20 de enero y dejando caer un solo rosario de bombas..."

"...a las dos y cuarto de la madrugada me enfrenté con el micrófono en la cueva forrada de mantas y describí la trinchera de Carabanchel en la que nuestros hombres se habían instalado desalojando a la guardia civil de ella. Describí los refugios apestados a través de los cuales me había llevado Ángel, la carroña podrida del burro encajada por fuerza entre los sacos destripados, las ratas, los piojos, y la gente que allí vivían y luchaban..."

"...la muchacha que se asomaba a la portería de piedra e invitaba a las gentes a refugiarse allí porque su abuelito había hecho lo mismo hasta que una granada lo había matado..."

Es autobiográfico como los otros dos libros. El estilo del escritor es realista, objetivo, sin alardes ni adornos literarios de ningún tipo. Entonces tiene un valor testimonial. Claro, puesto que es una autobiografía, tiene unos condicionantes subjetivos que no se pueden evitar. Pero la intención clara de Arturo Barea al escribirlos era contarlo de la forma más realista y fiel posible y yo creo que en buena parte sí que está muy conseguido a juzgar por todos los datos que aporta.

Confieso que ya tenía ganas de terminar la saga, y este libro en particular. Ya estaba un poco cansada de tanta guerra en las últimas páginas. Pero reconozco que para quién quiera profundizar en este período de nuestra historia, es un libro muy recomendable, un testimonio de primera mano de aquellos años.

Porque aunque sí es cierto que estaba ya deseando terminármelo, yo estoy contenta de haberme leído los tres libros. Creo que he aprendido muchas cosas que no sabía. Me ha gustado mucho saber de aquel Madrid, cómo vivían, o más bien cómo a duras penas sobrevivían. Debió de ser horrible. Es muy curioso, y más que curioso tremendo, el contraste con otras ciudades, que se ve claramente cuando el autor viaja a Valencia a donde se había trasladado el Gobierno Republicano, era como si de pronto allí ya no hubiera guerra...

En fin, que si os interesa este tema, ya sabéis...

Perdonadme por la extensión de la entrada, pero es que no podía parar de escribir... 

martes, 26 de julio de 2011

"Tacañería y tosquedad y pereza" Un artículo de Javier Marías





Por si acaso no lo habéis leído, tenéis que leer el artículo de Javier Marías que salió en el periodico El País este último domingo.

Va sobre el lenguaje que se utiliza hoy en día. A mí me ha gustado mucho, qué bien escribe este hombre...


JAVIER MARÍAS LA ZONA FANTASMA

Tacañería y tosquedad y pereza

JAVIER MARÍAS 24/07/2011
     
          
      Creo haberlo contado alguna vez: cuando mis hermanos y yo éramos adolescentes, teníamos la tendencia a contestar a mis padres con monosílabos o poco más (reconozco que yo me llevaba la palma), como por otra parte es y ha sido propio de casi todos los chicos en la edad ingrata. No era sólo que no quisiéramos dar parte de nuestras andanzas (ya saben: "¿Dónde vas?" "Por ahí". "¿De dónde vienes?" "De por ahí"), sino que nos cansaba y aburría dar respuestas articuladas, así que las reducíamos a "Bueno", "Vale", "Ya", "Que sí" o incluso a algún gruñido. Y recuerdo que mi madre, ante tanta desgana, nos reprochaba: "No seáis tacaños con la lengua, por favor. Es lo último. No seáis perezosos con las palabras; ni que hablar bien costara dinero". La pobre tenía la batalla perdida en aquella época, porque, en efecto, a esa edad los chicos no sólo se convierten en holgazanes, sino que sienten que está mal visto entre sus compañeros expresarse con propiedad, hacer uso de un vocabulario preciso y amplio, y, aunque estén en posesión de él, prescinden avergonzados, no los vayan a tomar por redichos o raros. En la adolescencia el temor a la manada es enorme, hay pánico a ser rechazado. Por eso los quinceañeros suelen ir vestidos igual, se aficionan obedientemente a las mismas cosas, utilizan los mismos giros y abrazan una especie de dialecto limitado, todo con el solo propósito de que los demás oigan su grito: "Eh, ¿no veis que soy de los vuestros?" En lo que se refiere a la lengua, se retrocede voluntariamente a una fase cuasi gutural, inarticulada.
         
