Un blog de literatura y de Madrid, de exposiciones y lugares especiales, de librerias, libros y let

viernes, 31 de diciembre de 2010

Feliz año 2011

 
Ojalá que este nuevo año nos traiga a todos salud, y un montón de ocasiones en que la vida nos guiñe un ojo, se de media vuelta haciéndose la despistada,
y nos permita ser felices. 

Ojalá que este nuevo año nos regale muchos momentos 
para sentir y vivir 
con letras mayúsculas, negrita y subrayado.

Estos son mis buenos deseos para con todos vosotros,
que me trasmitís con vuestros ojos, con vuestras palabras y desde esta ventanita
vuestro calor humano.

Gracias por estar aquí.

Conmigo.


Un abrazo muy fuerte y ¡feliz año!

Rocío


martes, 28 de diciembre de 2010

Del señor Emiliano y los refranes...



El señor Emiliano se murió un diciembre. Un 26 de diciembre de cielo muy azul y  un frío que arreciaba casi tanto como el sentimiento de pérdida que aún tirita dentro. Era un hombre de la vieja escuela, alto y delgado, con andares tranquilos y muy tieso él, siempre ataviado con una gorra comprada en la Plaza Mayor y un bastón que le ayudaba a afianzar el paso.  Si no tenía buen día y le preguntabas cómo estaba respondía con pesar : "Ay hija yo ya estoy en el penúltimo escalón de la vida..." Si en cambio aquel día se encontraba bien mudaba la frase por la consabida: "La vida es maravillosa, escucha bién lo que te digo, ma-ra-vi-llosa..." Estirando y recalcando la  última "maravillosa" como si efectivamente la vida lo fuera...

Al señor Emiliano no se le podía llevar mucho la contraria, a más de uno le llamó al orden  muy airado diciéndole que a él "abuelo" solo se lo llamaban sus nietos, y cogía el bolígrafo de una forma tan  particular y enrevesada, aferrándolo bien entre el dedo índice y el anular, que no se me olvidará nunca. Reservado y conservador, muchas veces, muchas veces aún podría verle sentado en la mesa camilla a la hora de comer,  arropado por la familia, agachado sobre el plato de sopa hirviendo, escuchando lo que decía uno, lo que decía otro, callado, pero moviendo su cabeza sin perder detalle, pensando y nunca mejor dicho: "Dios sabe qué..."

 
El señor Emiliano llevaba una cartera nueva o casi nueva enrollada siempre con una goma elástica a la que daba varias vueltas. Le gustaba mucho tenerme de invitada y siempre me cocinaba mi plato preferido: chuletitas de cordero muy hechas con patatas fritas. Y cuando me iba a casa antes de darme dos besos, me cogía con cariño de la coleta y me decía que nunca me la cortara, que el pelo en la mujer es un adorno, "Un adorno, escucha bien lo que te dice tu abuelo, un adorno... ay cuántas quisieran...".

Del señor Emiliano, de mi abuelo Emiliano, heredé  esta querencia por las frases hechas, porque él tenía un lenguaje propio que no se cansaba de repetirnos. Si mis hermanos no se afeitaban, su frase era: "Las caras limpias, las caras limpias..." juzgándoles con ojos de reproche. Si se me ocurría decir que quería ésto o lo otro, entonces lo único que me regalaba era aquello de "A escote no hay nada caro: tu madre pone una parte, yo otra y tú la tercera, a escote no hay nada caro... comprátelo y me dices cual es mi parte..." Y mientras,  mientras tanto iba salpicando el discurso de infinitos refranes que lo dotaban de esa sabiduría popular que rara vez se equivoca...

Sí, del abuelo Emiliano heredé esta querencia por las frases hechas, por los refranes, esta querencia por el lenguaje popular. Heredé todo eso y sobre todo la certeza de que me quería. Ojalá todos los que se fueran pudieran dejarnos esa certeza.

Pero se murió un diciembre... un frío diciembre que aún hace tiritar.


refrán.

(Del fr. refrain).

1. m. Dicho agudo y sentencioso de uso común.


Diciembre es un viejo que arruga el pellejo.

Por sol que en diciembre haga, no sueltes la capa.

En diciembre diente con diente.

Diciembre tiritando : buen enero y mejor año.

En diciembre no hay valiente que no tiemble.

Año bueno nos viene pregonando, diciembre que se marcha tiritando.


El libro de los Refranes de la Temperie
José Sánchez Egea
INM

sábado, 25 de diciembre de 2010

La palabra Navidad en Navidad, origen



Aunque imagino que en estos días entrareis menos aquí. No quiero dejar pasar la ocasión de desearos:
 
Feliz Navidad 
a todos cuántos os asomais por aquí. 
Ya sea de forma más asidua como ocasionalmente. 
A todos los que me acompañais con vuestra atención,
y con vuestro tiempo.
Mis mejores deseos para estos días.
Feliz Navidad


¿Y que mejor forma de celebrarlo que hablar de ella? De la palabra y de la tradición.

Yo imagino que a estas alturas ya todos sabréis ésto que os voy a contar, pero ¿Por qué no recordarlo?

La palabra "Navidad" viene del latín  nativĭtas, -ātis. y significa nacimiento.

Los cristianos celebramos ese día el nacimiento de Jesús: Pero en realidad no se sabe exactamente cuando nació. Los cristianos tan solo conmemoraban la Pascua de Resurrección, pues desconocían la fecha del natalicio y tampoco le otorgaban demasiada importancia al hecho frente al verdaderamente importante de la resurrección.
 
Posteriormente al desearse celebrar el nacimiento, algunos teólogos propusieron fechas muy dispares que abarcaban desde el 6 de enero al 25 de mayo. En el concilio de Nicea (325 d.C.) se fija la fecha en el solsticio de invierno (en el hemisferio norte) y más concretamente se decide celebrar la Navidad el 25 de diciembre, para aprovechar que en esta fecha ya se celebraban en la antigüedad diversas fiestas paganas, como las “saturnales” romanas (una fiesta de regocijo entre los romanos en la que intercambiaban regalos  en honor a Saturno), la llegada del invierno entre los britanos y el Natalis Solis Invicti, ‘natalicio del sol inconquistable’ en latín, en honor de Mitra (el dios persa de la luz que los romanos asimilaron después al Apolo romano). Y por tanto se decidió utilizar esta fecha para cristianizarla, de alguna manera...

Una vez que la Iglesia oriental instituyó el 25 de diciembre para la Navidad, se dejó el 6 de enero para celebrar la llegada a Belén de los Reyes Magos, con sus regalos de oro, incienso y mirra.


Por otra parte en el Año Nuevo, los romanos decoraban sus casas con luces y hojas de vegetales, y daban regalos a los niños y a los pobres en un clima que hoy llamaríamos ‘navideño’ y, a pesar de que el año romano comenzaba en marzo, estas costumbres también fueron incorporadas a la festividad cristiana.

Por otra parte, con la llegada de los invasores teutónicos a la Galia, a Inglaterra y a Europa Central, ritos germánicos se mezclaron con las costumbres celtas y fueron adoptados en parte por los cristianos, con lo que la Navidad se tornó desde muy temprano una fiesta de comida y bebida abundante, con fuegos, luces y árboles decorados.

La Navidad entonces que celebramos hoy es fruto de un milenario crisol en el que antiguas tradiciones griegas y romanas se conjugaron con rituales célticos, germánicos y con liturgias ignotas de misteriosas religiones orientales.


Para este texto he consultado varias fuentes:

www.elcastellano.org
http://etimologías.dechile.net
www.1de3.com


Lo dicho: Feliz Navidad compañeros de letras.

miércoles, 22 de diciembre de 2010

Homenaje a Luis Rosales en el Teatro Español





Cómo el náufrago metódico que contase las olas que le bastan para morir;
Y las contase, y las volviese a contar, para evitar errores, hasta la última.
Hasta aquella que tiene la estatura de un niño y cubre la frente,
así he vivido yo con una vaga prudencia de caballo de cartón en el baño,
sabiendo que jamás me he equivocado en nada,
sino en las cosas que yo más quería.


