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lunes, 7 de junio de 2010

Biquini o bikini



Hoy no sé por qué, supongo que será por el calor, el verano, las ganas de refrescarnos, o no sé muy por qué o de qué hablábamos, pero de pronto uno de mis hermanos me ha preguntado si sabía de dónde venía la palabra biquini.

¿Y vosotros sabéis de donde viene?

Pues vamos a hacer un poco de memoria.

Si buscamos en el diccionario de la Real Academia Española encontramos:

biquini.

(De bikini).

1. m. Conjunto de dos prendas femeninas de baño, constituido por un sujetador y una braguita ceñida.

 
 
bikini.

(De Bikini, nombre de un atolón de las Islas Marshall).

1. m. biquini.



Efectivamente parece ser que la palabra biquini viene de bikini. En Julio de 1946, algo después de haber terminado la Segunda Guerra Mundial, EEUU decidió seguir con sus experimentos con bombas atómicas en un atolón de las Islas Marshal, llamado Bikini, al que consiguió deshabitar para siempre.

En 1947 cuando el ingeniero francés Louis Reard creó un traje de baño para mujeres de dos piezas el escándalo fue de dimensiones atómicas, tanto que no encontró a ninguna modelo que quisiera  dejarse fotografiar con él para la presentación, considerándolo como algo indecente, para lo cual tuvo que contratar a una bailarina de cabaret para poder mostrar su creación. Como eran de plena actualidad los experimientos en el atolón, de ahí el nombre con el que se quedó el traje de baño. Un acierto.



Ricardo Soca La fascinante historia de las palabras y Nuevas fascinantes historias de las palabras.


Carnes al sol

 A Pedro Zaragoza, alcalde Benidorm en 1957, intentaron excomulgarlo por permitir que las extranjeras se bañaran en biquini. Algunos ministros franquistas tenían una idea muy exagerada sobre los peligros que acarrearía  el uso de la polémica prenda en las playas españolas. El asunto llegó al Consejo de MInistros y Franco convocó al Alcalde, quién le explicó que era inútil oponerse a una prenda que se estaba extendiendo por el mundo entero y que ya vendían en los establecimientos más importantes de Madrid y que para prohibirlo tendrían que colocar a un municipal detrás de cada mujer. Franco le dió permiso para que lo fuera introduciendo poco a poco. Sin embargo, el gobernador insistía en prohibirlo y el alcalde imponía multas que él mismo pagaba después en el Gobierno Civil.

Rosas y espinas. Album de las españolas del siglo XX
Ángela Carmona



2 comentarios:

  1. Muchas gracias!!! besooos para tí también, ahora aquí también estamos fresquitos como por allá arriba donde estás tú. Rocío

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