"Cada vez hay más gente adulta a la que le da reparo comunicarse con claridad y exactitud
Por lo general esa fase terminaba al cabo de unos años. Hoy ya no es así, y constituye una prueba más de la infantilización inducida o deliberada del mundo. Cada vez hay más gente adulta a la que le da reparo mostrar un buen dominio de la lengua, hacer gala de un léxico rico, comunicarse con claridad y exactitud, lo cual lleva rápidamente a que dé lo mismo lo que se diga, con el pretexto de que en todo caso "se me ha entendido". También se entendían en lo fundamental los prehistóricos que carecían de lenguaje. El desarrollo y perfeccionamiento de éste, su progresiva sutileza, han sido sin embargo el mayor logro de la humanidad, al que los actuales humanos -por lo menos los españoles- parecen deseosísimos de renunciar. Hasta el punto de que leí hace poco en una novela: "Fue incapaz de gesticular palabra". No sé si era un escritor al que le sonaba "-ticular" para esa expresión y tanto le daba el verbo que eligió como "articular", o bien uno ya convencido de que, a este paso, las palabras serán pronto sustituidas por los gestos y las señas, regresándose así a la noche de los tiempos.
Una de las más claras muestras del deterioro de nuestra lengua es el desconocimiento existente -entre políticos, periodistas, locutores de telediarios, a los que se presupone cierta formación- de los verbos específicos de cada cosa. Por algo los hay, pero están cada vez más barridos del habla de nuestros contemporáneos. De la misma manera que un gato no ladra ni un perro maúlla, que un elefante no croa ni una rana barrita, hay sustantivos que necesitan un verbo determinado. Hoy, "dar" o sobre todo "hacer" valen para todo. En español nunca se "da" un discurso, como se hartan de decir en las noticias (en inglés sí, y probablemente de ahí viene la plaga, de los millares de traductores pésimos en activo), sino que se pronuncia, o coloquialmente se suelta o se larga. La corresponsal de TVE en Londres se quedó tan ancha tras comunicarnos que "Cameron ha hecho un mea culpa". ¿Ha hecho? Un mea culpa se entona, o si acaso se expresa, pero jamás "se hace". He oído que alguien "había hecho un buen polvo" (por "echado", se sobreentiende), y pedir -posible catalanismo, en este caso-: "Anda, hazme un beso". Hay una serie de verbos absurdos que se utilizan para todo y que han eliminado a otros mejores. Todo el mundo hoy "traslada" lo que sea, su malestar, su opinión, su postura, sus condolencias, un mensaje, cuando ese verbo, justamente, implica más bien un desplazamiento físico. Nadie comunica, ni transmite, ni hace partícipe, sino que sin cesar "traslada". Otro tanto ocurre con "compartir": "Comparte con nosotros tu experiencia", en vez de "Cuéntanosla"; o "No comparto el veredicto", en vez de "No lo apruebo" o "No estoy de acuerdo". Lo de "escuchar" por "oír" (esa catetada) ya clama al cielo. Cuando a Bisbal se le quebró la voz en un concierto, la locutora dijo que "Se vino literalmente abajo", y yo no lo vi por los suelos. Hay más ejemplos; hasta "Se quedó literalmente muerto" he oído. ¿Qué creerán que significa "literalmente"? Todo se mezcla: una redactora de TVE afirmó que tal ciclista "conoce los Alpes como anillo al dedo", luego supongo que a ella un regalo oportuno "le vendrá como la palma de su mano". Escritoras renombradas confunde "éste" con "aquél". Y en el programa único de Tele 5 apareció en pantalla esta pregunta para los espectadores: "¿El servicio ha actuado de chivo expiatorio?" Se referían a los criados de alguien, que por lo visto se habían dedicado a espiar, que no a expiar, al señorito, y sin disfrazarse de cabras. Lejos aquellos tiempos en que, como me recordaba hace poco Antonio Gasset, la gente se escandalizaba de que el Doctor Cabeza, Presidente del Atleti, reaccionara indignado ante la pregunta: "¿Se considera un chivo expiatorio?" "Alto ahí", contestó el médico. "Por ahí no paso, por que me llame chivo". ¿Cómo va a escandalizarse hoy nadie, si imperan la tacañería, la tosquedad y la pereza lingüísticas que nos reprochaba nuestra pobre madre cuando nos tocó ser mastuerzos? El mundo pertenece hoy a éstos, sólo que son adultos.