Así comenzó el homenaje que tuvo lugar el lunes en el Teatro Español a Luis Rosales. Con su voz recitando este poema suyo, que a mí me gusta tanto. Y qué bien que estuvo este homenaje, qué emotivo.

Después del primer poema se iban alternando las canciones tocadas al piano por Rosa Torres-Pardo con las voces de un montón de actores recitando diversos poemas de este autor. La música de Isaac Albeniz, Chopin, Debussy, Manuel de Falla... se iba alternando con las voces de María Adanez, Raúl Arévalo, Manuel de Blas, Toni Cantó, Pedro Casablanc, Carme Conesa, José Coronado, Manuel Galiana, Mario Gas, Ariadna Gil, Ana Labordeta, Charo López, Carmen Machi, Itzíar Miranda, Ricardo Moya, Blanca Portillo, Gloria Muñoz, Santiago Ramos, Paco Valladares y Ana Villa.

Dos horas de duración entre canciones, poemas y la voz del poeta unas veces hablando y otras recitando. Genial. Estuvo genial. Te ponía la piel de gallina en algunas ocasiones. Qué bien recitaban todos y qué bien interpretada la música, qué bien se iban acoplando ambas.

Y lo mejor es que era entrada gratuita hasta completar aforo. Eso sí el teatro Español lleno hasta arriba, claro. Y entre el público más actores. Ramón Barea, Flotats, María Asquerino... Muchos.

 Fenomenal. Estuvo fenomenal.

Al final Mario Gas que ha dirigido el homenaje leyó en voz alta una carta de Luis García Montero sobre el poeta jugando con muchos versos de sus poemas preciosa. Y después subió al escenario el hijo de Rosales.

Cuando en el último momento todos los actores vestidos de oscuro vueltos hacia la pantalla donde estaba la imagen de Luis Rosales no dejaban de aplaudir, se te ponía hasta la piel de gallina...

Un lujo.



 Os dejo con un par de párrafos del artículo que El País dedica al evento:

Escritor, crítico literario y miembro de la Real Academia Española de la Lengua, Luis Rosales (1910-1992), al que tantas veces han homenajeado este año, tuvo ayer voz a través de esa veintena de actores y de grabaciones en las que impresionaba ver reflexionando al escritor sobre sus amigos, sobre la vida y sobre la muerte, en especial la de Federico García Lorca, que tanto le afectó, sobre el amor y el desamor...

Poemas extraídos de Canciones (como la que lleva por título Canción para los pusilánimes que no se atreven a creer en la libertad), Diario de una resurrección, La carta entera o La casa encendida, además de textos de su autobiografía y esa definición sencilla, casi humilde, que sirvió de cierre del recital: "Me llamo Luis Rosales, soy poeta y he nacido en Granada".

martes, 21 de diciembre de 2010

Beaumarchais en el Teatro Español



El sábado pasado fui a ver Beaumarchais al Teatro Español. Pero tengo que decir que en general no me encantó.

Pero vamos por partes.

Beaumarchais es una obra de teatro ambiciosa, pues nunca se había estrenado. Flotats se ha arriesgado a hacerlo y lo ha hecho con un montaje con audiovisual incluido para cambiar de decorado y época, y con un escenario desnudo sin apenas muebles, un par de sillas, una mesita, un sillón... Claro eso facilita muchísimo los cambios de escena, son muy ágiles, porque apenas hay nada que mover. Y desde luego Flotats en esta obra se ha acompañado de un montón de actores y entre ellos destaca un elenco de actores importantes (en total son treinta o treinta pocos actores) aunque tengan un papel corto como María Adanez, Carmen Conesa, Constantino Romero, Ramón Barea, Raúl Arévalo, Pedro Casablanc… que lo hacen muy bien.

Me gustó la actuación de Flotats, desde Arte no había vuelto a verle y merece la pena. En este caso además representa muy bien el carácter frívolo, burlón, astuto que debía tener en realidad Beaumarchais por lo que se cuenta de él.

También me gustaron mucho las actuaciones de Constantino Romero en su papel de Franklin, uno de las escenas más amenas es cuando tiene una conversación con Beaumarchais en dos idiomas diferentes con su nieto como traductor. También por supuesto destacaría las escenas de Raúl Arévalo, pues tiene dos papeles, aunque de ambas destacaría cuando representa al Caballero d`Eon, qué diálogo más ingenioso entre él y Beaumarchais jugando a la ambigüedad.

El vestuario también está muy bien, muy logrado.

Pero… se me hizo muy larga. Porque bien es verdad que es larga, dura dos horas, pero a mí además se me hizo larga. No me enganchaba del todo la obra. Además el final me chirría bastante. Yo creía que cómo había comenzado con Flotats interpretando a Sacha Guitry, el creador de esta obra y que nunca estrenó, en el año 1950, pues yo creía que al final de la obra volvería al año 1950 para cerrar. Sin embargo termina con una escena un tanto espiritual u onírica… algo espesa para mi gusto.

En fin… que supongo que habrá opiniones para todos los gustos. Yo destacaría la actuación de Flotats y de cómo ya he dicho algunos de los actores secundarios como Constantino Romero o Raúl Arévalo pero no acabó de atraparme. Y desde luego que me alegro de haber ido y de haber conocido la figura de Beaumarchais, que la verdad es que yo, ignorante, desconocía.

Y desde luego siempre merece la pena volver a ver el Teatro Español, que me gusta mucho y al que recuerdo con mucho cariño de las primeras obras de teatro que disfruté en él (Maribel y la extraña familia., Elisa está debajo de un almendro, Fuenteovejuna...) en mi época de estudiante de instituto.



Os copio aquí las biografías de Beaumarchais, y Sacha Guiltry:

Pierre Agustin Caron de Beaumarchais (1732-1799): relojero, inventor, músico, profesor de arpa, viajero, especulador financiero, agente secreto de la corona francesa, tranficante de armas… también  dramaturgo, padre de la primera sociedad de autores y compositores dramáticos (en 1777) y autor de El barbero de Sevilla y Las bodas de Fígaro, ambas llevadas a la ópera luego por Rossini y Mozart respectivamente.

Alexandre Guitry (1885-1957) era hijo de un actor, Lucien Guitry, admirado por el zar Alejandro III de Rusia, que apadrinó al niño y le dio su nombre y su diminutivo, Sacha. Empezó muy joven a montar sus propias obras e inundó París con ellas, literalmente, hasta el punto de que, en 1932, un grupo de dramaturgos y directores de escena trataron de limitar el número de obras de Guitry que se presentaban al año. En total, es autor de 140 obras y 30 películas. En 1950 escribe Beaumarchais y, además de contar alguno de los episodios más importantes de la vida del personaje, con la aparición en escena de Napoleón, Luis XV o Benjamin Franklin, quiere rendir cuentas ante todos aquellos que pusieron en tela de juicio su honor acusándole de colaborar con los nazis durante la ocupación de París. Fue incluso encarcelado 60 días, pero al final se demostró que todo era falso. También Beaumarchais pisó la cárcel y salió absuelto y restituido.


lunes, 20 de diciembre de 2010

Santos Yubero, exposición de fotografía


Está hasta el 16 de enero, os da tiempo, y yo creo que os gustará.

Os estoy hablando de la exposición de fotografías de Santos Yubero que hay en la sala de exposiciones de Alcalá 31. Eso es, en la misma calle de Alcalá, en la acera de la derecha, según subes hasta la puerta del Sol desde Cibeles.

