Un blog de literatura y de Madrid, de exposiciones y lugares especiales, de librerias, libros y let

lunes, 21 de junio de 2010

"De sotanos y azoteas" Juan Carlos Fernández León


 El último libro que he leído ha sido "De sotanos y azoteas", el libro de cuentos ganador del Premio Tiflos de Relatos 2009. Ya os hablé de él, cuando os conté que estuve en la Feria del Libro a ver a su autor Juan Carlos Fernández León (http://rociodiazgomez.blogspot.com/2010/05/juan-carlos-fernandez-leon-escritor.html ), amigo de letras y sobre todo gran cuentista, que estuvo firmando ejemplares de esta obra el primer domingo que estuvo la Feria del Libro en Madrid.

De sótanos y azoteas ha sido publicado por la editorial Castalia, y tiene ahora el honor y sobre todo el orgullo de compartir publicación con buenos cuentistas del momento que ganaron otros años anteriores ese mismo premio.

Se compone de nueve cuentos, nueve historias de héroes de barrio, de personas normales y corrientes, de nuestro vecino de enfrente, de nosotros mismos. Porque cada una de esas historias podría ser la nuestra, tal es el grado de cotidaneidad del que están empapadas. Son casi todas historias de jóvenes de un barrio cualquiera de Madrid, de Hortaleza, que además es mi barrio. 

Así que eran muchos los hilos que mientras leía me ataban a esos cuentos, mi proximidad con su autor, mi identificación con un tiempo y con un espacio. Cuentos tan bien descritos, tan bien contados, que me permitian zambullirme de nuevo en ellos como si nunca hubieran pasado los años por mí.

Cómplices, Los imperdibles de la memoria, Se van a ver las navajas, De sótanos y azoteas, La alquería, Tatuajes, Los antagónicos, Diario de la operación masacre y Soneto, son los títulos de los nueves cuentos. Nueve cuentos madrileños, nueve cuentos con un poso de nostalgia, quizás de amargura en su  interior. Nueve arañazos para la memoria y el corazón, porque son historias que no te dejan indiferente, sino que casi te incomodan, te revuelven por dentro, te cogen de las solapas como si quisieran decirte: "Esto es la vida ¿sabes? es esto, así que espabila... y crece"

Qué bien domina Juan Carlos Fernández León la técnica del relato. Como usa y abusa de la primera persona y de la segunda para que nada más comenzar a leer tardes medio segundo en implicarte en la historia, en reconocerte en ella. "Acaba de salir el sol, Germán, y pienso en tí." Esta es la primera frase del primer cuento "Cómplices". "Pensé en el tatuaje cuando me vino a la cabeza la fecha de nuestro aniversario. Me pareció una idea, una solución digna al problema de los regalos..." Así comienza otro de los cuentos: "Tatuaje". ¿Os dais cuenta? Eso unido a su forma de narrar, mezclando la descripción con las reflexiones, ya te ha atrapado sin remedio: "El tío Leando aseguraba que por las venas de Mario corrían manantiales de leche, y se preguntaba a quién habría salido, a qué miembro de su familia le había copiado sus costumbres, esos hábitos de mirar las cosas de soslayo, como si estuvieran torcidas, como si les buscara un orden oblicuo muy distinto a su geometría natural..."( de Se van a ver las navajas).

Tiene un estilo directo, ágil, fresco, que resulta ameno y entretenido. Y aborda los grandes temas, el amor, la amistad, la complicidad, el incesto, la violencia, la nostalgia, el paso del tiempo... a veces tensándolos hasta casi retorcelos, hasta casi hacerte daño con las palabras, con las situaciones, con la historia, con los personajes, con su forma de ver el mundo y sentirlo, y otras sin que te des cuenta haciéndote sonreír.

Los personajes, como ya he dicho, son casi todos jóvenes, jovenes de barrio. O vecinos, vecinos de bloque. Y hábilmente Juan Carlos Fernández no solo los ha encuadrado en su propia historia, sino que los ha sacado de ella para introducirlos en alguna otra, consiguiendo una mayor unidad entre los relatos, una mayor visión de conjunto.


En cuánto a la forma tengo que confesar que me ha gustado mucho él último cuento: Soneto. Me ha parecido un gran acierto su división, tal y como correspondería a un verdadero soneto poético, en dos cuartetos y dos tercetos; división que a su vez se corresponde y se adapta perfectamente a las cuatro plantas de un bloque de vecinos.

Si queréis un libro de relatos dulces o amables no os leais este libro. Pero si queréis buena literatura, si queréis adentraros en un pedazo de vuestra realidad, si queréis sentir, oler, volver al barrio del que salisteis, volver a los ochenta y tantos, si queréis que os zarandeen por dentro con una forma cercana y al mismo tiempo hábil y exacta de narrar, por favor, no dejeis de leerlo.


Juan Carlos Fernández León (Madrid 1971) Se licenció en Filología Hispánica y actualmente es profesor de Lengua y Literatura en un Instituto. Colabora en las revistas Eñe, El Problema de Yorick y Cuaderno Sie7e. Por su narrativa breve ha obtenido los premios Miguel de Unamuno, el Nacional de Periodistas de Ávila y el Villa de Mazarrón. Fue finalista del Coseña Ñ 2009 y del Max Aub. De Sotanos y Azoteas es su primer libro publicado.

1 comentario:

  1. Un honor que hayas hablado tan bien del libro, Rocío, tus palabras aumentan, sin duda, la calidad de su prosa. Muchísimas gracias.

    ResponderEliminar

Tus comentarios me enriquecen, anímate y déjame uno