lunes, 25 de julio de 2011

Antonio López en el Thyssen



Tengo pendiente hablaros de muchas cosas: exposiciones, libros, lugares... Se me amontona el trabajo... Es lo que tiene el verano, entre la piscina, las terracitas, la galbana... Por cierto ¿Sabéis que galbana también es un tipo de guisante pequeño? Pues sí...

Bueno a lo que íbamos. 

El domingo pasado estuve en la exposición de Antonio López en el Thyssen. Me gusta ese Museo (aunque os confieso que solo he ido a exposiciones temporales, nunca a verlo por dentro... No tengo perdón ya lo sé) y me gusta Antonio López, así que... tenía que ir.

La exposición tiene como diez capítulos: Memoria, Ámbitos, Madrid, Gran Vía, Árbol, Desnudo, Personajes, Interiores, Alimentos y Proyectos. Aunque está primero dividida en dos partes. En la parte de arriba se puede ver lo relativo a tres grandes temas: La ciudad, el árbol y la figura.

Atocha 1964


De esta parte a mí me gustaban los cuadros de la ciudad (mis preferidos, Madrid, siempre Madrid) y los de figuras. Tengo que reconocer que los que menos me gustan eran los del árbol. Éstos eran más de dibujos.  Y muchos bocetos. Porque no os he dicho que en esta exposición se puede ver tanto pintura, como escultura, como dibujo. 

Sus esculturas me gustan mucho. Tanto las de los bebés, como las de su hombre y su mujer. Tan incisivo con las proporciones humanas.

María dormida 1964


En la segunda parte de la exposición, en la planta de abajo, hay una especie de retrospectiva general de toda su obra. Comenzando por varios de retratos de parejas (sus abuelos, sus padres...) en los que no se por qué, la cara del hombre está menos nítida que la de la mujer. Después hay cuadros de su mujer. Y luego están expuestos varios cuadros de interiores sin personas, más objetivos, más realistas.

Después vienen los alimentos. Luego más tarde una parte dedicada a las flores, y una última dedicada a las cabezas de sus nietos. En lo que está trabajando ahora.

Yo siempre me quedo de Antonio López con sus cuadros de Madrid. Me gustan mucho. Todas esas casas repitiéndose hasta el infinito, pero con muchísimo detalle y mimo. Esas calles vacías e imposibles. He leído que "siempre va aplazando el trabajo sobre todo aquello que se mueve (las personas, los coches...)". Muchas de las obras que se exponen aún no están terminadas. También he leído sobre ésto lo que dice el pintor de dejar el trabajo y reanudarlo "una gimanasia de años muy unida al carácter de mi pintura".

Gran Vía 1974-1981


También me gustan mucho sus esculturas, ya lo he dicho. No me cansaría de mirarlas.


Hombre y Mujer 1968-1994


Aunque reconozco que me hubiera gustado ver muchas más obras. No sé, se me hizo algo escasa la exposición. Me hubiera gustado hincharme a ver cuadros de él, la verdad. Es lo que tiene el ansia, cuando algo te gusta... y con lo poco que se deja ver.

Pero vamos,  muy recomendable. A mí me gustó mucho.