Yo estuve ayer, y me gustó mucho. Haces un repaso, a traves de sus imágenes, a la historia de Madrid y a  la de España desde el año 1925 hasta 1975, porque la última foto es del día que murió Franco. Son 160 fotografías a cual más interesante y más curiosa. Y después hay un audiovisual en las que están todas y alguna que otra más. 

Santos Yubero fue un tipo más bien bajito que de alguna forma estuvo en casi todos los acontecimientos importantes de Madrid en años muy convulsos. Es una exposición de contrastes, hay tanto imágenes de las celebraciones de la República, como institucionales del régimen franquista, como dentro de las prisiones o de presos políticos. Estaba en todas partes dejando constancia de un lado y del otro. Fotos de mítines, de actos culturales en los que salen las primeras figuras literarias del momento, fotos de trabajadores del campo, de "productores" que se iban a trabajar a Alemania, de pobres, de dirigentes políticos, de anarquistas, de velatorios, de fiestas, de vedettes... de todo. ¿Cómo no iba a poner a su perro de nombre "foto"? Era inevitable.
Funeral por Jacinto Benavente. Camilo José Cela. Capilla ardiente de Concha Espina y Pio Baroja en una librería de viejo


Jardiel Poncela en una conferencia que dió para mujeres

Valle Inclán en el Ateneo

Los anarquistas condenados por atentar con el Fiscal General de la República, Eduardo Ortega y Gasset




Dónde: Sala Alcalá 31 (calle Alcalá, 31).
Cuándo: hasta el 16 de enero de 2011.
Horario: de martes a sábados de 11:00 h. a 20:30 h; domingos, festivos, 24 y 31 de diciembre: de 11:00 h. a 14:00 h; cerrado los lunes, 25 de diciembre, 1 y 6 de enero.
Precio: entrada gratuita.


Y ya si de paso reservais para comer en el restaurante "La vaca Verónica" yo creo que redondais el día. Es un restaurante de paredes amarillas, lleno de cuadros y adornos, muy acogedor. Con una dueña bajita de pelo blanco, pizpireta, que va recorriendo las mesas tomando nota y avisándote (lo que es un detalle) si te pasas pidiendo, y unos camareros muy amables. Ensalada, pastas, y carne. Y normal de precio. En la calle Moratín, 38.



Fotos diferentes de Madrid en los años 30


Bueno y ya  para terminar, si os apetece seguir leyendo sobre esta exposición os dejo con un artículo de Ruth Toledado de hace un par de meses que tenía guardado desde que lo leí porque me gustó mucho. Está bien, ya vereis...

RUTH TOLEDANO

Rompeolas de las Españas

RUTH TOLEDANO 29/10/2010
Así se refirió a Madrid el poeta Antonio Machado: "Madrid, Madrid, ¡qué bien tu nombre suena / rompeolas de todas las Españas! / La tierra se desgarra, el cielo truena, / tú sonríes con plomo en las entrañas". Lo cita el fotohistoriador Publio López Mondéjar en su prolija y apasionante introducción al catálogo de la exposición del fotógrafo Santos Yubero, que él ha comisariado y que se puede disfrutar en la sala de exposiciones Alcalá 31 de la Comunidad de Madrid. Machado escribió estos versos el 7 de noviembre de 1936, cuando sus amigos León Felipe y Rafael Alberti trataban de convencerlo para que abandonara la ciudad, dado el peligro que corrían su vida y su familia. Por esta última accederá finalmente a salir de Madrid, aunque tal movimiento fuera ya inútil para su propia vida, que durante dos tristes años más iría consumiéndose, hasta la extinción, por un periplo de exilios que concluyó en Colliure. Estos versos sobre Madrid encabezaron el artículo titulado Madrid, baluarte de nuestra guerra de independencia, que se publicó un año después en la revista Hora de España, donde el poeta celebraba la ciudad y su carácter al tiempo que se dolía por su destino.

Esa ciudad, Madrid, es la que Santos Yubero retrató, recorriendo con sus entonces precarias cámaras el largo periodo de su historia que va de 1925 a 1975, es decir, que comprende gran parte del convulso y crucial siglo XX español: desde la dictadura de Primo de Rivera hasta la muerte del dictador Franco, pasando por la dictablanda, la Segunda República, la Guerra Civil, el franquismo puro y duro de la posguerra, la tecnocracia, el desarrollismo y el tardofranquismo. Una ingente tarea que le permitieron sus, a la par, innegables e impresionantes talento y colaboracionismo: en sentido estricto, Santos Yubero colaboró con periódicos y revistas de muy distinto signo político; del mismo modo, ocupó la primera fila del fotoperiodismo franquista, vistiendo, literalmente, el uniforme de corte falangista que el Régimen impuso a los fotógrafos cuando Antonio Machado ya solo era una leyenda. Es, sin embargo, gracias a esa "sorprendente militancia", como la define López Mondéjar, que podemos volver ahora la vista al pasado. "Mi abuela siempre me decía que debemos conocer la historia para no repetir los errores", evoca Lucía Laín, comisaria adjunta de la exposición. Acaba de asistir, regocijada, a la siguiente escena: en la sala de Alcalá 31, inusualmente llena para la mañana de un día no festivo, se oyen las risas de dos ancianos que no se conocen entre sí y que, ante la foto de un grupo de civiles durante la guerra, discuten si se trata de "los tuyos o los míos". Una escena ante la que siento el alivio propio de las heridas ya cerradas y una cierta melancolía, la del dolor que puede provocar en sus víctimas el capricho del tiempo. "Mi madre siempre me decía que es mejor ser víctima que verdugo", recuerda Publio después, ante una cerveza que dora aún más el sol del otoño madrileño, "pero que conviene ser víctima lo menos posible".

Con el entusiasmo y la generosidad que le caracterizan, lo primero que cuenta Publio es el interés por conocer "su nueva ciudad" que la exposición ha despertado en los bedeles extranjeros de la sala, la pasión que han mostrado por conocer cómo han ido cambiando el paisaje y el paisanaje madrileños (incluidos esos lugares que ya no existen, como el Café Negresco o el Frontón Recoletos). Son un ecuatoriano, una rumana, no recuerdo: lo que ahora llamamos inmigrantes y el franquismo llamaba productores, cuando eran de aquí quienes huían de la miseria. Santos Yubero los fotografió también, abrazados a sus familias en los andenes, porque siguiendo su trayectoria profesional (aparte de los momentos que iluminan toda vida social y cotidiana: las actrices, los niños, las hazañas deportivas) se puede seguir también la trayectoria de la miseria española: la miseria social (cuando el fotógrafo nace en 1903, el 60% de la población era analfabeta); la miseria económica (esa indigente con sus hijos en la misma calle de Alcalá en la que estamos); la miseria política (la guerra y la dictadura como su máxima expresión); la miseria física (él mismo padeció tuberculosis); la miseria moral (su afición por la tauromaquia, que comenzó, como en muchos, con una fascinación por las falsas luces del toreo que esconde un afán de huida de la precariedad; en su caso, la de su vida en el barrio de Lavapiés, sin padre, al cuidado de una madre que trabajó duro en el restaurante Casa Lastra de la calle del Olivar). Un entusiasmo, el de Publio, que se torna en desgarro histórico ante el retrato de Gómez de la Serna (cuya mirada destila toda su íntima derrota: la derrota común) que Santos Yubero hizo al escritor cuando regresó en 1949 a España desde su voluntario exilio en Buenos Aires. Un entusiasmo que es pasión literaria ante ese Madrid de Galdós, Valle-Inclán, Azorín, Pío Baroja, Jardiel Poncela, Cansinos Assens, que Sagarra y Pla contrapusieron a la moderna Barcelona y César Vallejo consideró "la ciudad más original del continente". La que también se asfixió entre los muros de la cárcel de Yeserías, de la plaza de toros Monumental de Las Ventas o del palacio de El Pardo. Un entusiasmo que evitará el mayor temor de Publio López Mondéjar: que la obra de los grandes fotógrafos caiga en un descuidado olvido.

sábado, 18 de diciembre de 2010

Del guión de Princesas de Fernando León de Aranoa


Apartamento de Caye                                                                                         Int. Atardecer

Zulema le hace trenzas africanas en el pelo a Caye, que está sentada en su silla, frente a un espejo.

CAYE
Si quieres te pinto luego.

Zulema sonríe.

CAYE
Hice un curso del inem. De maquillaje para películas. Y otro de modelo. De pasarela, pero lo tuve que dejar porque no tenía equilibrio. (Mira a Zulema en el espejo). ¿Tú tienes equilibrio?

La chica se encoge de hombros.

ZULEMA
Normal.

CAYE
Yo es que nunca he tenido. De pequeña me caía todo el rato, hubo un dia que me caí siete veces. Mi madre me llenaba los bolsillos de arena, para que pesara más y no me cayera.

Zulema se ríe.

CAYE
Como las princesas. Que son tan sensibles que notan la rotación de la tierra, por eso se marean todo el rato ¿no lo sabías? A mí me pasa también, que noto cómo gira. (Lo piensa). Dicen que son tan sensibles que cuando están lejos de sus reinos se enferman. Y que hasta se pueden morir de tristeza. Menos mal que yo no soy princesa, porque ya estaría muerta.

ZULEMA
¿Notas que la tierra gira?

CAYE
De verdad. Cuando tengo la regla sobre todo, son como tirones pequeños. (Lo piensa) Así que claro. Como para caminar por una pasarela.

Se queda pensativa, un instante.

CAYE
Por eso me gustan tanto los equilibristas. Yo debería casarme con uno, para compensar ¿En tu país hay equilibristas?

ZULEMA
Diez millones.

Caye sonríe. Zulema termina con sus trencitas, le ahuela el pelo a Caye, mostrándoselo.

ZULEMA
Cómo te ves.

Caye se mira.

CAYE
¿Le gustará a Manuel? No es equilibrista, pero me gusta mucho, sabes. (Lo piensa) Igual es el .¿Te imaginas? El hombre de mi vida. El que me va a venir a buscar cada día a la salida del trabajo.

Lo piensa un instante.

CAYE
A mí me gustaría mucho ser la mujer de su vida, también. Aunque solo fuera por un día.

Zulema sonríe. Caye la mira.

CAYE
Te quiero pedir un favor, Zule, es muy importante para mí.

... Págs 56 y 57 del guión literario de la película PRINCESAS de FERNANDO LEÓN DE ARANOA.


Porque me gusta mucho escribir diálogos. Porque me gustan los guiones literarios. Porque me gustan los equilibristas. Porque emociona. Porque me gusta lo que escribe Fernando León de Aranoa. Porque sí.
Para que lo recordárais...

jueves, 16 de diciembre de 2010

Tres frases hechas de origen marinero: A palo seco, irse al garete y dar al traste



¿Vale que hoy aprendíamos?

Aunque supongo que muchos de vosotros ya lo sabréis.

El caso es que ayer en la tertulia una compañera trajo un poema salpicadito de expresiones marineras que han llegado hasta nuestro días. Entre ellas estaba la expresión "Irse al garete".

Es lo que ocurre con algunas expresiones que se vuelven tan, tan coloquiales que al final aunque las estamos utilizando constantemente vamos olvidando su origen. Como ocurre con estas tres de las que os voy a hablar hoy.

Irse al garete:

Consultamos el diccionario de la Real Academia Española de la Lengua:

garete.

(Quizá formación del fr. être égaré, andar extraviado).

ir, o irse, al ~.

1. locs. verbs. Mar. Dicho de una embarcación sin gobierno: Ser llevada por el viento o la corriente.

2. locs. verbs. Ir a la deriva, sin dirección o propósito fijo.

3. locs. verbs. coloqs. Fracasar o malograrse.


A palo seco:

a ~ seco.
1. loc. adv. Escuetamente, sin nada accesorio o complementario.

2. loc. adv. Sin comer ni beber.

3. loc. adv. Mar. Dicho de navegar una embarcación: Con la velas recogidas.



Dar al traste:

En el Vocabulario de refranes y frases proverbiales del maestro Correas se lee:

“Dar al traste, es perderse la nave por dar en roca o en navío; de aquí se toman muchas frases, verbigracia: dar con ello, o con todo, al traste.”

Según el lingüista Joan Corominas, tanto la palabra trasto como traste son una derivación del latín transtrum, ‘banco de remero’, término que luego se aplicaría a cualquier mueble viejo o a cada uno de los trastes de la guitarra por comparación con la serie de bancos de una galera. Así se entiende que un naufragio finaliza con la destrucción de la embarcación, bancos de remeros incluidos.

Antigua expresión marinera que significaba naufragar una embarcación.


martes, 14 de diciembre de 2010

Turismo Literario por Ray Loriga


Hace tiempo uno de mis hermanos me trajo un artículo del periódico porque pensaba que me gustaría leerlo. Y la verdad es que sí que me gustó.

Tenía pendiente hablar de ello, pero es de esas cosas que uno piensa  en un momento dado, pero vas relegando y relegando y relegando hasta que se queda al final de un montón de folios y libros y terminas por medio olvidarlo.

El fin de semana pasado estuve pasando un día en Segovia. Os cuento ésto porque pensé entrar a ver la fonda donde vivió Antonio Machado mientras estuvo allí. Pero la visita del Alcazar se alargó y al final no me dió tiempo. Aunque como podéis ver las fotos tuve que hacerlas... 



Por esas asociaciones curiosas y espontáneas que a veces hace la memoria recordé aquel artículo que me había traído mi hermano: Turismo Literario de Ray Loriga.

Y hoy lo he vuelto a releer. Me gusta, me siento muy identificada con lo que dice. Así que os lo traigo para que si os interesa le echeis un vistazo, sobre todo si cuando andais por ahí de viaje aprovechais para ver el cementario donde está enterrado Cortazar, la casa museo de Juan Ramón Jiménez... en fín para hacer esas cosillas que me gusta hacer a mí y que tan bien explica Ray Loriga.


Os lo dejo escaneado, pero por si acaso no lo veis muy bien, os copio algunos párrafos...

"Los escritores sentimos cierta curiosidad por las vidas de otros escritores, supongo que es natural que así sea. Un oficio, y sobre todo un oficio elegido, uno que no se cambiaría por otro, ni se abandonaría por un golpe de fortuna, termina por ser más que una forma de ganarse el pan y se convierte en la parte del león de la existencia. Conozco escritores que llevan esta curiosidad hasta extremos delirantes, pero son los menos, la mayoría, creo, nos limitamos a visitar ciertas tumbas y ciertas casas en ciertas ciudades o pueblos donde moraron en su día ciertos escritores... "
"...No soy de los que planean sus vaciones con un mapa de visitas literarias, pero de una manera no premeditada siempre acabo por tomar ese pequeño desvío que casualmente pasa por delante de aquellos lugares donde algunos escritores vivieron, o murieron, o por esos otros, los mares del sur o Transilvania que, en ocasiones sin siquiera conocerlos imaginaron.
Lo más curioso es que una vez allí, en ese bar, ese cementerio o esa casa, uno no sabe muy bien qué hacer ni a qué ha venido exactamente."

"...Admirar no nos acerca en absoluto al objeto de nuestra admiración, de la misma manera que por mucho que uno peque la nariz a los cristales de la pastelería no se aproxima en realidad ni un milímetro a la tarta de chocolate."