Os dejo con un enlace a un vídeo y a un artículo donde precisamente el autor habla de que en la exposición hay algunas obras inacabadas que él piensa que deben estar:


Y otro que me gusta mucho en el que se ve a Antonio López pintando Madrid, más chulo...



Museo Thyssen-Bornemisza
Paseo del Prado, 8. 28014 Madrid.
Del 28 de junio al 25 de septiembre de 2011.
Horario
De martes a sábado de 10.00 a 23.00 h. Domingos, de 10.00 hasta las 19.00 h.
10 euros.



viernes, 22 de julio de 2011

De las palabras y la vida de Granada...

Este cartel estaba en la pastelería que había justo al lado de nuestro hotel.


Tengo debilidad por las palabras ya lo sabéis. Y por extensión debilidad por las frases, por los títulos, por los carteles, por los nombres de las tiendas...

Cuando voy por la calle, no puedo evitar querer retener con mi cámara todos los carteles que me llaman la atención. Sobre todo cuando destilan las costumbres, el lenguaje, la vida cotidiana de ese momento. Me encantan.

Tenía todavía algunos de cuando estuve en junio en Granada que no os había enseñado.

A veces es que se acumulan las posibles entradas en mi cabeza y no veo el momento de subirlas al blog.

Pero bueno poco a poco ¿no?








Estas dos fotos son de una tienda que vimos por la noche en una placita de Granada. Enseguida un amigo me dijo: "Mira Rocío que a tí te gustan éstas cosas..." Y me la traje. Es gracioso el título ¿verdad? al estilo de las tiendas de "Desavío" que vi por Huelva el año pasado.


Y al fondo de la placita un montón de granaínos celebraban a grito pelado que su equipo había subido a primera. Al día siguiente por Granada podías encontrarte miles de señales de la juerga y la alegría. Aquí tenemos hasta el cartel de un menú... ¡Los humanos que somos así....!




jueves, 21 de julio de 2011

De premios a los blogs...


Esta vez el premio ha sido al blog no a mí. Qué gracia...

Quiero darle las gracias desde aquí a Marina ( http://delecturayotrascosas.blogspot.com/) por pensar en mi blog desde Cádiz ( jo, quién pudiera estar allí) como uno de los que se merecen su premio.

Muchísimas gracias!!!

Y cómo hay que pasárselo a alguien... Yo quiero pasárselo al blog:

Al tratarse de un premio a la creatividad, es el primero que me ha venido a la cabeza, así que se lo merece. ¡¡Espero que te guste!!

miércoles, 20 de julio de 2011

"Lo que se lee sin esfuerzo ninguno..." La frase del día de Jardiel Poncela





Lo que se lee sin esfuerzo ninguno,
se ha escrito siempre con un gran esfuerzo.



Enrique Jardiel Poncela



martes, 19 de julio de 2011

Un premio de relato en Valencia ¡Bieeeeen!



Pues es que ayer me dieron una buena noticia... y he pensado que ¡cómo no os lo iba a decir! a vosotros que siempre estais ahí al otro lado.

Allá va...

http://www.valencia.es/valencia/noticias/NOTICIA_020373?lang=1&seccion=5&nivel=5_2_3&temId=3


El X Certamen de Narrativa Breve, que organiza la Concejalía de Bienestar Social, ya tiene ganador. El jurado calificador ha elegido esta mañana el relato presentado por el autor mallorquín Javier Serra como el mejor de las 89 narraciones presentadas a concurso.

Así lo ha dado a conocer hoy la Delegada de Bienestar Social e Integración, Marta Torrado, tras la reunión de deliberación que ha presidido en la sede de la Concejalía. Javier Serra se ha alzado con el primer premio de este certamen, que alcanza ya su décima edición, con el relato titulado “Un motivo para sonreír”, donde recrea un diálogo entre la Mona Lisa y la actriz hollywoodiense Elizabeth Taylor.