"No sé como será para otros colegas, pero en mi caso, el turismo literario, por más que quiera imaginarlo accidental, resulta siempre una experiencia agridulce. Soy consciente de que la escritura sucede en lugar diferente de aquel donde habitó este escritor o aquella escritora, pero me cuesta no detenerme delante de esas placas..."

"...Ignoro si algún día abandoraré esta mala costumbre de asomarme por las ventanas de los demás, de poner flores que nadie ha pedido sobre las tumbas, de beberme las copas de los muertos, puede que sí, pero si no lo consigo espero al menos que aquellos fantasmas que ya han sido molestado y esos otros a los que molestaré sin duda el próximo verano acepten esas líneas a modo de disculpa."

sábado, 11 de diciembre de 2010

¿Cine? Tres películas... Bon appétit, 18 comidas y The way



 
Pues hoy no vamos a hablar de literatura, para variar vamos a hablar de cine.



Bon Appétit: Me gustó mucho esta historia de sentimientos ambiguos, de amistad que parece amor, de amor que no lo es... Se iba a titular "Historias de amigos que se besan". Le cambiaron el título y yo creo que la fastidiaron un poco. Pero bueno por lo menos lo conservaron como subtítulo. Hombre no me gustá algún que otro cliché como el del casado con la chica... Pero me gustan mucho algunas de sus imágenes, de sus ciudades por la noche, sus escenas de cocina vertiginosas... Y sobre todo me encantó el final que tiene, me gustó mucho: es un regalo "en y para" la película.


18 comidas: 6 historias, 24 personajes, un día cualquiera. Me gustan las historias de muchos personajes cruzándose en un mismo tiempo cada cual con sus historias... Dos borrachos, un músico callejero, un chico que no hace más que cocinarle a la chica que no acaba de llegar, dos hombres que se quieren, una chica que quiere lo que otro no le quiere dar mientras un tercero piensa en ella... Tosar y Esperanza Pedreño... qué diálogo más bueno... Y en fín la eterna búsqueda de la felicidad por parte de todos y cada uno de nosotros.


The way: Sobre todo una película de paisajes, los paisajes del camino de Santiago. Supongo que al que ha sido peregrino le gustará. Y si no lo has sido, como yo, pues hasta te entrarán ganas de hacerlo. A mí me ha gustado la historia por lo que conlleva de complicidad, de amistad, esa posibilidad de ir por la vida solo con lo que llevas encima y te vas encontrando. ¿Una frase? la que le dice el hijo a su padre cuando se va a ir: 
"La vida no se escoge, se vive"


Son tres películas que desde luego pueden dar lugar a muchos comentarios.  Si buscas acción, intriga, terror, un subidón de adrenalina... Está claro: no vayas a verlas. Si quieres sentir... sí. A mí me han gustado, son de gente normal y corriente que siente y se enfrenta a  las circunstancias y a sus propios sentimientos como mejor puede y sabe... 

Tres películas tranquilas, sentimentales y en algunos momentos emotivas. La vida misma.

jueves, 9 de diciembre de 2010

Las hijas del frío de Camilla Lackberg



Bueno pues me terminé de leer "Hijas del frío" de Camila Lackberg.

Ya os he hablado en este blog de cuando me leí el primero de la saga: http://rociodiazgomez.blogspot.com/2010/11/la-princesa-de-hielo-de-camila-lackberg.html

He dado un pequeño salto porque me he leído el tercero antes que el segundo. Pero no importa porque se pueden leer de forma independientemente, sin necesidad de haber leído el inmediatamente anterior.

El argumento es el siguiente: Un pescador de langostas va subiendo hacia la superficie una de las cubetas dejadas en el fondo. Pesa. Parece un buen día, desde luego. Pero la sorpresa es mayúscula cuando una blanca mano asoma en el agua. Es el cadáver de una niña. “Frans Bengtsson se asomó por la borda y vomitó”. Era Sara, la hija de unos amigos de Erica y Patrick. ¿Accidente? Todo parece indicar que es así. Pero más adelante la autopsia indicaría que no: agua dulce y restos de una extraña ceniza en los pulmones.

Mientras, en la vida de nuestros protagonistas nos centramos ahora en la reciente maternidad de Erica (compañera del policía Hedström) y el sacrificio que conlleva, la falta de sueño, el cansancio, y su amistad con la madre de la niña asesinada. Al mismo tiempo se nos evoca la historia de Agnes que discurre en el año 1923 y que vamos a ir conociendo de forma paralela a cómo discurre la del asesinato de la niña en la actualidad, hasta que ambas puedan converger en un mismo presente. 

Como vemos todos los personajes siguen siendo vecinos del mismo pueblo donde se desarrollaba la primera historia de Camilla Lackberg, con Patrick y Erika como protagonistas, nos referimos a la poblacion costera de Fjällbacka. Seguimos teniendo a ellos como los principales personajes que no varían de libro a libro más Anna la hermana de Erika y su amigo Dan, después aparecen los que van surgiendo a raíz del asesinato que se cuente. La autora sigue haciendo un retrato psicológico de cada uno de ellos en su forma de abordarlos. Te cuenta sus motivaciones, sus pensamientos, sus sentimientos. Son personajes aparentemente de vidas sencillas, personajes rurales que sin embargo son complejos y esconden secretos y vidas ocultas.

Los temas también siguen siendo los mismos: la maldad, el maltrato, la vida cotidiana...

El tratamiento del tiempo en esta novela ha cambiado con respecto a la anterior que me leí, a la primera. Como ya hemos dicho hay dos historias, una que discurre en tiempo real y otra a la que acudimos haciendo flasback. Ese cambio de tiempo enriquece la lectura y la hace más ágil.

Es una novela de género policíaco que te atrapa. Ya me ocurrió eso con la primera que leí y con ésta también me ha pasado. No puedes dejar de leer porque quieres saber qué pasa. Se mantiene la intriga toda la novela. No es que sea la gran obra literaria, es entretenida, su lectura es fácil y ágil, sencilla y cercana.

Y claro, ahora quiero ya leer el siguiente, ya no tengo prisa por leer el segundo, quiero ya leer el cuarto, quiero saber que pasa con Anna la hermana de Erika porque nos han dejado en un punto álgido y claro quiero saber como siguen discurriendo la vida de Patrick y Erika... Y eso es buena señal ¿no?

martes, 7 de diciembre de 2010

Qué emotivo el discurso de Vargas Llosa ante la Academia Sueca...



¡Cuánto me ha gustado!

Qué emotivo ha sido. No dejeis de leerlo o escucharlo cuando podais. Os dejo con algunas de sus frases:

"El Perú es Patricia, la prima de naricita respingona... y es tan generosa, que, hasta cuando cree que me riñe me hace el mejor de los elogios: "Mario, para lo único que tú sirves es para escribir..."

"Igual que escribir, leer es protestar contra las insuficiencias de la vida". 

"Inventamos las ficciones para poder vivir de alguna manera las muchas vidas que quisiéramos tener cuando apenas disponemos de una sola"


"La nuestra será siempre, por fortuna, una historia inconclusa. Por eso tenemos que seguir soñando, leyendo y escribiendo, la más eficaz manera que hayamos encontrado de aliviar nuestra condición perecedera, de derrotar la carcoma del tiempo y de convertir en posible lo imposible"

Paula Varona, pintora


Os voy a contar algo muy curioso que me ha ocurrido. Porque a veces y de pronto en la vida pasa eso, que ocurren cosas buenas, cosas aparentemente pequeñas pero importantes, que me sorprenden y dibujan una sonrisa en mi cara de forma totalmente espontánea. Una sonrisa de pura gratitud.

Hace unos meses, allá por abril, yo visité una exposición que me gustó mucho. La de Paula Varona que había en la Casa de Vacas del Retiro titulada "Madrirámicas 2" compuesta de cuadros sobre Madrid.

Me gustó tanto que después escribí una entrada en el blog sobre ella: 

Pues bien, ayer 6 de diciembre recibí un comentario en dicha entrada de la misma Paula Varona... sí de la pintora, que podéis leer en la misma entrada a continuación.

Qué sorpresa. ¿Cómo iba yo a imaginar que la pintora de aquella exposición que me gustó tanto, meses después dejaría un comentario en mi blog? Si mi blog es una partícula  minúscula en la inmensidad de blogs que existen... si yo no soy ninguna entendida en pintura...

Me gusta mucho cuando las personas, personas que además no conozco de nada, son así de espontáneas y de detallistas, y optan incluso por dejarme huella de su paso con un comentario. Yo no puedo por menos que sentirme muy agradecida. Mucho.


lunes, 6 de diciembre de 2010

Un poema inédito de Luis García Montero




Un poema para un día gris y lluvioso.

Es inédito, y forma parte de los poemas del último libro de Luis García Montero. De ellos nos habló y tuvimos la suerte de que nos recitara algunos en el Festival Eñe de Literatura en el Círculo de Bellas Artes en noviembre, hace casi ya un mes.

En la presentación que hicieron de él, dijeron algo con lo que estoy muy de acuerdo, que Luis García Montero es perfecto para que un narrador se adentre en la poesía. Es cierto. Sus poemas son tan cercanos, tan sencillos, tan claros, tan narrativos que en efecto te llegan aunque no seas un lector de poesía.

Su próximo libro se va a titular "Un invierno propio.Consideraciones". Nos dijo que son poemas largos con un titulo también largo, casi un aforismo.

Nos confesó que él escribe poesías porque su padre leía poesías en voz alta, porque él aprendió mucho con un libro de poemas. Pero también nos dijo que a él le gusta dotar a sus propios poemas de un significado. Aspira a que su poesía sea un espacio público donde sea posible el diálogo, un espacio literario donde se reinvindique la conciencia individual, la indagación del yo.

Para él la poesía es más interesante cuando abre preguntas, no cuando da respuestas. Tienen más que ver con la inquietud que con las soluciones.

No era la primera vez que escuchaba hablar de poesía a García Montero, ni que le escuchaba recitar sus poemas... Es de hecho uno de los primeros, si no el primero, al que yo me acerqué leyendo poemas. Siempre es un lujo escucharle.

Bueno os dejo con uno de los primeros que nos leyó, creo que es el que dijo que había surgido a raíz de que su hija Elisa estaba estudiando idiomas. A ver que os parece, yo creo que os gustará...

Otro día os dejo con algún otro de ese día...



sábado, 4 de diciembre de 2010

Manuel Vicent y Angel S. Herguindey en el Festival Literario Eñe


Tengo atrasadas un montón de entradas que quería compartir con vosotros. Y no quería dejar de hacerlo porque incluso alguna de ellas se refiere al Festival Eñe de Literatura que hubo en noviembre, y que estuvo muy bien, por lo menos en lo que se refiere a los eventos que pude disfrutar.

Ya os hablé del cara a cara entre Manuel Rivas y Juan Cruz. Pues bien, el siguiente acto al que fui dentro de dicho Festival  fue a una conversación entre Angel S. Herguindey y Manuel Vicent que titularon "lugares comunes". Al primero no lo conocía pero del segundo ya sabéis que he leído algunos libros y artículos y siempre me gusta mucho. Tengo otras entradas ya en este blog dedicadas a él.

En este caso se trataba de una conversación entre dos amigos en los que hablaban sobre recuerdos, sobre Denia, sobre los artistas que de alguna manera sabemos todos...  Y mientras paseaban con las palabras por esos "lugares comunes" iban saltando de un tema a otro, salpicándolos de anécdotas entretenidas y divertidas. Dedicad un momento a este vídeo, escuchad como cuenta la anécdota de cuando estuvo Bette Davis rodando en Denia en los años cincuenta y tantos y quería comer "carne buena, carne buena" y no había carne... Que gracioso. No se escucha muy bien, hay bastante ruido de fondo, pero si prestais atención yo creo que sí podéis oírlo. Fijaros como describe a las personas Vicent, y las situaciones, que buen narrador de historias, y claro las risas del público... Yo creo que con el vídeo os hacéis una idea muy buena del ambiente.



Decía Manuel Vicent: Todo el mundo tiene un verano en el que has despertado al amor, a la política... son veranos iniciáticos...

Las historias de amor verdaderas son las que el objeto de amor ha desaparecido o bien no han ocurrido nunca.

También habló largo y tendido sobre sus tertulias de Café Gijón, sobre algunos tertulianos y allegados  en aquel tiempo: "Descubrí de verdad el Mediterraneo cuando llegué al Café Gijón, cuando lo perdí". Contaba que cuando llegó a esta tertulia todos eran muy viejos. Y entre ellos estaba un señor llamado Acacio, un poeta que ya era muy mayor. Coincidió que era jueves y los jueves siempre había paella, y este señor tan mayor se la pidió y de pronto se murió. Y todo el afán, ya no recuerdo bien si del camarero o del dueño, era preguntar: ¿Ha pagado? ¿Ha pagado? Con mucha insistencia. Y luego ¿La había probado, la había probado? y cuando le contestaron que no, rápidamente tomó el plato del muerto y se lo puso a otro delante que la había pedido. Claro Manuel Vicent que vió todo aquel trajín solo pudo pensar: "De aquí yo no me muevo, es cojonudo este Café..."

También dentro de su vida en el Gijón habló de un poeta que estaba autoexiliado en una mesa cercana a la suya desde hacía tres años. Y nadie le había oído hablar. Pasó el tiempo, y después de 10 años viéndole allí en su mesa sin dirigirse a nadie, de pronto un día le ven que se levanta para acercarse a una chica guapa que había llegado y estaba en la barra. El autoexiliado se acerca hasta ella y le dice: "Esta usted cojonuda". Se volvió otra vez a su mesa y otros tantos años sin volver a hablar ni una sola palabra...

Y por supuesto habló del Mediterraneo, de su pueblo. Decía Manuel Vicent que el Mediterraneo es la inmediatez, es mirar a la altura de los ojos. Es también el placer de la comida, de la comida que se ve a simple vista, no que tienes que adivinar lo que lleva. Y es... cuando entras a la barbería y te preguntan: ¿Que va a ser? ¿Con conversación o no? ¿Con polémica o no?

El público disfrutó mucho con esta conversación. Se oían constantemente las risas de fondo entre las palabras de Manuel Vicent. Y la verdad es que la conversación escuchándole se pasó volando. Escuchabas sin poder evitar todo el rato tener una sonrisa en la boca mientras le oías todas las anécdotas, todos los recuerdos que iba desgranando y te iba contando de esa forma tan cercana...


jueves, 2 de diciembre de 2010

Origen de la palabra Tiovivo



Este fin de semana he ido a montar a los caballitos. Por supuesto que yo no he montado (aunque os confieso que ganas me daban...) pero iba con dos señoritas que no me llegan al ombligo que, qué suerte, aún pueden hacerlo sin levantar sospechas. Sobre todo la más pequeña (porque las dos lo son) era loca por gritar: "tiovivo, tiovivo..." en cuánto alguno se ponía ante sus ojazos azules y parecía que se le pegaban los pies al suelo como si no fueran a despegarse jamás si no acabábamos por encaramarnos a alguno de esos caballitos que subían y bajaban... Y claro una vez arriba te sonreía de una forma que cómo la ibas a bajar... Menos mal que la menos pequeña decía: "Ahora otra vez a ver el Belen grande a ver qué descubrimos..." si no todavía estaríamos allí subidas, dando vueltas y más vueltas.