El jurado ha elegido, además, los trabajos que recibirán el segundo y el tercer premio y que han correspondido a los presentados, respectivamente, por Rocío Díaz, de Madrid; y Ana María Marcos, de Valencia. La autora madrileña ha presentado una narración titulada “Los juegos de las niñas sabias”, cuyas protagonistas son famosos nombres propios de la Historia del Arte, mientras que el relato de la valenciana Ana María Marcos, “Fausto”, se centra en la ilusión por el trabajo de una artista fallera.

Los tres ganadores serán informados del fallo y, el próximo 26 de septiembre, recibirán sus galardones en un acto que se celebrará en el Hemiciclo Municipal. El primer seleccionado recibirá, según establecen las bases del certamen, un premio de 1.500 euros, la segunda obtendrá 750 euros y, finalmente, la ganadora del tercer premio recibirá 500 euros.

El jurado calificador, presidido por la Concejala Marta Torrado, ha contado con la presencia de Silvia Cardenal, Directora de la Universidad Popular; Vicent Anyó, del Gabinete de Normalización Lingüística; la escritora Leonor López Auster; y José Garnería, responsable de la Oficina Técnica de Exposiciones de la Concejalía de Cultura.

Como es conocido, la convocatoria de estos premios se realiza en el marco de los actos de conmemoración del 8 de Marzo, Día Internacional de la Mujer que cada año lleva a cabo el Ayuntamiento, a través de la Concejalía de Bienestar Social.

Además de los 3 premiados, el jurado ha seleccionado otros 12 relatos, de los 89 presentados, que serán publicados, como en años anteriores, para dar a conocer las aportaciones literarias y las reflexiones sobre el mundo de la mujer, en esta ocasión en su relación con el arte.

La Concejala Marta Torrado ha felicitado a los ganadores, y ha destacado la calidad de los trabajos presentados, que se incrementa cada año, así como el número de participantes y la proyección de la convocatoria. En esta edición, además, se ha visto aumentar el número de relatos presentados en lengua valenciana, con un total de seis.

Durante esta década de Premios de Narrativa Breve se han abordado numerosos aspectos relacionados con el mundo femenino. Desde la reflexión sobre la propia imagen del cuerpo femenino, hasta la presencia de la mujer en el deporte, la discapacidad de las mujeres, o el papel femenino en diferentes partes del mundo, entre otros temas.

lunes, 18 de julio de 2011

"Retrato de un hombre inmaduro" de Luis Landero




Se me había quedado atrás ésta entrada que había medio hecho en su día del libro "Retrato de un hombre inmaduro" de Luis Landero.

He pensado que ya que estaba medio hecha se merecía su lugar, aunque después de este libro me haya leído dos o tres, o cuatro casi, no la iba a dejar sin colgar ¿no? Pobrecilla...

Así que aquí os la dejo.


Se trata de una reseña sobre la última novela de Luis Landero (Alburquerque, 1948).

El argumento cuenta la historia de un hombre de 65 años que en una noche de hospital (quizá la última de su vida) evoca vivencias personales y le cuenta a alguien —según parece, a una mujer— los acontecimientos más importantes de su vida, los que merecen reflexión.

Por tanto la historia no está contada de modo lineal, ya que su memoria da muchos saltos en el tiempo y elude sucesos menos relevantes o los pasa con una breve alusión. Y por tanto el paso de un suceso a otro es aleatorio según le dice la memoria, pero al lector el autor se los divide en espacios en blanco para facilitarle la lectura.

Está dividida la historia en siete capítulos sin título ni numeración alguna, dividido en esas escenas que ya os he comentado donde se van recogiendo los distintos recuerdos.

A mí de esta historia sobre todo me gusta la forma en que es es contada. El protagonista está claro que es un antihéroe, un ser inseguro, inmaduro, desorientado... (de ahí el título), que se intuye no va a terminar muy bien... Ha sido botones, periodista en una revista de su barrio madrileño de Chamberí y tendero con una papelería, habiendo querido ser pastor (“sin nada que guardar”, pág. 152)... De todo.