¿Por qué se les llamará tiovivo? fue lo primero que yo me pregunté en cuánto mi edad mental volvió a alcanzar a la cronológica.

Y claro no he podido por menos que buscarlo. Y parece ser que hay una única explicación bastante curiosa en la que coinciden todas las fuentes que he consultado y que os copio...


TIOVIVO

Sofía Tartilán relata en su libro Costumbres populares. Cuadros de color (Madrid, 1880):

El 17 de julio de 1834 fue en Madrid un día de luto y de desolación. Más de ciento cincuenta personas habían fallecido del cólera en la noche anterior. Una de las víctimas fue el infortunado Esteban Fernández, que tenía que ganarse la vida (con un aparato giratorio de los llamados “caballitos”) en lo que hoy se llama paseo de las Delicias, sito detrás del Hospital General.

Muerto el buen Esteban, su familia sólo pensó en sacar de la casa el cadáver. Cuatro amigos cargados con las andas —entonces las cajas mortuorias eran un objeto de lujo vedado a los pobres— se encaminaron al cementerio. Silenciosos y taciturnos marchaban en fúnebre cortejo los que llevaban en hombros al muerto y los pocos amigos que le acompañaban en su último paseo, cuando al llegar al sitio próximamente en que estuvo el circo, el que creían cadáver, incorporándose bruscamente dentro de las andas y arrojando lejos de sí el paño negro que le cubría, empezó a gritar:

-¡Estoy vivo! ¡Estoy vivo!

El terror que inspiró en el fúnebre cortejo estuvo a punto de serle fatal. Los que llevaban las andas las arrojaron al suelo, apretando a correr a campo a través, como si el muerto les pisara los talones…

La convalecencia fue larga; mas su fortuna estaba hecha. Desde aquel día, el tío Esteban desapareció para dar paso al Tío Vivo; y cuando el cólera hubo calmado su furor y volvió a pensarse en diversiones, al reaparecer en el paseo de las Delicias el aparato de los caballitos y las barquitas de madera, los habituales parroquianos del tío Esteban le saludaron con su nuevo nombre: le llamaron el Tío Vivo y el Tío Vivo se hizo célebre, se hizo popular, fue conocido en todos los rincones de la Corte; se le buscó, se le admiró como a una cosa sobrenatural, y hasta hubo quien le pidió noticias del otro mundo. Todo esto empezó a disgustar al buen hombre; pero al fin se acostumbró a su confirmación, tanto más cuanto que le era lucrativo, y olvidando él mismo su verdadero nombre de pila, se oyó llamar con complacencia Tío Vivo, legando este nombre a sus hijos y descendientes. Desde entonces el aparato de diversión llamado los caballitos tomó el nombre de los caballitos del Tío Vivo. Andando el tiempo se le llamó solamente el Tío Vivo. Hasta que se generalizó la denominación y la Real Academia incluyó en su Diccionario la palabra “tiovivo”: “Aparato giratorio con asientos de varias for¬mas dispuestos en círculo, que sirve de recreo en las ferias y fiestas populares.”


miércoles, 1 de diciembre de 2010

"EL EXPURGO DEL ARCHIVO GENERAL", un relato de Rocío Díaz



Tengo la sensación de que hace mucho tiempo que no os dejo con alguno de mis relatos. Así que he pensado que no estaría mal empezar el mes con uno de ellos.

Se titula "El expurgo del archivo general" y fue premiado en el año 2007 en un certamen artístico que hubo en el Ministerio de Medio Ambiente, en la modalidad de narrativa.

Bueno pues aquí os lo dejo:




EL EXPURGO DEL ARCHIVO GENERAL

Oficio del Ministerio de Medio Ambiente de fecha 12 de mayo de 2004.

Asunto: Expurgo del Archivo General del Departamento.

Destinatario: Todo el personal.


Como ya conocéis por la sesión informativa que se llevó a cabo en el salón de actos el pasado día 10, desde hace semanas hay una empresa contratada por este Organismo para que realice un proyecto denominado: “Organización y Expurgo del archivo central”. Esta tarea la han llevado a cabo en varias etapas: identificación de la documentación, decisión de la conservación o expurgo e inventariado de la documentación...


Sigiloso bajaba al Archivo General. 10 de la mañana, cualquier día. En silencio abría la puerta entrando deprisa. Con cuidado cerraba tras de si ésta, con dos vueltas, guardándose la llave en el bolsillo. Caminaba sin hacer ruido y sin encender las luces, colándose nervioso entre las estanterías, hasta encontrar la más escondida: la que buscaba. Se paraba delante de ella. Miraba a un lado, luego al otro y despacito sacaba de su bolsillo una pequeña linterna. Sosteniéndola hurgaba entre la cajas de archivar hasta dar con lo que se escondía entre dos de ellas. Un manoseado poster. Y como quién desenvuelve un regalo, con mimo y ansiedad, tras colocar estratégicamente la linterna para que lo iluminara directamente, lo desplegaba ante sí con ambas manos. Como si fuera un atlas. Un atlas de anatomía humana. Bien estirado, bien. Admirándolo despacito en la penumbra. Despacito. Y mientras con una mano y bien abierto lo dejaba sobre las cajas, se llevaba la otra mano hasta el pantalón. Y mirando el poster, la admiración que se colaba por sus ojos a oleadas escapaba nerviosa por sus manos. Escapaba rítmicamente. Y sin dejar de mirar, sin parar, sin dejar de mirar, sin parar, disfrutaba de las vistas del secreto papel cuché. Y allí, a salvo de compañeros. Con la muda compañía de los papeles y los ácaros. El jefe del servicio de “Métodos y Procedimientos” se dejaba, dejaba, llevar.


Una vez realizada la primera etapa de su trabajo, la empresa ha remitido a la Secretaria General informe detallado de toda la documentación almacenada en cada estantería, caja, y legajo del archivo. Para vuestra información se ha encontrado documentación de lo más variada...

Sigilosos bajaban en dos zancadas al archivo general. 11 de la mañana. Cualquier día. Haciendo muecas de “tío date prisa, dale, dale”, “joder con el abuelo que hoy no salía ni a tiros...”, abrían la puerta y se colaban dentro. Entre risas la cerraban tras de sí. Escuchaban en silencio y cuando ya estaban seguros de que los pequeños y familiares ruidos eran los de siempre, ufanos buscaban su escondite, también el de siempre. Una estantería a la derecha, otra a la izquierda y a la derecha otra vez. “Venga chaval, trae”. “Para nada”. Uno le pedía siempre al otro la tarjeta de fichar. Un ritual. Él lo pedía, el otro no quería dejársela, el primero insistía, el segundo le decía de qué vas, él primero que de qué vas tú, que te den, que te den a ti, pero al final el segundo terminaba sacándola. “¿Ves chaval? tu tarjeta está de lujo”, decía entonces el primero apoyándose entre las cajas de archivar, “salen niqueladas...” “Pero ¿qué me estás contando? si a posta las haces más rectas cuando usas la mía...” Pero siempre terminaba dejándosela. Y allí, haciendo corrillo. Sobre la tarjeta: sus ojos, sus dedos, su nariz. Sobre las cajas, su alboroto. Y entre risas y expedientes iban haciendo las reparticiones secretas. “¿Has traído algo más?” “Anda cabrón, algo quedará por aquí escondido de otras veces...”, “pues tira chaval que como nos quedemos sobados se nos llena esto de marujas y no nos hemos ido, sácalo tío que hay que abrirse que van a dar las doce”. Y sin dejar de reír, sin dejar de cuchichear, con la muda compañía de los ácaros, se dejaban, dejaban, llevar.

Respecto a cierta documentación, ha sido totalmente imposible establecer a qué unidad responsable se debía imputar debido a su particular idiosincrasia, aunque la investigación, sigue abierta. Como también ha sido imposible establecer cual era el plazo que esa documentación debía permanecer en el archivo, o si debía o no encontrarse en ese momento en el archivo central. Pueden creer que ha sido una labor muy complicada. En algunos casos podría tratarse incluso de objeto de expediente disciplinario...


Sigilosas bajaban de una carrerita al archivo general. 12 de la mañana. Cualquier día. Correo electrónico a todas las féminas del departamento: “Oye que si queréis bajar ya está abajo”. Enviar. Responder: “¿Qué tal? ¿Trae muchas cosas?”. Enviar. Responder: “Sí, que bajéis. Nosotras ya hemos subido”. Enviar. La alegría empuja con prisa sus pies por la escalera. Abren la puerta del archivo con ojos de ganga y baratillo. La cierran con cuidado, sonriendo ante la nutrida concurrencia. “¿Tienes una talla más de ésta?”. “¿No la tienes en otro color? Era por llevarme otra para mi hija...”.”¿Cuándo dices que vuelves?”. Y allí rebuscando en los montones de ropa, escogiendo, desechando, sin soltar el tesoro encontrado ya, de las manos. Sin dejar de mirar, sin dejar de cuchichear, sin querer perderse la oportunidad. Y allí, sobre las cajas, las prendas. Y allí, tras las últimas estanterías, aquellos improvisados probadores secretos. Con la muda compañía de los papeles y los ácaros ellas se dejaban, dejaban, llevar.

Una vez identificada la documentación, se ha pasado a la toma de decisión de qué hacer con ella, decidir si es conservada o propuesta para expurgo. Para facilitar la consulta de los fondos conservados en el archivo, se ha elaborado en la Intranet una página de consulta a la base de datos de inventario. Sería recomendable que se visitar, puede resultar cuánto menos... curiosa.
Sigilosos bajaban cada uno por su cuenta al archivo general. 4 de la tarde. Cualquier día. Jornada de tarde: no hay casi nadie. Nota interior: Del jefe de área a la jefe de sección del Departamento: “A la misma hora en el mismo sitio”. Abren la puerta del archivo: él deprisa, ella más lenta. Ninguno de los dos enciende la luz al entrar. Cierran ésta tras de sí, muy rápido, él nervioso, ella quizás turbada. A tientas, se orientan. Y de la mano ya, anticipando el deseo, buscan su escondite secreto. A oscuras, entre los expedientes se acercan, se buscan, se huelen, se besan. Y descubren cómo se vistieron esa mañana, a fuerza de desvestirse del lugar, del cargo, las ataduras, la realidad no laboral de sus vidas. Y sus manos, sus brazos, sus labios, su piel. Sin dejar de acariciarse, de susurrarse, entre murmullos y expedientes, van haciendo recuento del deseo. Y sin dejar de tocarse, con la muda compañía de los ácaros, se dejan, dejan, llevar.

Y en líneas generales éste ha sido el cometido de la empresa contratada con respecto al asunto que tratamos. Se adjuntan las recomendaciones para enviar a partir de ahora la documentación al archivo.

Por último la Dirección General de este organismo ha decidido en base a todo esto, una vez reducida toda la documentación que existía en dicho archivo general, el suprimir esta dependencia, puesto que si antes ya era poco frecuentada ahora que toda la documentación que supere el expurgo se va a integrar en el archivo que existe en el Ministerio, no tiene ningún sentido que siga existiendo; solo sería un espacio habitado por las telarañas y los ácaros. Todo ello para conseguir unas dependencias lo más cómodamente habitables que nos permita trabajar en las mejores condiciones posibles.


Un cordial saludo,

El Director General.

©Rocío Díaz Gómez










lunes, 29 de noviembre de 2010

La velocidad de la luz de Javier Cercas



Creo que esta noche me terminaré de leer el libro que estoy leyendo ahora, y resulta que aún no os he hablado del anterior que, iba a decir disfruté pero casi mejor que debo elegir "me arrastró": La velocidad de la luz de Javier Cercas. Dada la intensidad de la historia.

Lo primero que os diría es que yo me lo leí muy rápido, casi de un tirón. Aunque no es una historia ni mucho menos agradable.

El libro comienza así: "Ahora llevo una vida falsa, una vida apócrifa y clandestina e invisible aunque más verdadera que si fuera de verdad, pero yo todavía era yo cuando conocí a Rodney Falk."

El argumento cuenta que un jóven español, que quiere ser escritor, se traslada a una universidad americana para trabajar como profesor. Ahí conoce a Rodney Falk, un colega pero también veterano de la Guerra de Vietnam, con el que hace amistad. Poco después ambos se separan porque Rodney Falk desaparece, se interrumpen sus diálogos, y el jóven regresa a España. Pero volverán a reencontrarse...

Pronto te das cuenta a medida que estás leyendo que no va a ser una historia fácil ni mucho menos amable: "...demasiado jóvenes o demasiado ilusos para saber que significa que una vida se está yendo a la mierda, pensábamos que nuestra vida en Barcelona se estaba yendo a la mierda" (pág 20).

Porque efectivamente los temas que abordan el libro son varios, pero todos igualmente trascendentales y complicados, cuando no cargados de negatividad: La literatura y la vida, el fracaso y el éxito, la amistad, y sobre todo la vulnerabilidad del ser humano, la culpa, los remordimientos, el sufrimiento de quién ha pasado al lado oscuro de la vida y carga de por vida con la muerte de otros.

Sí como podréis imaginar es una historia intensa.

Los personajes protagonistas son el narrador del que no sabemos el nombre en toda la novela, solo sabemos que es español, jóven y que quiere ser escritor; y Rodney Falk, ya os he dicho que es un veterano del Vietnan cargado de misterio, desengañado, atractivo porque su carácter es incierto. Esos son los dos personajes más importantes, a mi modo de ver, de la novela. Pero también está el otro amigo del protagonista, su amigo de Barcelona, Marcos Luna. Y el padre de Rodney Falk. Ya hemos dicho que todos tienen nombre menos el protagonista. Y luego hay una serie de personajes femeninos, mujeres todas ellas cargadas de positividad. Ellas van a ser las personas más equilibradas de la historia, las más sensatas y maduras. La madre de Rodney Falk, y las mujeres de los tres jóvenes, Jenny (la de Rodney), Paula (la del protagonista) y Patricia (la de Marcos Luna).

La novela está dividida en una estructura de cuatro capítulos solamente. No es una novela larga. Y en cada una de estas partes se narra una etapa en la relación de los dos personajes principales.

Tiene una forma circular en general en su forma de contarlo,  pues comienza en el mismo bar "El Yate" en que termina.

Pero además tiene varios círculos interiores marcados por contrastes: Hay una camarera a la que Rodney defiende en un bar de Saigón y hay otra camarera a la que el protagonista no defiende en el cabaret Tabú de Barcelona. Las muertes con las que cargan las conciencias de ambos personajes, las de los inocentes del poblado Man Key y las de Paula y su hijo en la conciencia del protagonista.  

Y por último señalar que me gusta mucho la frase final, contundente, que acaba de cerrar por completo otro círculo enorme que está presente pero invisible toda la novela, cuando la realidad y la ficción se unen:

"Acaba así."

Podría estar analizando esta novela de forma mucho más exhaustiva durante líneas y líneas. Porque sobre todo para los que nos gusta la literatura y sobre todo la creación literaria, esta pequeña novela es un filón. No es que el argumento me haya gustado especialmente debido sobre todo a la carga de retorcimiento, de culpa que arrastran los personajes. Por supuesto si a alguien le apetece leer una historia dulce o sencilla, ésta no sería la novela que tendría que elegir. Pero tengo que reconocer que me ha gustado mucho cómo está contada. Literariamente hay mucho trabajo detrás. Y yo creo que es un fiel reflejo del oficio de escritor de Javier Cercas.