Pero tiene muchas dosis de humor, y de vez en cuando te sorprende la historia con escenas que te dejan perplejo por su surrealismo y su originalidad. Por ejemplo la historia del minusvalido que busca a alguien para que le lleve a la manifestación ¡cómo te sorprende luego...!

Sí, tengo que destacar que tiene una riqueza de personajes dignos todos de ser protagonistas. Porque junto a nuestro protagonista antihéroe, tenemos a varios que son para nota, como la del nómada con vocación de sedentario en contraste con el fontanero impostor que cambiaba de barrio pero sin llevar herramientas. Solo por citar alguno más.

“A mí lo que me parece interesante es el mundo, el asistir gratis al espectáculo de los demás.”

Yo creo que lo mejor de esta novela es ese ritmo con que va fluyendo, sucediéndose los recuerdos según van saliendo de la mente de su protagonista, un poco sin orden ni concierto. Pero eso le da a la lectura una agilidad que la hace muy entretenida.

Por otro lado de fondo está tocando temas tan importantes como el dinero, el tiempo, la vida, la muerte... las contradicciones y la conciencia. Una conciencia llena de contrastes que podría ser la que tenemos cada uno de nosotros habitualmente dándonos toquecitos de atención desde dentro. Y sobre todo, ya he dicho, el paso del tiempo y la pregunta interior y machacona de si lo hemos aprovechado bien. Claro con ese tema de fondo cómo no me iba a gustar a mí, que es una de mis principales obsesiones.

Está contado en primera persona, lo cual te hace que te puedas sentir muy identificado con la historia.

A mí me gustó, la verdad. Hombre no es que sea inolvidable, de hecho en algunos momentos yo le hubiera quitado digresiones al texto, creo que está un pelín inflado de ellas, claro es mi opinión. E incluso la del protagonista en varias ocasiones:

“Bueno, supongo que porque así es mi vida, porque voy y vengo y no sustancio nada” ... Ya he vuelto a perder el hilo de la historia”,  “Bueno, si es que esto es una historia” . “¿Por dónde seguir en esta aldea en ruinas que es la memoria al cabo de los años?”

Pero está entretenida y sobre todo es que me gusta mucho cómo escribe Luis Landero. Ese tono coloquial y sin embargo depurado que tiene. Esa forma de escribir que pronto ves tan cuidada. Esa forma tan fluida de mezclar todos los estilos, el directo con el indirecto, la prosa con los diálogos... la narración con la reflexión.

 En fin... que en cuanto tenga oportunidad me leeré alguna que otra obra suya que me llama la atención.





Luis Landero, que se dio a conocer hace veinte años con el Premio Nacional de Narrativa y de la Crítica que le supuso su novela Juegos de la edad tardía, a partir de cuya publicación se situó en el panorama literario actual, ha escrito también Caballeros de fortuna, El Guitarrista y Entre líneas: el cuento o la vida, entre otras obras. Ésta es la última "Retrato de un hombre inmaduro".

viernes, 15 de julio de 2011

Casa Museo de Miguel Hernández en Orihuela







Hace un par de entradas os contaba que este verano he estado en la Casa de Alberti en el Puerto de Santa María. http://rociodiazgomez.blogspot.com/2011/07/la-casa-de-alberti-en-el-puerto-de.html


Pues algunos días más tarde, he visitado la Casa de Miguel Hernández  (Orihuela, 1910-1942) en Orihuela. Este verano de pura casualidad resulta que estoy visitando varias casas de escritores famosos, hace un mes más o menos estuve en Granada y visitamos las de Lorca (también os lo dije en varias entradas).

Claro cada casa tiene su encanto y sus particularidades.

En este caso se trata de una casa mucho más modesta, que no tiene nada que ver por ejemplo con la de Juan Ramón Jiménez en Moguer, que visité el verano pasado. Quizás tiene más que ver con la natal de Lorca en Fuente Vaqueros. Con ésta sí que se podría establecer alguna similitud.

La Casa de Miguel Hernandez es la que habitó el poeta junto a sus padres y sus hermanos en lo que llamaban la Calle de Arriba 73, que ahora se llama Calle de Miguel Hernandez. Fue restaurada en el año 85 y desde ese momento convertida en museo.

Es un típica casa de pueblo con escasas habitaciones provista del mobiliario y el ajuar de entonces. También hay fotos por todas partes de distintos momentos de la vida del poeta y de su familia.

A mí la cocina me gustó mucho, podéis verla en las fotos.












Al fondo de la casa tenemos acceso al huerto. Ese huerto de sus poemas. En él hay un pozo y una pila para lavar. También en otro rincón hay un lugar para guardar la leña y al lado un pequeño aseo.

El huerto está distribuído en forma de terrazas. Subes unas escaleritas y das a donde estaban los animales. Y de ahí subes otra vez y vas a dar al pedacito de patio donde está su famosa higuera, enorme.

En las fotos os podéis hacer una idea.






Está bien la casa. Es curiosa. Muy típica y modesta.

En la foto superior de la entrada podéis ver que estaba situada en una plaza grande donde estaban otros edificios más dedicados al estudio de la obra del poeta.

Si pasais por Orihuela no dejéis de verla. La visita se hace en nada y yo creo que merece la pena. Además es gratuita, por ahora es la única casa de escritores que he encontrado que es gratuita.

Y muy cerca, prácticamente al lado está el Colegio de los Dominicos, mirad si está abierto porque también se puede visitar su Iglesia, que no es para el público en general sino solo para los alumnos, y es preciosa, merece mucho la pena verla, así como los claustros.

En general Orihuela merece la pena ser visitado, tiene bastantes lugares para visitar, y una zona peatonal algo monumental muy agradable para pasear.

Así que ya sabéis si este verano pasais por allí... bueno o en cualquier otra estación, no dejeis de visitar esta casa, os llevará poquito tiempo pero merece la pena. Solo de pensar que allí comenzó la vida de Miguel Hernández...




miércoles, 13 de julio de 2011

"Una ola con sabor a pez" de Nuria Riera Carrillo


 

 Un libro para leer sin buscar la gran historia... solo hay que ir dejándose llevar por él, sumergirse despacito  en sus pocas páginas como si te metieras en el mar y mientras te acunan las olas que alguien comenzara a contarte esta historia... Un mar con un faro al fondo pintado de rayas, con pulpos que comienzan hablando, con niñas que se llaman Isla. 

Un libro para leer con los sentidos abiertos de par en par, UN CUENTO. Eso es sobre todo, un cuento para adultos que quieren que les hablen de sentimientos, de la vida cotidiana, de personajes sencillos, de lo fácil que es caer y lo dificil que puede ser levantarse otra vez... pero no imposible.

Todo ello contado de una forma bastante original. Solo hace falta echar un vistazo al índice:
A de Antídoto
B de Babel
C de Caos
D de díscola...
...
R de Requetebien.

El argumento cuenta la historia de una mujer de 34 años, Mamen, que se ha caído al mar pero es rescatada a tiempo por una familia que vive en un faro y la ayudará a restablecerse y recordar... ¿Porque realmente se cayó al mar?

El tema es la soledad.

Pero los personajes me gustan tanto... Vale no hay un malo. Pero no hay un personaje malo porque la mala es la vida. La vida que te zarandea, que te pone la existencia patas arriba, que te maltrata. Por eso el resto de los personajes son de esos que te gustaría que fueran de carne y hueso, esos que un día  te gustaría conocer en cualquier esquina y conversar con ellos. 

Y la forma de contar la historia, la forma de contar la historia es tierna y tiene humor. Es original y profunda. Se alterna la prosa con los diálogos, diálogos de nota, sobre todo los que tiene con la niña Isla, con Pedacito como la llama Mamen.

Y para terminar, al ir leyendo de vez en cuando tropiezas con algunas frases como éstas que  no puedo evitar copiaros aquí:

Recupero el móvil de mi bolsillo y lo observo. Está sin batería, mudo. Solo hace falta que apriete un botón para saber cuánta gente hay en el mundo que quiere saber de mí. Pero lo que yo querría saber ahora es de cuánta gente quiero yo saber. ¿Dónde está el botón para eso? (pag. 57)

En los miedos más profundos hallamos nuestro ser más honesto, nuestra parte más temerosa, pero también la más fuerte; no puede ser de otro modo, puesto que lleva combatiendo con nuestros terrores toda nuestra vida y aún nos mantiene en pie... (pág. 118)

Espero que seas adoptada. Ser adoptada significa que había una lista larguísima de gente que te quería incluso antes de que nacieras...

Un cuento (la primera novela de esta autora) para lectores sensibles.

Una ola con sabor a pez
Nuria Riera Carrillo
Editorial Bartleby
161 págs.

martes, 12 de julio de 2011

"El que lee mucho..." la frase del día de Cervantes

 
 
"El que lee mucho y anda mucho, 
ve mucho y sabe mucho."

Cervantes

viernes, 8 de julio de 2011

La casa de Alberti en el Puerto de Santa María de Cádiz


La fachada de la casa de Alberti en la calle Santo Domingo, 25

Este verano de pura casualidad estoy visitando algunas casas de escritores. Hace nada estuve en las casas de Lorca de Granada, la de la Huerta de San Vicente y la de Fuente Vaqueros, de las que ya os he hablado en el blog.

La semana pasada estuve en la casa de Alberti en el Puerto de Santa María. La verdad es que si alguna vez estais allí (y os interesan estos temas, claro) no dejéis de visitarla. Porque merece la pena.

Por fuera, como veis en la foto de arriba, es la típica casa de estos pueblos andaluces blancos, con un toque de color (en este caso) azul añil. El tono del mar de Alberti.

Por dentro tiene dos plantas. 

En la planta de abajo hay una constante muestra de su obra gráfica. Cómo iba entremezclando el lenguaje con la imagen. Es una casa con muchísimo color en todos sus rincones. Y después hay una exposición con los momentos más destacados de su vida y de su obra. Tiene varias partes: 1902-17: años infantiles y adolescencia en el Puerto de Santa María. 1917-30: Traslado a Madrid de la familia Alberti-Merelló. Vocación inicial hacia la pintura. Residencia de Estudiantes. Premio Nacional de Literatura. Amistad con el grupo de poetas conocido como la Generación del 27. 1931-39: Matrimonio con María Teresa León. República y Guerra Civil. Compromiso social y político. Secretario de la Alianza de Intelectuales Antifascistas. 1939-77: El exilio: Francia, Argentina e Italia. Nostalgia de España y plena dedicación a la literatura. Retorno a la Pintura. 1977-99: Regreso a España. Diputado del PCE por Cádiz en las primeras Cortes Democráticas. Activa participación como poeta en la calle. Premio Nacional de Teatro y Cervantes de Literatura. Nuevo Matrimonio con María Asunción Mateo.

Y en la planta de arriba hay también una muestra de su obra gráfica, hay una parte dedicada íntegramente a su primera mujer María Teresa León, y una parte de biblioteca. 

Os dejo con varias de las fotos que hice para que os podais hacer una idea. La verdad es que fue una exposición muy interesante, un recorrido muy detallado y a la vez entretenido por toda su vida y obra de forma amena y coloreada siempre con sus palabras y sus dibujos de fondo.



Un detalle de la planta de abajo, hay muchísimas fotos y poemas muy coloreados

Un detalle de la planta de arriba de la casa.
De las cuatro estaciones, la primavera.


Aquí empieza la parte de la exposición dedicada a su vida

Claro hay muchas alusiones a Lorca, a su amistad.

De la parte de su vida cuando conoce a su mujer.


Éstas dos últimas fotos son una broma, un honor más bien, posar aquí para la posteridad con la Generación del 27...